~♥𝓓𝓮𝓳𝓪𝓶𝓮 𝓼𝓮𝓻 𝓮𝓵 𝓹𝓪𝓭𝓻𝓮 𝓭𝓮 𝓽𝓾 𝓱𝓲𝓳𝓸//𝐷𝑈𝑋𝐼𝑁𝑂♥️~//✅

💜 CAPITULO 7 💜

Érase una vez un grupo de amigos que protegían a toda costa un par de niños que habían salido de un infierno, uno era el sentido de hermandad y el otro era el sentido de sensibilidad aún así quisieron salir adelante en todo lo que se proponían.

Las cosas salían bien y otras no tan bien, entre lágrimas querían salir a ver el mundo, el que lo lograrán ya era una pequeña ganancia. Sin embargo no todo estaba escrito en un pequeño cuento para bien o para mal. Los gritos de horror podían ser el desahogo de una persona, aún así quiso mantenerse fuerte porque quería estar junto a esa persona.

Entregar tu corazón casi roto como un cristal y que alguien le ponga una venda era difícil sin embargo entre más personas lograron sanarlo por completo. No estuviste rodeado de joyas o de una gran familia pero único que te mantiene en pie es los sentimientos que tienes aún...

La historia no acaba aquí, todo era con horror o con esperanza.

Algunos días pasaron después de aquel acontecimiento, los trabajos estaba en las manos de cada uno y ya no tenían ni el tiempo necesario de mandar un mensaje.

Duxo quedaba hasta trabajar en la noche porque debía entregar proyectos a su jefe así que entre su laptop también enviaba correos para otros jefes que tenía. Estaba exhausto y más que últimamente sentía que algo cambio cuando se casó, el problema no era su pareja si no la amistad que tenía con el castaño.

Cuando el le mandaba mensaje solo veía que su amigo le decía que le deseaba un buen día o con una sola despedida, su excusa era que tenía mucho trabajo y estaba a nada de preguntar que es lo que le atormentaba. También le quería dar su espacio así que eso decidió.

Una vez que ya mandaba el último correo a su jefe soltó un pesado suspiró para recargarse en la silla, era el único que estaba en su oficina así que era de irse a casa. Sentía que su vida cambio para bien, pero algo pasaba por su mente.

—Mmm...desde hace ayer debía llegar mis resultados de sangre, veré qué hago.

Buscaba la página donde se hizo sus resultados ya que cuando quiso hacerse un análisis de sangre quería comprobar si realmente se embarazo ya que eso acompleta su vida, viendo poco a poco le llegó rápidamente un mensaje de ese hospital, emocionado abría sus resultados leyendo con cuidado , mientras veía sus datos...su sonrisa se desvaneció.

"Resultados: negativo"

La mirada del azabache aún seguía leyendo lentamente esos resultados para así que la vista borrosa apareció en ese momento, a punto de llorar.

La ilusión se rompió por completo pensando que ahora un pequeño frijolito crecía en su vientre pero no fue así, solo debía decirle a su esposo que no hay algo en camino.

De regreso tomo el transporte público donde solo observa la ventana con mucha tristeza intentando las ganas de no estar llorando, eso fue que su corazón se destrozó por completo. Ser un Omega a veces era en contra o pros, con un leve suspiro solo se lamentaba.

Llegando a casa había entrado para ver qué su esposo estaba haciendo la cena, al ver qué la pequeña presencia estaba en la entrada volteo a verlo con una sonrisa.

—¡Cariño! Estaba esperando a que llegues a probar mi deliciosa cena.

—Tomy yo...

—¿Que tal el trabajo? Seguramente es pesado pero con esta cena estarás mejor, dime, ¿ya salieron los resultados de sangre? Quiero estar feliz.

El chico no decía nada y solo la tristeza le estaba inundando por completo, no sabía como tomaría está noticia el chico. Con solo un leve suspiro negó Con la cabeza, el alfa miro preocupado a su esposo viendo que no estaba feliz con lo que dijo...

—N-no hay bebé... — la mirada de Duxo se apagó por completo y viendo que su realidad no se cumplió.

El chico gato solo se acercó a él para darle un gran abrazo para que se pudiera desahogar, a pesar de que también estaría triste solo quería que su pequeño pingüino estuviera bien, calmaría esos llantos con leves susurros.

—No te preocupes, hay más intentos...

Aunque esas palabras no podían sanar por completo solo quería entender que estaba el para ayudarle a que no estuviera triste en ningún momento, acariciaba levemente su cabello y besaba repetidas ocasiones su cabello. Esa noche no sabían mi como iniciar un tema de conversación pero se que darían los mejor ellos dos con tal de tener un hijo.

Veamos... aunque los días como semanas estaban pasando a la velocidad de la luz parecía que ni había ningún resultado bueno en el cuerpo de ojos morados. Entre tantas reuniones, trabajo, proyectos, eventos ya ni sabía que hacer con su vida.

Se había distanciado por completo de su hermano, mejor amiga y casi con su pareja. Todo el día eran puros trabajos casi pesados pero cuando llegaba en la noche solo terminaba durmiendo en cama.

Las veces en la que estaban solos podían hacer las mil y un travesuras que se cruzaba en cama. Los besos era un paso pero terminaban gimiendo su nombre a tal punto que estaban exhaustos.

Prueba tras prueba y todos los resultados salían negativos, todos los estudios que se hacía salía que no había ningún niño en camino algo que el chico de nombre Duxo estaba a punto de rendirse, quería intentarlo las veces que podía pero hasta Tomy le había dicho que ya debían parar con eso porque no quería lastimar al chico.

Una noche en donde los dos estaban en un tremendo descanso habían aprovechado por casi penúltima vez aquel método para procrear a un primogénito, entre besos y cada gemido que salía de esos labios no podían parar en solo pensar en el acto tan fuerte de amor que ellos tenían. No quería que esa noche se acabará para ellos dos, sería un sueño que nunca despertarán de esa pesadilla.

Cuando finalizo solo estaban abrazándose con nerviosidad, intentando recuperar la respiración casi descontrolada de ellos, al mirarse a los ojos solo podían entender pocas cosas...algo que se querían decir los dos.

Sin embargo el azabache cayó rendido del sueño que solo dormía en el pecho de su pareja, el mayor acariciaba ese suave cabello...solo soltando un pesado suspiró para verle como dormía.

—A veces quisiera solo escapar de una pequeña realidad...Duxo, jamás te dejare solo.

Con un beso en su frente podía entenderse muchas cosas, las cosas no pasaron de ahí...ese sería un último beso en cama.