Decides iniciar una hermosa relación con el amor de tu vida, se casan e intentan formar una familia. Parecía que las cosas podían salir perfectamente bien, ¿o no?
En un momento estás en la cima de tu gloriosa vida pero luego cae en un gran vacío, co...
Hola muchachos como andan? Espero que se encuentre bien el día de hoy y sobre todo en la semana.
Paso a decirles que muchas gracias por el apoyo que está recibiendo demasiado está historia, ayer no me esperaba que me llegará en el ranking número 1 en la categoría "duxino" y en verdad me pone demasiado feliz saber que les está encantado mi historia. Hago lo mejor ;'D
Sobre todo que quiero explotar muchísimo mi imaginación con esto. Nuevamente aclaro que algunas imágenes serán respectivamente mías y otros a sus respectivos autores, así que sin más comenzamos con el capítulo 22 🌺.
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Y aunque los días se hicieron presentes como también el tiempo no había manera en cambiar muchas cosas, sabía que estar a su lado le hacía sentir muy bien sobre todo que lo acompaño en el momento que más lo necesitaba. Para Aquino estar pasando todos los días con Duxo era mejor para él y no para nadie más.
Una tarde en la ciudad de Lima, los chicos comenzaron a tener un poco de prisas para elegir el traje casual que tengan ahí mismo. Era ya el día del banquete familiar. Las prisas lo consumieron ambos pues se habían despertado algo tarde algo que comenzaron a preocuparse.
Desayunaron tarde, hicieron cosas importantes en poco tiempo y aún así el reloj les estaba comiendo poco a poco. El embarazado se bañaba con rapidez sin intentar lastimar a su bebé mientras que el abogado intentaba arreglar su desastroso cabello, no podía peinarlo bien porque uso un shampoo que no le convenía.
Duxo salía de la ducha para irse a ponerse para el banquete hasta que vio que entre todos sus trajes no le quedaría uno exacto además de que unos los tiene con algo de polvo. En uno de los escombros del clóset se encontró con algo peculiar que sus mejor se incendiaron demasiado, no se lo iba a probar nunca.
Entre tanta insistencia se escuchaba los quejidos del menor diciendo que no se lo iba a probar, no es una muñequita de porcelana para vestir o jugar al té. Aquino escuchaba todo lo que pasaba detrás de la puerta y con mucha amabilidad preguntaría qué pasaba.
—¡No me voy a poner está mierda Aquino! — Duxo lo aventaba a su cama dejando ver ese hermoso vestido de todos muy oscuros.
Al castaño también se sonrojo al instante, viéndolo así...se vería muy guapo luciendo un vestido para que resalte más su belleza. Es que cuando uno está enamorado hasta estás pensando en lo bien que se ve todos los días.
—Pero no se te vería mal el vestido, ve a cambiarte. No tenemos tiempo.
—¡Pero no me quiero poner ese vestido! Siento que seré la burla ante tía Margarita.
—¿En verdad te altera ponerte una prenda elegante? Solo piénsalo de esa forma, te verás bien además resaltará tu embarazo.
Y con unas simples sonrisas dejo al chico en un momento nada bien, los humores del palomo se alteraron tanto que casi romper el vestido del enojo.
