~♥𝓓𝓮𝓳𝓪𝓶𝓮 𝓼𝓮𝓻 𝓮𝓵 𝓹𝓪𝓭𝓻𝓮 𝓭𝓮 𝓽𝓾 𝓱𝓲𝓳𝓸//𝐷𝑈𝑋𝐼𝑁𝑂♥️~//✅

💜 CAPITULO 23💜

Se habían quedado hasta tarde viendo como todo el mundo se empezó alocar entre bailes o temáticas para pasar increíble el rato. Todos los amigos salieron a tomar el aire fresco viendo que la noche era muy espléndida, era tan magnífico.

Ellos acostados en el césped viendo las estrellas formando muchas líneas. Sabía que pasar tiempo les haría mejor que nunca pero no podían salvarse, mañana tocaba levantarse temprano para ir a trabajar.

—Oye Duxo, ¿ya tienes pensado en como se llamará tu hijo? — Mishifu preguntaba en forma de curiosidad.

—Es verdad, me gustaría cargar a mi sobrino — Soaring agrego.

—Mmm aún no me ha dicho Andreh que será, en caso de ser una niña la pondría Mia pero si es un niño... exactamente no lo sé, no tengo ideas.

—¿Y tú Aquino tienes alguno en mente? — Cejo lo miraba.

—Mmm aún no lo sé exactamente, faltan ya casi 5 meses de que nazca ese bebé pero créeme que ya le tendremos un nombre listo.

Todos sonrieron para seguir con la rutina de empezar a hablar sobre sus trabajos como de sus vidas personales. Duxo seguía pensando en lo que dijo en la fiesta, ¿y si realmente se vuelve a enamorar? Exactamente no lo sabía...por lo cuál llamo la atención de su hermano para llevarlo a un lugar más privado y comenzarle hablar.

Lucasta lo miraba con un poco de confusión sobre como es que se ponía nervioso su hermano menor por lo cuál le daba palmadas en su espalda. Al escuchar esa pregunta casi se pone un poco pálido.

—¿Enamorarte otra vez?

—Solo tu dime eso...¿Crees que es bueno enamorarse de alguien más? No digo que sienta algo por una persona pero tú has experimentado eso muchas veces.

—Bueno...cuando tú miras a alguien en forma de atracción es deseo, cuando detectas su inteligencia es admiración pero si no sabes que te ocurre, es amor.

El menor se había sonrojado un poco al ver todo lo que dijo, sabía que no estaba bien desde la mañana y viendo como es que las mariposas revoloteaban en su estómago. Moría de vergüenza que mejor quería esconderse y que la tierra se lo tragué. Lucasta río levemente para mirar a su hermano y darle un pequeño abrazo.

—Entonces...¿Que es lo que te atrajo de él?

—En la forma en la que me mira... — Duxo cambio de tema rápidamente. — Y tú maldito pedazo de basura, te voy a matar por qué me obligaste a llevar un vestido.

—Vamos, te vez bien. También Soaring lleva.

Sabía que desviar el tema era buena ocasión pero ahora el embarazado empezó atacar a su hermano mayor de que últimamente está al pendiente del chico pelinegro, de Natalan. El de anteojos solo pudo reír un poco para saber que tan chismoso pueden llegar ser sus amigos como su hermano. Entre la confianza Lucasta sacaría un cigarro para comenzarlo a fumar algo que a Duxo nunca le ha gustado el olor y que su hermano también lo haga. Solo dijo que sería el último que consume.

—Natalan y yo hemos estado desde siempre juntos, cuando yo me caía él me venía a regañar diciendo que las piedras son filos para las rodillas. Hasta la actualidad me sigue regañando como es que me preocupo por ti, dice que soy un hermano sobre protector.

—Y los sigues siendo.

—Y lo seguiré siendo hasta el día de mi muerte.

Los hermanos rieron un poco para saber que tener la compañía era suya en los días como noches. Todo estaba siendo tan espléndido y ver qué la luna apuntaba el evento reflejando esa luz tan maravillosa. Saber que ambos estarían apoyándose mutuamente...desde que ellos escaparon del infierno.