Decides iniciar una hermosa relación con el amor de tu vida, se casan e intentan formar una familia. Parecía que las cosas podían salir perfectamente bien, ¿o no?
En un momento estás en la cima de tu gloriosa vida pero luego cae en un gran vacío, co...
No cariño, no podemos dejar algo inconcluso cuando estás siendo totalmente feliz.
Los molestos sonidos no dejaban dormir al joven de cabello castaño y eso le incomodaba en solo los hospitales, no podía ni descansar después de tener una jornada laboral demasiado pesada e incluso los sofas pueden estar cómodos pero no ayudaban para su columna.
Soaring mejor quiso revisar su celular diciendo que todo podía estar bien y que no le pasó nada a su gran amigo. Le dolía verlo así por mucho tiempo.
La máquina ya hacía ruido y es muy molesto pero lo que más le molestaba es que le dolía el cuerpo, sus ojos color cafés abrían lentamente para que no fueran lastimados por esas luces de las lámparas, una habitación cuya era azul y ver qué en su mano derecha contenía unas agujas que le daban suero para alimentarse de nutrientes. Su cabeza le daba vueltas cuál le hizo soltar un quejido. Su aroma a bugambilias decoraba la habitación que hasta su nariz lo pudo reconocer, ambientando que se recupera lentamente.
El chico de polera amarillo escucho ese sonido que lo hizo voltear para ver hasta encontrarse con la sorpresa que soltó su celular de la impresión, una gran sonrisa apareció en su rostro como esas grandes lágrimas que siempre lloraban por ser muy frágil en sentimiento.
—¡A-aquino! — se acercaba a él para ayudarlo a qué se mantuviera bien. — ¡Que alegría!
—¿S-soaring? ¿Que...me pasó? — Aquino tocaba su cabeza en la cuál no podía procesar porque terminó en una camilla.
—¡Es una larga historia...un momento!
El chico salió de la habitación alertando a las enfermeras que el joven había despertado de ese coma de casi 2 semanas, lamentablemente la navidad no la podían celebrar pues nadie tenía el humor de felicitar todo esto posible.
Aquino temblaba un poco el ver qué realmente le dolía hasta la conciencia pero lo que más le daba miedo es que no veía a Duxo por ningún lado y eso es lo que más le preocupa, no sabía si esas voces en su cabeza fueran tan reales a tal punto de jugarle alguna broma en común. Se intentaba acomodar pero solo recibía quejidos, ya lo recuerda, esa bala le perfora hasta el alma.
Era de madrugada y estar descansando después de tener un día un poco pesado solo podía dormir a lado de su bebé, tenía un gran malestar y al momento de que su celular estaba vibrando en su mesita de noche le hizo soltar un gruñido bajo, al tomar el aparato apenas podía apreciar un nombre que aparecía en pantalla, era Soaring.
Duxo comenzaría a tener miedo de que algo nuevamente le pasaba a su pareja así que al llamarlo pregunto que si todo estaba en orden, no se hizo esperar un grito de la otra llamada.
—"¡Él está bien! ¡Ya despertó!"
—No me jodas, ¿de verdad? — Duxo no quería tener una broma de mal gusto.
—"¡No te ando mintiendo! Ven rápido al hospital y verás que si! ¡Te está esperando!"
No tuvo ni tiempo de formular una respuesta en si así que con las prisas comenzó a recoger algunas cosas como para ponerse una ropa más cómoda y tomando en manos a su bebé, no tenía en sí un auto pero apresuraba los pasos para llegar a casa de tía Margarita. Una sonrisa mostró en su cara teniendo la esperanza de que fuera verdad.
Siente la necesidad de estar con él en la mejor forma posible.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
