Otokonoko Maido

Temporada 2| 17

—Seiji

El pelinegro estando encima de él, deslizó su mano por el pálido rostro de Seiji, el tacto de aquel roce de sus dedos contra su mejilla le erizó la piel.

—Sigues siendo hermoso.
—¡N-no hace falta que me lo digas!

Se acercó a él y lo besó.

—¡Mh!

Seiji a más trataba de resistirse, más aumentaba la intensidad de aquel beso. Lo saboreaba por completo besándolo con lengua, tanto así que sus mejillas se enrojecieron sutilmente.

—Mmh.. Ngh..
—Sgh.. Mmgh..

Entonces el pelinegro dirigió la mano hasta su entrepierna y abrió la cremallera de su pantalón, sin embargo este lo detuvo.

—¡OYE! ¡¿QUÉ CREES QUE HACES?! ¡¡PERVERTIDO!!— Gritó enojado.
—Estoy caliente.

Tomó su pálida mano y la situó en su entrepierna, notando el bulto a través de la ropa.

—¡ALÉJATE IMBÉCIL ASQUEROSO!

Se mantuvo serio.

—Si no te comportas voy a tener que besarte hasta que cedas
—¡¿Cómo?!
—Te entregas más fácilmente luego de que te bese, te vuelvo sereno
—¡¡YO NUNCA HICE ESO!! ¡¿CÓMO TE ATREVES A DECIR ESAS IDIOTECES?!

Volvió a besarle con lengua. Esta vez de forma aún más apasionada que antes. Deslizando su lengua frotándola contra la suya, podía notar el sabor de Seiji en su paladar, era demasiado bueno, tanto que era adictivo.

—Hmm.. Hah...

Seiji intentaba escabullirse, se movía inquieto a lo cual Mitsuru tuvo que agarrarle de las muñecas y posar su pierna en la suya para detenerlo. De forma paulatina fue juntando más su cuerpo con cada segundo que pasaba.

—I-idiota- Mmh.. Smgh..

Finalmente el rubio no era capaz de resistirse más, fue desistiendo, poco a poco sucumbiendo a él.

—Mmmh~.. Mmh~.. Haah..

Ahora sus cuerpos se tocaban a través de la ropa, Seiji se movía con lentitud más esta vez no era por intentar oponer resistencia, si no que era involuntario, tenía necesidad y ansias de frotarse contra el robusto cuerpo de Mitsuru.

En ese instante dejó de besarle, separó los labios de los suyos y cuando se alejó era visible su saliva mientras se separaba.

—Haah.. Hah..

Para este momento Seiji estaba sonrojado, ya se había calentado, estando así su miembro erecto.

Tocó su entrepierna y apretó con fuerza.

—A-ah~
—¿Quién es el pervertido ahora?
—¡Cállate..!— Expresó ruborizado.

Le quitó el pantalón y luego él mismo se desvistió.

—¡¿Q-qué vas a hacer?!— Titubeó.
—¿No quieres que te ayude?— Sonrió.
—¿Que me ayudes? Eres tú el sucio depravado— Respondió con molestia.

Antes de iniciar tomó con delicadeza su pierna la lamió recorriendo la lengua por toda su piel.

—¡A-ah~! N-no..— Su piel se erizó.

Acto seguido con sus ojos cerrados y dentro de su camisa llegó hasta su pecho, también lamió y saboreó su pezón.

—¡Mitsuru! ¡ahí no!

Tembló.

—No mires..

Mitsuru dejo de chuparle. Abrió sus ojos, mirándole a los ojos le abrió sus piernas dejando ver su pene erecto y enseguida introdujo dos de sus dedos en él.