CAPÍTULO 12.

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Me puse de pie rápidamente, los ojos oscuros y el rostro cetrino siguieron mis movimientos con aire divertido.

Mis manos temblaron y mi cuerpo y mi mente temblaron también.

¿Cómo era posible que aquel hombre estuviera ahí? ¿Cómo?

—¿Por qué? — pregunté, una sonrisa sin dientes fue lo que me regaló, pero no dijo absolutamente nada.

Quise gritar.

Quería gritarle a la cara y golpearlo tanto como me fuera posible.

Debido a él, no, gracias a él toda la guerra había comenzado. Por él, mis hermanos habían muerto y mis hermanas habían sido vendidas cómo ganado y yo también.

Estábamos en esa situación por él.
Ah ese maldito hombre.

—¿Qué sucede, querida Josephine? ¿No vas a escuchar el resto de la historia? ¿Es tu odio por mí más grande que tu deseo por saber la verdad? — preguntó, la sonrisa se hizo más grande.

Respiré hondo.

¿Era mi odio más grande? A todo esto, ¿era verdad lo que él decía?

Me mordí el labio hasta que mi boca se llenó del sabor metálico y salado de la sangre.

—Entonces, Josephine, ¿Quieres escuchar el resto?

Me encogí de hombros y caminé al fondo de la celda y de regreso a la puerta.

Respiré lenta y pausadamente tratando de calmarme y concentrarme en lo que sucedía.

Pero, ¿realmente odiaba a Mikhail? ¿Se merecía mi desprecio tan rápido?

Toda aquella guerra, el que mi padre sufriera el accidente y se hubiera vuelto un monstruo, no, mi padre ya era un monstruo mucho antes de aquel accidente, por supuesto que lo era, simplemente había buscado el momento adecuado para clavarnos sus garras y hacernos sufrir.

Más tarde o más temprano mi padre nos vería como objetos para su beneficio y nada más.

Además desde mucho antes de la guerra contra Minsk las personas del reino ya morían de hambre por falta de oportunidades.

Antes y hasta el día de hoy los nobles seguían siendo los más importantes y el resto solo capital humano total y absolutamente reemplazable a corto o largo plazo.

También comprendía los sucesos por los cuales Mikhail había sido arrastrado a buscar venganza de la manera en que lo hizo. Yo misma haría todo lo que estuviera en mis manos para recuperar a salvo a mi hermana.

Cerré los ojos un momento, cuando los abrí de nuevo estaba convencida de terminar de escuchar su historia, mentira o no, quizá me ayudaría a entenderlo un poco mejor.

—¿Cuál… era el nombre de tus hermanas? — pregunté, volví a sentarme en el suelo, Mikhail me observó detenidamente.

Necesitaba saber eso, porque con ello al menos sabría que una parte de lo que decía podría llegar a ser verdad.

—¿Así que me crees, querida Josephine? — preguntó a su vez.

Yo suspiré pesadamente y negué con la cabeza y luego me encogí de hombros.

—Anna. Calina. Irina. Kira. Tasya. Veronika. Kristina. Anika. Katya. Larisa. Sonya y mi madre Rose — susurró.

Y pensar que todas y cada una de ellas habían vivido una vida miserable de principio a fin.

LA REPOSTERA & EL REY [LIBRO #1] [TERMINADO ✔️] EDITANDO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora