Tenías que ser tú

Capítulo 3

Carllie Ovens:

Sinceramente no sé cómo reaccionar ante esto. Solo nos quedamos mirando y una mirada mía bajo hasta sus labios. Creo que se dió cuenta.

—Disculpa.— Digo apenada y me aparto de su rostro.

—¿Por qué lo haces? Fui yo quien te cargó, ¿no?— Me mira y espera una respuesta.

—Es que no entiendo Airam. Sabes que soy directa. No sé que pasa desde esta mañana y sabes de que hablo.— Ahora necesito una respuesta de él y me cruzo los brazos.

—Yaa, pero no te enojes. Además yo también necesito saber que fue esa mirada.— Se encoge de hombros.

—Estábamos súper pegados, ¿Qué querías que hiciera? Y no cambies el tema coño, tienes novia Airam ¿Por qué me hablas cómo si quisieras salir conmigo?— Lo miro haciendo una mueca con mi cara de mal gusto.

—No tengo novia Carllie, ¿Crees que soy el tipo de hombre que sale con una y con otra? Por cierto, no mereces que seas opción y yo no lo haría.— Se sienta a mi lado.

—Ajá, ahora. ¿Qué es todo esto?— Me volteo hacia el.

—Lo pensé mucho, viajé, despejé mi mente, culminé una relación que no me estaba haciendo bien. Y nuevamente estoy sintiendo esa química por ti.— Me toca la pierna. —Carllie, ahorita no sé que siento verdaderamente.

—Airam, sé que hubo roces de sentimientos hace mucho entre nosotros. Pero no quiero que te ilusiones o sigas dándole cabida a esa química por mi.— No se como reaccionar pero me las arreglo para hablar. —Necesito de ti una amistad, por ahora no quiero relaciones.

—Está bien, si es de estar juntos el destino nos unirá sino que cada quien consiga su pareja.— Sonríe.

—Así mismo es.— También le sonrió y me levanto para ir por agua.

Airam no es un tipo feo, al contrario, mujer que lo vea tiene buen gusto. Es un poco más alto que yo, moreno claro y con cuadritos, caballo negro, ojos morrones y una sonrisa bonita.

Pero no me siento lista para algo serio, quiero algo más desafiante, provocativo, ardiente, que me devore con los labios y luego en la cama. Y luego de sentir mil estrellas por esa persona ahora sí, entro en algo serio.

Es mi entrenador y no quiero que tengamos que perder nuestra amistad por algo que nuevamente él siente por mí.

—Chao Airam, nos vemos mañana.— Me acerco y me despido de el y de los que están allí con el.

—Vale, mañana toca cintura y abdomen así que activa. Y no comas tanto por favor, estarás como hoy, chillona.— Se ríe.

También rio. —Okk, nos vemos.— Camino hacia la salida que da para el estacionamiento y entro al auto.

Necesito llegar a mi departamento bañarme y es todo por hoy, no quiero salir a ninguna parte.

Cuando llego, saludo a Mario el vigilante y luego me estaciono, tomo mis pertenencias y bajo del auto. Camino hacia mi dulce y solo hogar cansada por todo el trayecto.

Entro, tiro las cosas en el mesón de la sala y me siento en el sofá mientras colocó música en el televisor de la sala.

Tomo mi teléfono, lo desbloqueo y veo el mensaje que me había llegado está mañana porque no lo había visto, tenía mensajes de Austin, de Alejandro mi mejor amigo, de Charis y unas cuantas amigas más.
Hasta llamadas pero ellos saben que me pierdo a veces de las redes para enfocarme en mí.

Le respondo a todos que estoy bien que solo estaba en el gym, que respiraran y se calmaran.
Pero hay uno que me tiene intrigada, un número desconocido.