🧡 CAPITULO 24 🧡

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Duxorethey

Aún recuerdo el sonido de los pájaros marcando cada mordida que sentía a tal punto de que mis lágrimas salieran de mis ojos. Escuchar como papá decía cosas hirientes de mi me hacían sentir las ganas de morir para siempre.

Cuando el demonio tomaba su vino a tal punto de reventar la botella contra la pared sabía que está no era la familia que yo quería. Escuchando como la puerta de mi casa se abría para ver a un señor saludando a mi papá y dejándolo pasar me causaba mucho miedo como terror.

Entonces supe que en la casa donde yo vivo con mi hermano estaba el demonio en carne y hueso, sentía la necesidad de huir lo más rápido posible pero siendo un Omega sentí los rasguños de la decepción y del miedo.

Hasta la actualidad...sigo teniendo miedo del mismo diablo. Mis padres sin ellos mismos.

No recordaba nada de lo que me había pasado y el abrir mis ojos me lastimaron mucho viendo esa gran luz blanca entrando por mi iris. Escuchaba algunos sonidos muy agudos a lado de mi oído sobre todo escuchando gotas caer en mi cuerpo. Al verme mis manos supe que era suero, estoy en el hospital.

Reaccioné rápido al ver qué si mi bebé andaba bien por lo cuál solo pude sentirme más tranquilo, todo está bajo control. Escuchaba a una enfermera hablando con el doctor cuando me vieron despertar fue justamente que comenzaron hacerme unos análisis como preguntas, comencé a preocuparme que me querían hacer pero por suerte habían llamado a alguien. Entre esos escuché los gritos en la sala de espera, era mi hermano.

Justamente entraron a la habitación Natalan, Lucasta, Mictia y Aquino. Solo sentí que me aturdido demasiado con el golpe que casi sentía bajo en mi vientre. Sostenía con ambas manos mi gran estómago. Mi hermano entre lágrimas me abrazaba diciendo que estaba bien por lo cuál debí calmar sus llantos antes de que ahora se desmaye de la tristeza.

—¿Que mierda me pasó men?

—Fui a tu casa a platicarte unas cosas pero como no contestabas mis llamadas comencé a preocuparme, llame al menos a una autoridad y te vieron en el suelo. Te llevamos al hospital y comencé a llamarlos — Mictia siempre estaba al tanto de mi, algo que mi corazón agradecía.

—Al menos estás bien Duxo... — Aquino sostenía mi mano y veía en sus ojos que estaba a punto de llorar pero se hizo el fuerte.

No quería preocupar a nadie por lo que me pasó y solo hice sentir mal a todos. Intenté decirles que fue al menos la impresión de una imagen que ví, pero mi hermano estaba aferrado a la idea de que yo ví algo que me dejó congelado. Natalan se lo llevaba de la habitación para que se calmara mejor y que no hiciera un escándalo dentro del cuarto. Al menos cuando se bajara la adrenalina podía contar con más tranquilidad lo que me había pasado.

 Al menos cuando se bajara la adrenalina podía contar con más tranquilidad lo que me había pasado

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—¡ES QUE TU NO LO ENTIENDES NATALAN, ES MI HERMANO!

—¡Y YO SU AMIGO PENDEJO!

El pelinegro como el pelicafe discutían fuera del lugar algo que están haciendo mucho escándalo. Natalan ya estaba tomando seriamente la paciencia del otro chico por lo cuál lo jalo hacia él para que se callara, con sus manos tapaba su boca para disminuir los gritos pero el chico en vez de dejarlo hacer mordió su mano. El otro se quejo.

~♥𝓓𝓮𝓳𝓪𝓶𝓮 𝓼𝓮𝓻 𝓮𝓵 𝓹𝓪𝓭𝓻𝓮 𝓭𝓮 𝓽𝓾 𝓱𝓲𝓳𝓸//𝐷𝑈𝑋𝐼𝑁𝑂♥️~//✅ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora