~♥𝓓𝓮𝓳𝓪𝓶𝓮 𝓼𝓮𝓻 𝓮𝓵 𝓹𝓪𝓭𝓻𝓮 𝓭𝓮 𝓽𝓾 𝓱𝓲𝓳𝓸//𝐷𝑈𝑋𝐼𝑁𝑂♥️~//✅

💜 CAPITULO 31 💜

Si, apenas regresaron de casa y habían muchas emociones mezcladas en tan solo un pequeño espacio de esa sala. Las almas sienten.

Los segundos pasaban dejando ver a un azabache destrozado por todo lo que contó y sobre todo que ahora tenía miedo al abandono. Es por eso que cuando su ex esposo tomo el avión hacia Estados Unidos no quería sentir otra vez el abandono, se lo feo que siente. Sobre todo cuando ya habías perdido muchas personas a lo largo de tu corta y simple vida.

—Gracias por escucharme Aquino...

—No, gracias a ti, por decirme esa parte de tu vida. Se que harás un gran trabajo como padre, te lo aseguro, mientras tú estés bien yo también lo estaré.

Ambos entre las pequeñas lágrimas como las sonrisas más lindas del mundo se quedaron toda esa tarde abrazados inundado el calor de sus brazos, ni el bebé había hecho ruido ya que también se encontraba en un sueño, apenas era el inicio de su vida. No caerá en lo mismo como su papá Duxo.

Aquino acariciaba el cabello de su chico y que en verdad ya era necesario que le dijera que lo ama con toda su alma, pero ahorita no está en su sentido. Solo alzaba su mentón para que volvieran a chocar su mirada sintiendo amor volando a su alrededor, solo en un suave beso en su frente.

—¿Quieres ver a Liam?

—Me encantaría...ven, vamos a ver qué necesita nuestro hijo.

"Nuestro hijo", que bonito se sintió escuchar eso de sus propia boca. Su corazón anhelaba siempre saber que se volvería muy tranquilo como amoroso.

Los dos subieron a ver qué necesitaba el pequeño y al momento de entrar a su habitación veían que el bebé estaba semi despierto ya que su cuerpecito se movía un poco, haciendo sus gestos que a los padres se les derritió el corazón.

Se acercaron a la cuna para ver qué Liam era un regalo muy bonito que le dio la vida, Duxo pasaría la yema de sus dedos por el suave rostro de su hijo. Le recordaba cuando vio una foto de Lucasta de niño, recordando como era tan feliz y no sentirse miserable. Aquino se acercaba más a su amigo para que los dos vieran lo hermoso que es, aún estaba sorprendido que le haya puesto el apellido a ese niño tan lindo.

—Aun sigo sorprendido que le hayas puesto mi apellido a Liam, en verdad sigo con ganas de llorar.

—Tuve esa duda cuando había nacido, pensé que me ayudaste en todos estos meses y claro que agradecerte es lo mejor. Siento que esto es más que un agradecimiento, quiero que tú seas permanente el padre de mi hijo. Que a partir de adelante puedes también llamarlo hijo.

El castaño se puso demasiado rojo al saber que ahora tenía el derecho de por fin decirle eso al hijo de su mejor amigo, no podía ocultar su rostro y solo que con una gran sonrisa se le mostraba. El chico lo abrazaba inmediatamente sin lastimarlo tan fuerte, Duxo sonrió levemente para corresponder ese abrazo.

—Gracias a ti no me he rendido en esta vida, gracias a los chicos y en especial a mi hermano por no abandonarme. Juro que haremos un buen equipo para sacar adelante a Liam. Te debo agradecer por prestarme esa bufanda anaranjada.

El azabache comenzó a reír un poco notando un suave sonrojo en sus mejillas que dejó mostrar al contrario, ambos sonreían sin desaparecer ese color rojizo de sus mejillas quienes poco a poco se acercaban, ¿que son estas emociones?

Aquino posaba sus manos en las mejillas del menor, sin incomodidad las acariciaba levemente y ver qué los ojos morados del chico brillaban como si fuera todas esas millones de estrellas en el cielo. Sin miedo o tener un nervio encima comenzó acercarse más a su rostro, era ahora o nunca...

Duxo comenzó a sentir su corazón acelerar con fuerza cerrando los ojos, rozando sus narices y sintiendo la respiración de los dos mezclados. No se porque tardaba mucho en ese beso que al parecer los nervios de ambos estaban al toque.