DIME SI VAS A QUEDARTE (QUÉDATE OTRA VEZ #1) ©

4. EMOTIONS

I'm just needin' a little space, I'm just needin' a little time/
Solo necesito un poco de espacio, solo necesito un poco de tiempo.

Don't mind me, I'm just feelin' kinda broken/
No te preocupes por mí, solo me siento un poco roto.

So I'll be here with my emotions/
Así que estaré aquí con mis emociones.

I'm doin' my best and I guess that's the best I can do/
Estoy haciendo lo mejor que puedo y supongo que eso es lo mejor que puedo hacer.
—Emotions, 5SOS.

Zoé

—Tienes que irte.

—¿Es en serio?

—Mi madre no puede encontrarte aquí.

—Tu madre prácticamente no vive aquí.

—Solo vete, Greg.

—¿Para qué? ¿Para que puedas meter a alguien más entre tus piernas? —el reproche y la molestia en su voz me hizo irritar, incluso aún más que el echo de que prácticamente me llamara zorra.

—A quién meta entre mis piernas no es asunto tuyo —repliqué.

—Claro que es asunto mío, tú eres mía —habló con tanta seguridad en sus palabras que casi, casi, le creí.

Le sonreí sarcásticamente.

—No te equivoques, Mason, que follemos de vez en cuando no te da ningún derecho sobre mi. Solo estamos pasando el rato, no lo olvides.

Él apretó los labios en una fina línea, el enfado prácticamente salía por sus poros. Se levantó con rapidez de la cama, vistiéndose con rudeza y resoplando a cada segundo que pasaba. Me límite a observar su rabieta. Odiaba que creyera que por tener sexo con él yo ya pasaba a ser de su propiedad. Desde un inicio todo había quedado claro entre nosotros, pero al parecer él lo había olvidado, igual para eso me tenía a mi, para recordarle la posición en la que ambos nos encontramos, una que no cambiaría.

Una vez que se vistió por completo y con su chaqueta en mano, se dio media vuelta, su mirada color miel completamente cubierta de enfado. Y cada una de sus facciones contraídas por el mismo sentimiento, se pasó una mano por la mata de pelo castaño en un claro indicio de que lo siguiente que saldría de sus labios sería algo hiriente. Tanto tiempo tratando con él y ya lo conocía. Me tense en automático, él sabía en qué clavo dar para que me doliera.

—Y a ti que no se te olvide que soy el único imbécil dispuesto a darte el amor que no mereces, Zoé —justo en el "nadie va a quererte nunca" que mi mente repetía a menudo—. Pero no me toques tanto los cojones que en una de esas también te abandono.

Yo podía bromear sobre mis traumas de abandono, podía reírme de ellos, pero no nadie más. Mucho menos Greg.

No dije nada. Tomé lo primero que encontré y se lo lance. Una almohada.

«Patético»

Greg lo esquivo con facilidad, me dedico una última mirada afilada y salió de la habitación dando un portazo tras de si.

Me deje caer en la cama. Rendida. Y no precisamente por el sexo de hoy, sino por la actitud estúpida que adoptaba Greg?

¿Por qué lo sigo aguantando?

«Porque te da buen sexo»

Ah, cierto, por eso.

Suspire. Tomé el móvil de mi mesita de noche. El reloj marcaba las 2:30 de la madrugada. Me sentí un poco mal por echar a esta hora a Greg de casa, pero tampoco quería que se quedara a dormir. Y era su culpa. Él había llegado a las 11 de la noche, y encima quería ver una película que porque yo le dije que íbamos a ver una película. Todo mundo sabe que la traducción de eso es que vamos a follar. Pero no. El hombrecito quiso ver su estúpida película de superhéroes y no una de princesas.