Decides iniciar una hermosa relación con el amor de tu vida, se casan e intentan formar una familia. Parecía que las cosas podían salir perfectamente bien, ¿o no?
En un momento estás en la cima de tu gloriosa vida pero luego cae en un gran vacío, co...
El tránsito en Lima si que era demasiado para llegar a las reuniones con tus amigos pero eres el experto en tomar atajos, eres el cerebrito del grupo. Por ser un niño tan estudioso que por suerte llegaste más temprano de lo debido, el bar siempre estaba abierto las 24/7 aunque los días parecen ser tranquilos en el ambiente.
En ese preciso momento un joven de cabello castaño saldría del auto para quitarse el saco del traje y acomodarse mejor la mascarilla que llevaba, entraría al lugar para sentarse en una silla esperando a que hubiera respuesta en si...
Los murmullos se escuchaban en el lugar y una que otras risas de enamoramiento, pues pasaba algo, ¿de quien miraba? La respuesta es fácil, del chico más guapo... Aquino.
Aquino ha sido un abogado muy famoso en las ciudades de Chiclayo, Arequipa, Cusco y por supuesto de Lima, ya trabajo en muchos casos donde todos salen de manera victoria y eso que se dedica mucho tiempo a la lectura, estudiando leyes como derechos para cuándo llega el momento puede aclarar pruebas como dudas. Es guapo, alto, tiene un perrito, sobre sale en el deporte de básquetbol cuando tiene tiempo libre y por supuesto que también es adicto a los videojuegos. Veía que uno de sus amigos se acercaba a saludarlo.
—Hola Aquino, así que tan puntual como siempre.
—Asi es Soaring, ¿tu jefe te dejo salir temprano?
—Mmm no, hoy tengo día de descanso así que me apresure a llegar con ustedes porque tengo que atender unas cosas que me encargo mi santa madre.
Ambos rieron levemente y así fue que empezaron a llegar los demás amigos como las cervezas, solo faltaba la pareja. Pues ahora que ya no eran niños debían encajar con los demás, todos empezaron a entrar otra vez aquel círculo de amistad cuando por fin había llegado Lucasta y Locochon.
Sus amigos le recibieron con grandes tarros de cerveza pero Lucasta había rechazado por este momento la cerveza, no se sentía con ánimos de tomar pero aún así quiso convivir con los que le salvaron la vida.
—¿Todo bien Lucasta? — Soaring miro al chico quien lo veía un poco desanimado.
—Esta bien solo que tuvo que ya dejar atrás en el lugar donde le dí hogar, se que extrañará mucho a mi tía — Locochon saludaba con un gran choque de manos a su compañero de trabajo Aquino.
Locochon también era uno de los mejores abogados que tenía Lima pero no era tan conocido como el que era su mejor amigo, era la mano derecha del mencionado porque también trabajaba de abogado. Se presentaba en algunos casos donde las consecuencias podían ser más elevadas, el sueño de este lobo es abrir también un lugar donde los animalitos tanto en casa como salvajes sean atendidos de la manera correcta.
Lucasta a pesar de ser un joven que había sufrido de algunas cosas, su trabajo se ha encargado de ser un gran pediatra en los bebés como niños. Tiene una pequeña consulta cerca de casa de la tía de Locochon. A salvado muchas vidas de niño como es un buen doctor, muy recomendado en toda la zona. Sabrá Dios porque eligió esta profesión pero le gusta mucho los niños, son la debilidad del joven.
Estaban siguiendo la conversación sin esperar muchas cosas cuando aparece Natalan asustando a los amigos, solo podía reír con un poco de fuerzas.
—Debieron ver sus caras de idiotas al ver qué los asusté — el chico se acercaba a darle más cervezas a los chicos mientras que el tomaría una gran piña colada.
—Que buen susto nos diste pero deberías ponerte a trabajar ya que tu jefe te va a despedir — Mictia en forma de burla le hizo entender que su trabajo dependía de eso, Natalan solo la miró con seriedad y solo se acercó a ellos charlando un poco.
Natalan es un chico que además ser halagado por ser el más guapo de la zona también es bartender de el bar en el que trabaja, suele trabajar más las noches porque sus amigos están desocupados a esas horas de la noche. Este día lo tomo como un horario extra ya que también tendría una paga muy bien por eso se ofreció hacerlo, le quedaba dos horas de trabajo.
Los amigos seguían charlando cuando vieron entrar a la pareja buscando a sus amigos, fue ahí que Duxo saludo a todos con una sonrisa y se acercaba a su hermano mayor para darle un gran abrazo, Tomy se sentó mirando tranquilamente a todos como saludando, fue que el "palomo" del grupo se acercó a su mejor amigo.
—¿Cómo estás? — Duxo le dio un pequeño choque de puños para darle un abrazo cálido.
—He ganado otro caso en el norte de la ciudad de Lima, cada día más cerca de ser un gran abogado — Aquino hablaba con una voz tan serena, sonriendo levemente.
—Pero si lo eres ya, eres el mejor abogado que he conocido además de Locochon...estoy orgulloso de mi mejor amigo.
Ambos amigos se sentaron para empezar a contar como es que las cosas han estado bien desde la última vez que se vieron, eso fue un par de meses aunque ahora por fin nuevamente todos pudieron coincidir, entre esas tantas pláticas aparecía nuevamente Natalan dándole otras bebidas más y sentadose con ellos.
—¿Acabaste? — Lucasta lo miro.
—Mi jefe me dijo que tomara un descanso con ustedes y vuelvo al trabajo, ya casi acabo — Natalan alzó el pulgar en forma de que todo está muy bien.
Un par de minutos la pareja ya estaba listo para anunciar el gran logro que hicieron los dos, tomados de la mano llamaron la atención de sus demás amigos para hacerle decir su atención.
Tomy le cedió la palabra a su pareja así que esté se levantaría anunciando con emoción.
—Chicos...¡Tomy y yo compramos la casa de nuestros sueños!
Los chicos sonrieron y empezaron a felicitar a la pareja diciendo que le fuera bien en su vida, Lucasta sonreía para darle un gran abrazo a los dos chicos deseando lo mejor en su vida. Locochon miraba a su amigo el castaño ver cómo su expresión se apagaba, solo le dio palmaditas en su espalda.
—Felicidades Duxo y Tomy, les deseo lo mejor a los dos — Les sonreía para tomar otro trago de cerveza y evitar esos ojos morados.
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Estuvieron un rato más los amigos para seguir charlando y ver qué Duxo estaba repartiendo muchos besos en el rostro de su pareja algo que endulzaba su corazón. Aquino moría de celos pero no los podía expresar enfrente de sus amigos además de que no quería arruinar la amistad que llevaba con el azabache. Este agradeció las bebidas y le daría la propina a Natalan.
—Gracias chicos pero tengo que ver a unos clientes, luego nos vemos.
Se despedía de los chicos y se iba lentamente del bar con un poco de molestia y con las ganas de caer en un pozo sin fondo.
