Este capítulo está dedicado a los lectores como yo, que admiramos el trabajo de las escritoras pero no lo hacemos saber. No comentamos, ni mucho menos votamos porque estamos tan concentrados en la lectura que se nos olvida hacerlo y solo queremos leer y leer sin pausas. Los quiero. ❤️
Liam Sanders:
Cada hora que paso junto a ella me enamoro más, tanto de su belleza exterior como de su belleza interior. Ella es tan simple y mientras más simple sea, más hermosa se ve. Me refiero a que se muestra tal y como es, sin aparentar ser alguien para ser deseada por muchos, pero aquí, el afortunado soy yo.
Antes me preguntaba ¿Cómo era amar a una persona realmente?, me creía incapaz de colocar a alguien como mi prioridad, de amar demasiado una mujer, tanto así para renunciar a cualquier cosa por ella, por una relación que valga la pena, las horas y los años... Con ella, con ella se que vale la vida entera. Con ella aprendí y por ella lucharé hasta los últimos segundos de mi vida.
Algo que valoro mucho es su potencial y sus virtudes, una mujer diferente y cero materialista, que le gusta lo simple pero también los lujos, que ríe por una flor y sonríe por un ramo, que no importa como sea el detalle, siempre lo sabe apreciar. Es una mujer completa y madura, ¿Necesita de mí? Para nada porque puede estar sola pero, ella prefiere mi compañía ¿Cómo no amarla? Cuando yo entré a su vida era una reina con un castillo construido, solamente esperaba por alguien, por un príncipe que la acompañara cada día en su caminar y claro que sí, ese soy yo.
Mujeres, construyan su castillo y no esperen a una persona para poder hacerlo, no dependan de alguien, luchen por lo que quieren y lo tendrán con constancia.
No encuentro las palabras para expresarles ustedes lo lindo y muy significante para mí, despertar y verla como toda un ángel durmiendo a mi lado. No sé si para ustedes sea fastidioso pero cada vez que tengo la oportunidad de observarla a primera hora del día, detallo cada perfección física y si me pongo a describirla sería muy pero muy largo, así que, prosigamos.
Toco su mejilla haciéndole pequeñas caricias y sigo sin creer que esta mujer es mía. Por las caricias poco a poco despierta y lo primero que hace, es sonreírme.
—Te encanta admirarme mientras duermo ¿No?— Veo hacia el techado y rio.
—Me fascina, cariño.— La vuelvo a observar.
—Que lastima que yo no pueda decir eso.— Sonrío tratando de no reír. —Aaahh, ¿Y te vas a reír?— No aguanto, y rio.
—No es culpa mía que me levante primero que tú. ¿Me quieres ver dormir?, despiértate primero que yo.
—Que fácil.—Sonríe. Se que lo dice sarcásticamente.
—¿Qué quieres hacer hoy?— Dejo un beso en su sien.
—No lo sé, reunámonos con los chicos para ver que hacemos.— Calla unos segundos. —¿O quieres pasar tiempo a solas conmigo?
—También pero podemos tomar el día de mañana para nosotros, hoy salgamos con los muchachos.— Sonríe.
—Vale.— Se quita la sábana y se levanta dirigiéndose al baño.
Detallo su cuerpo tan hermoso y delicioso, una vez que me la como con los ojos y vuelvo al momento, la imito.
Al entrar al baño se encuentra cepillando sus dientes, le doy una fuerte nalgada y se queja.
—Te quejas pero te encanta que deje mi mano completa en tus nalgas cuando cogemos.— Ríe.
Comienza a hablar pero como tiene espuma y está en la acción de cepillarse, no la entiendo así que me burlo.
Tomo el cepillo y echándole pasta dental comienzo a hacer lo que todos hacemos al levantarnos, una buena lavada a esos dientes para mantenerlos bien y el aliento fresco.
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Tenías que ser tú
Romansa+18| Enamorarse de nuevo no es una opción para Carllie, ella invierte tiempo y se enfoca en sí misma para no pasar lo que ya vivió en su última relación, cerrándose a la posibilidad de un nuevo amor. Pero una persona arrogante está dispuesto a hacer...