Decides iniciar una hermosa relación con el amor de tu vida, se casan e intentan formar una familia. Parecía que las cosas podían salir perfectamente bien, ¿o no?
En un momento estás en la cima de tu gloriosa vida pero luego cae en un gran vacío, co...
Esas eran las únicas palabras que retumban en la cabeza del chico, teniendo en cuenta que no pasaron muchos días al notarse cambios en su cuerpo sin embargo no pensaba que llegaría este momento. Su sueño se cumplió pero no lo podía cumplir si no está el amor de su vida.
Su mente en blanco y quedando en la noción del tiempo en la misma posición, no se había dando cuenta del ruido detrás de esa puerta algo que le hizo despertar. Pasaron casi 7 minutos escuchando a la pobre chica preguntando si todo estaba bien.
Ya no tenía lágrimas para seguir sacando toda esa tristeza pero sentía la gran punzada en su corazón cada vez clavando más y más. Un dolor insoportable que ya no quería aguantar. Al abrir la puerta vio a su amiga, solo soltó un suspiro para darle un abrazo tan fuerte sin soltarla. Le había susurrado que todo eran positivos, Mictia solo estaba también en estado de shock.
No lo pensaron dos veces que tenían que despertar al hermano mayor, al ver a su hermano de pie lo mandaría a dormir pero le entregaría las pruebas que se hizo, Lucasta se le cayó también el mundo. No lo culpa pero se que se puso en el lugar de su hermano, solo lo abrazo con delicadeza.
—¿Que hago ahora? — Duxo escondió su rostro en el pecho de su hermano, su alma destrozada.
—Es lo que tú querías pero se que ya no está aquí...es un regalo que te pudieron dar — Lucasta no encontraba las palabras exactas para ayudarle.
Los tres se unían en un abrazo, solo que el silencio se apodera de la sala escuchandose los murmullos de ellos, solo se que debía cuidar ya su cuerpo. No quería lastimar la nueva vida que crecía en su vientre. Sentía un gran odio en si mismo, tal vez si él estaba en tierra sin perder la vida se podía cambiar las cosas de un día para otro.
En la madrugada se tuvieron que quedar su hermano como amiga en casa, dormían en la habitación de visitas.
El ojivioleta no podía dormir, pues observaba mucho el espejo donde estaba frente a él. Miraba su vientre donde crecía su próximo bebé, dudaba que hacer. Claro que quería ser un padre ejemplar pero no conoce más o menos la ayuda, no quería depender de nadie y que no sea como el monstruo de su madre como padre.
Solo Duxo apretaba la mandíbula del estrés, sentía que se le juntaba todas las cosas desde que su esposo se fue de este mundo. Solo quería saber cómo manejar las cosas sin estresarse o estropear algo.
—Me enamoré de alguien...que se fue de este mundo, Tomy...eres lo que siempre ame.
Solo se sento en la cama tapando su rostro, un nudo en la garganta se hizo presente intentando no llorar como milésima vez, ahora tantas cosas podrían pasar en este preciso momento, se puede ayudar a superarse pero como lo podría lograr, debía buscar la respuesta en si.
Si lo hubiera detenido en el aeropuerto seguiría en casa amándolo y pasando tiempo con él...
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Duxo realmente era una persona que le gustaba hacer muchas cosas productivas y ese mismo día de no dormir tanto tuvo que hacerle el desayuno a las visitas de casa. El rostro del chico seguía serio o más o menos con los ojos hinchados, vería en su celular la hora, hace un buen tiempo para pasar con Andreh.
Mictia como Lucasta bajaría al comedor donde los recibía con deliciosos huevos revueltos con tocino, jugo de naranja y un par de pan tostados. Se les hacía raro ver a un chico que pasaba una situación difícil hacer como si nada de la noche anterior no pasaría nada de nada. Duxo los vio deseando los buenos días.
—En un rato más iré con Andreh...debo comentarle esto.
—¿Quieres que te acompañe? — Mictia lo miraba viendo como movía la cabeza en forma de negación.
—Tu tranquila... estaré bien.
Eso sabía exactamente que no estaba bien emocionalmente como físicamente, no le echaría la culpa a su bebé pero es que se sentía tonto. Solo soltó un suspiro, un timbre en la casa se escuchó. Cuando Tomy seguía en vida siempre tocaba el timbre para darle aviso a qué llegó a casa, Duxo sonrió rápidamente y corrió abrir, oh...una decepción que no era él.
Aquino estaba ahí mismo saludándolo, viendo a lo lejos estaba sus otros dos amigos. Se le hacía raro que estuvieran ellos dos ahí mismo, Duxo cruzó los brazos intentando no ser grosero también deseándole los buenos días.
—¿Que pasa Aquino?
—Solo quería pasar a saludarte y ver cómo te sentías — Aquino sonrió levemente para entregarle un pequeño regalo.
Duxo abría el pequeño regalo donde encontraba un gatito tejido que se veía muy bonito, el ojivioleta vería ese detalle tan grande que se le formaba un nudo en la garganta. Solo abrazo ese peluche todo bonito, dándole las gracias.
Aquino daría un paso hacía delante para tomar el mentón del chico y alzarlo para que lo pudiera verlo a los ojos, ambos chocaron esa mirada que explicaba un par de cosas, no duraron ni tantos segundos así para que aparta la mirada, negando con su cabeza viendo que hacía las cosas mal.
El más alto se daba cuenta para tomarlo suavemente de las muñecas y llamando su atención en lo que pasaba.
—¿Paso algo?
—Y-yo...no estoy listo — cerraba sus ojos nuevamente para sacar sus lágrimas nuevas — estoy esperando un bebé.
Aquino abrió los ojos más de lo normal llegando a golpear esa noticia en su mente para poco a poco sentir como si alma se destruyó por completo, ya no había reparación. Lo soltó viendo si había una mejor explicación aunque Duxo no pensaba las cosas en claridad le dejo en fin a esto. Con las fuerzas lo empujó haciendo que cayera al suelo, moviendo su cabeza a todos lados, cerrando con fuerza la puerta de casa.
El abogado solo bajo la mirada para ver qué todo eso paso muy rápido, solo se fue caminando de ahí sin voltear atrás sintiendo las lágrimas rodando por sus mejillas pero a la vez estaba totalmente confundido.
Mientras Duxo solo se caía al suelo para ver qué fue lo que pasó, se refugio en los brazos de su hermano. Lucasta sentía totalmente mal a su pedazo de vida, verlo así le dolía muchísimo pero se que haría un gran trabajo para no verlo así.
A partir de hoy inicia un cambio de vida, difícil y complicado.
"Muchas responsabilidades, es hora de que hagas tu vida y yo la mía. Hasta siempre Aquino."
