Tenías que ser tú

Capítulo 31

Este capítulo va dedicado a CarlitaLeblac ella también es una de las personas que me apoya y eso se lo agradezco muchísimo. Gracias por siempre estar pendiente, te quiero. ️❤️

Carllie Ovens:

El mundo conspiró y se alió nuevamente conmigo. Cuando creí que el mundo me caí encima, dió una vuelta inesperada y ahora está a favor de mí.

Todo lo que me está comenzando a pasar, me encanta y va mejorando poco a poco mi mundo.

Hoy me levanté feliz porque al fin cumplo uno de mis sueños y metas, hoy concluyo una etapa para empezar otra y espero que todo marche bien.

Al levantarme puedo ver a Liam dormido, al fin puedo verlo dormír ya que él siempre se levanta antes que yo.

Entro al baño y cepillo mis dientes, luego lavo mi cara y vuelvo a donde Liam.

Me le monto encima y se mueve un poco pero no abre los ojos, dejo besitos pequeños en su cara y luego poso uno en sus labios.

Muchos besos lo despierta y me sonríe. Se voltea y me empuja quedando en la cama.

—Quiero seguir durmiendo.— Dice un poco ronco. Rio.

—Que raro de ti, siempre te levantas primero que yo.— Suspira y cierra los ojos.

De verdad tiene sueño.

—Hoy no fue así, tengo flojera.— Vuelvo a reír.

—Levántate, se te hará tarde.— Bufa y sonrío.

Cuando tiene flojera es irritante, pero lo aguanto.

—Sii.— Se levanta para ir al baño y mis ojos se clavan en sus redondas nalgas. —Deja de verme, perversa.

Mi carcajada resuena y me muerdo el labio inferior.

—Seguro tu no me buceas, admiras mi cuerpo con ánimos eróticos.— Ríe y entra al baño.

Me visto y espero a que salga. Sale mojado y con la toalla enrollada en su cintura, me le acerco y lo beso.

—Te espero abajo.

—Vale.— Voy saliendo y me detengo.

—No podrás ir ¿Verdad?— Se acerca y coloca un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

—Quisiera, pero tengo una reunión, espero salir temprano. ¿Quién irá contigo?

No está mi familia, me quedan mis amigos más cercanos.

—Charis y Alexander.— Deja un beso en mis labios.

—Bien, si salgo temprano voy.— Sonrío.

—Esta bien... Te espero abajo.

Sé que estaría ocupado pero nada me impedía preguntarle.

Camino con mis cosas, bajo las escaleras y saludo a Inés.

Dejo todo en el mueble y me acerco a la cocina.

—El pastel que te hice se lo comió el señor, tenía una semana allí.— Rio. —Tendré que hacerte otro.

Ayy sii, por favor. Necesito probar ya nuevamente su comida.

—Muero por comerlo.— Ríe. —¿Qué has preparado para el desayuno?

Me alzo un poco para ver lo que prepara.

—Te encantará, de eso estoy segura... Ya lo llevo, espera en la mesa.— Se ve tan delicioso lo que hace.