Capítulo 27

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Este capítulo está dedicado a sol_copa por  apoyarme y ser unas de las personas que me motiva a seguir escribiendo. Gracias por esos comentarios que sin dudarlo, me alegran el día. Te quiero mucho. ❤️

Carllie Ovens:

Las horas pasan y pasan hasta que se vuelven días y sigo sin saber que fue lo que pasó aquella noche.

He intentado hablar con Liam y se ha vuelto más distante y más frío conmigo. Las palabras que cruzamos han sido pocas y por trabajos o reuniones, me habla de una manera muy distinta a la que estaba acostumbrada desde el primer día, su voz es arisca, ronca, severa, gélida, anodina y varonil.

Recuerdo la última vez que estuvo cerca de mí, esa despedida, ese beso sin querer soltarlo, sin saber que podía ser la última vez que estaríamos así. Quiro tenerlo por siempre conmigo sin que ninguna distancia nos separe pero al no tener respuestas de mi mente no puedo hacer nada.

Está coqueteando mucho con esa chica del otro día en el almuerzo, no me he tomado el tiempo de saber su nombre porque aunque me muera de los celos, no quiero saber nada de ella, ni mucho menos lo que está pasando entre ellos.

Por mi parte, ayer salí con Luciano como habíamos quedado y fue muy divertido realmente si me distraje, no fue nada malo y todo con respeto y como amigos.

Las amenazas aumentaron un poco más y los guardaespaldas están mucho más atento a todo. Mensajes, fotografías, arreglos y unas cuántas miradas he recibido, pero el día de ayer antes de entrar a la residencia ví de muy pero muy lejos a Juan lo que me dejó la mente en blanco y con nervios, ahora sí puedo decir que está en San Diego y por suerte no me vió.

Al Austin enterarse eso, se molestó más conmigo y se preocupó más, ahora mi seguridad es el triple de la que tenía. Teléfono con GPS y rastreado por Austin e hizo todo lo posible para tenerme rastreada.

El trabajo que tenemos en la empresa, es fuerte. Ya recibimos nuevos productos importados y la mayoría de los papeles, firmas y todo lo que tenga que ver con Liam los cargo yo.

—¿Viste el televisor que trajeron de 97 pulgadas? Para ponerlo en la sala de mi casa y colocar una película de terror, con todas las luces apagadas, el aire a toda mecha, yo arropada con la cobija y mi amorcito a mi lado.— Dice Gemma.

—¿Qué es eso? Ni tienes "amorcito".— Responde Ashley burlándose y reímos.

—Solo era una suposición que en cualquier momento se hará realidad.— Reprocha Gemma.

—Si, claro, eso esperamos. 25 años y aún no tienes a nadie, ya búscate a alguien.— Digo sonriendo.

—Por eso, por allí hay un sugar daddy.— No aguantamos la risa y explotamos.

—¿Qué? ¿Viejos?— Cuestiono llevándome una papita frita a la boca.

—No. Es un sugar baby, es joven.— Volvemos a reír.

—¿Dónde se encuentran que necesito dinero?— Ashley pregunta burlándose.

—Chama ¿Por qué te burlas? Es en serio, ese es el que me va a mantener porque no quiero seguir trabajando.— Ella y sus ocurrencias, que sin dudarlo nos hace reír.

—Si te gusta no hay problema.— Digo sonriendo. —Ya quiero una boda.

Abre los ojos de par en par y soltamos las carcajadas. Las personas que están comiendo cerca de nosotras dirán que estamos locas.

—En mis planes no estaba casarme, pero si es por heredar la mitad de todos sus bienes, planeen desde ahorita sus vestidos.

¿Quién imaginaria que en este nuevo trabajo encontraría a unas amigas igual de locas que yo? Son mis distracción en la empresa y me cuentan los chismes del año.

Tenías que ser túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora