8. HEAD FIRST

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You work a little differently than anyone I’ve ever known/
Trabajas un poco diferente a cualquiera que haya conocido.

Hopeless little moments got me chasing you for miles/
Pequeños momentos sin esperanza me tienen persiguiéndote por millas.
—Head firts, Christian French.

River

El plan… el plan es relativamente sencillo y perfecto, solo tengo que conseguir que Zoé se enamore de mi.

Nunca había hecho tal cosa, no había necesitado conquistar a nadie pero ahora es diferente. Estoy enamorado. Muy enamorado, cautivado, hechizado de Zoé. De cada una de sus facetas, de su personalidad introvertida pero también terca, de su amabilidad y empatía pero también de la parte egoísta que, siendo sincero, debería poner más en práctica. En muchas ocasiones se deja pisotear solo por hacer felices a otros.

Algo más que me enamora de Zoé es su voz, no es dulce ni tierna, es fuerte pero sin llegar a ser escandalosa. También están sus ojos marrones, su risa, sus labios, las muecas nada disimuladas que les da a quienes no le agradan, que es casi a todo mundo. Pero también me enamora su contradicción, es amable pero está dispuesta a poner en su lugar a cualquiera. Puede ser sería y una completa loca al mismo tiempo. O como hoy, según ella no cree en el amor pero se que ama los libros de romance al igual que las películas y es quien siempre tiene algo cursi que decir sin que se de cuenta. Amo cada parte de Zoé.

Ahora bien, el plan consistía en conquistarla con todos aquellos detalles que se le gustan, incluso con los que parecieran más insignificantes. El truco en enamorar a una mujer, según internet, está en los pequeños detalles. Y tendría que usar eso a mí favor. Lo cierto era que nunca había tenido que conquistar a ninguna chica, por lo general solo me lío con alguna de vez en cuando y no es como si fuera contándolo con todos, me gustaba mantener mi vida sexual en privado.

Sin embargo, tenía el presentimiento de que, después de hacerla enfadar, no sería tan sencillo conquistar a Zoé. Es que es tan terca y rara. No se cómo termine por hacerla enfadar, pero lo había hecho. Buenos pasos no estoy dando exactamente, pero pienso esforzarme.

El primer intento fue aquella misma tarde en la que le asegure que no planeaba rendirme, fui a su casa con un ramo enorme de rosas rojas que cubría mi rostro por completo. Tengo que agradecer a Danna por el consejo, lo que me recordaba que ella se estaba manteniendo alejada de Kaled. No es que Elena me desagrade, pero Danna se vería bien siendo pareja del amargado.

Cuando Zoé abrió la puerta y quite las rosas de mi campo de visión mis ojos captaron por completo la emoción y también la molestia en su mirada marrón. Sus labios gruesos y sonrosados estaban entreabiertos por la sorpresa. Sonreí y entonces ella rodó los ojos y me cerró la puerta en la cara. La sutileza en persona. Pero luego no me dio tiempo a tocar de nuevo pues volvió a abrir la puerta, me arrebato las rosas y cerró otra vez.

—Esto es un avance —exclamé frente a su puerta con una sonrisa divertida. Su respuesta fue un escueto “No es verdad”, eso solo fue suficiente para alimentar mis esperanzas.

Puede que ese no haya sido un mal movimiento, al siguiente día llegué al Instituto con una barra de chocolate del cual sabía era su favorito. Sus ojos se iluminaron por un momento y luego negó lentamente con la cabeza y me dijo que no quería. Insistí hasta que ella suspiro en resignación y lo guardo en su mochila con una sonrisita que trato de disimular. Después de eso me retire con la sensación de un gran logro, tampoco es como si quisiera ser un empalagoso con ella.

Creí que hasta ese punto iba avanzando, pero lo jodí con la cosa más ridícula que se me pudo ocurrir. Regalarle un oso de peluche. Uno grande. Lo peor fue que lo lleve al Instituto y en cuanto entre todo mundo se me quedó viendo fijamente, unas chicas se enternecieron con el detalle y otras hicieron una mueca disimulada, tal vez esa debió ser la señal para que abortara la misión, tampoco hice caso cuando Kaden paso por mi lado e hizo un gesto de querer vomitar, suerte que Oliver ese día no había asistido al Instituto o no me abría dejado respirar sin que me repitiera lo muy ridículo que me veía. Al momento de llegar con Zoé ella estaba con Cheryl y Danna, la última se emociono con el oso y me sonrió ampliamente, Cheryl hizo una mueca rara y lo más importante fue de parte de Zoé que se sonrojo de vergüenza y gracias a su piel pálida el carmesí en sus mejillas era mucho más notorio, se veía tierna aun cuando me miraba como si quisiera matarme y desaparecer de allí mismo. Al final yo terminé esbozando una sonrisa avergonzada y de disculpa y ella se fue murmurando un ni me hables.

DIME SI VAS A QUEDARTE (QUÉDATE OTRA VEZ #1) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora