25. THERE'S NOTHING HOLDIN' ME BACK

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I love it when you go crazy.

Me gusta cuando te vuelves loca.

—There’s nothing holdin’me back, Shawn Mendes. 

Zoé

—Digan algo —casi suplique.

La línea se había quedado en completo silencio, la sospecha de que habían cortado la llamada fue latente y tuve que revisar el móvil para asegurarme de que continuara. Y vaya que lo hacía.

—Yo… yo…

—Ha entrado en cortocircuito —hablo Danna y sentí que un poco del peso que había sobre mi pecho se quitaba al escucharla. Esto definitivamente que ameritaba una llamada grupal, solo que Jude no había respondido, seguramente había perdido el móvil otra vez, o se estaba tirando al vecino, otra vez.

—Vaya —dijo Cheryl y soltó una risita rara, su voz estaba teñida de un tono que no supe identificar—. Solo… vaya.

—¿Vaya? ¿Es todo? —tiene que ser una broma—. Les recuerdo que estoy a punto de una crisis y un “vaya” no ayuda en nada.

—Es solo que —intento Cheryl de nuevo, se cortó rápidamente sin saber cómo continuar, su silencio me estaba matando—… no me esperaba esto, digo, todos sabíamos que a River le gustas pero… Wow… no se que decir, no se suponía que esto iba a pasar.

Pues paso.

—Sí, lo sé —dije con ironía—. ¡¿Qué hago?!

El silencio al otro lado de la línea solo hizo que mis nervios empeorarán. Busque ese anillo que Liam me había dado para la ansiedad o algo así. ¿Por qué mierda no lo cargo conmigo?

Sentí que mis manos comenzaban a hormiguear y la mano derecha comenzó su maraquera. Tome un gran respiro. Tratando de controlarme y no dejar que los nervios me ganarán ahora.

Respira, respira. Me repetí.

Di un brinquito de la emoción cuando encontré el anillo en el fondo de mi cajón. Solo que mi emoción fue momentánea. Danna pego un chillido que me hizo soltar el anillo de golpe.

No me dio tiempo a preguntar a qué se debía su chillido cuando ella ya estaba hablando con mucha, mucha emoción.

—¡Inténtalo! ¡Joder, tienen que intentarlo!

—¿El qué? —Cheryl me robo mi pregunta, ¿por qué sonaba tan disgustada?

—¿Qué más? Lo de River con Zoé. Ambos se gustan —chillo de nuevo—. Deben estar juntos y ser felices como en los libros de romance.

Sí, Danna comparte mi fascinación por los libros pero no puedo centrarme en eso ahora, menos cuando no dejaba de escupir una palabra tras otra sin descanso.

¿Qué mierda estaba diciendo Danna? No lo sé. No entendí.

Lo entendí muy bien pero no quería aceptarlo. De todas maneras, no pude escuchar nada más de lo que Danna seguramente estaba diciendo cuando un alboroto fuera robo mi atención, mi instinto chismoso me llevo hacía la ventana…

Esto no puede ser cierto.

Apreté los ojos varias veces tratando de que la alucinación que estaba teniendo se esfumara. ¡Me estoy volviendo loca!

Frote mis ojos y repetí la misma acción muchas veces hasta que entendí que esa imagen no desaparecería porque no era una jodida alucinación. Era real. Estaba pasando de verdad.

DIME SI VAS A QUEDARTE (QUÉDATE OTRA VEZ #1) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora