Capítulo 18

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Carllie Ovens:

Se abre el elevador y salgo encontrándome con Gemma y la secretaria de Liam. Las saludo cuando estoy cerca y ellas hacen lo mismo.

—Carllie, buen día.— Sonrío. —Hay algunos documentos que tienes que firmar y luego llevarselo a el jefe para que su firma valga más. También no sé si lo sabes, pero modificaron las reglas y las normas, algo tienes que ver allí porque me las pedistes.

Rio y hablo.

—Vale, dame los documentos.— Mientras los busca hablo. —Sii, tuve que ver allí. Solo que él me dijo algo que no estaba en las reglas y cuando se lo reclamé pues las quiso colocar.— Sonrío y me da los documentos.

—¿Te enfrentaste al jefe? Él se ve muy estricto y duro.—  "Pues conmigo es sumamente diferente" quiero decir pero me ahorro las palabras.

—Sii, así se ve.— Sonríe y camino a mi oficina.

—Ahorita te llevo el café.— Asiento con mi cabeza y entro a la oficina.

Al terminar de entrar observo más rosas pero estas son blancas, sonrío y camino a mi escritorio. Veo una tarjeta, la tomo y dice:

"Te daré las suficientes para que otro imbécil no lo haga."

Rio y vuelvo a colocar la tarjeta. Me siento en la silla de mi escritorio y comienzo a leer los documento que me pasó Gemma, firmar hoja por hoja y luego de leerlo firmo.

Suena mi teléfono y voy leyendo cada mensaje, es Dana, tal vez emocionada por el vuelo de hoy, Austin dándome siempre los buenos días, Alejandro diciéndome que me cuide y mi psicóloga.

Espera ¿Mi psicóloga? Abro el mensaje y veo que me recuerda la cita de hoy. Mierda, veo el reloj aún falta una hora para la cita así que dejaré todo lo que tengo que hacer para luego de esa cita, necesito verme con ella.

Suspiro, tomo los documentos y me dirijo hacia la oficina de Liam. Toco la puerta y no responde, vuelvo a tocar y esta vez lo hace.

Cuando entro se encuentra con Emely, mi sangre se comienza a calentar y trato de sonreír fingidamente pero no puedo. Mi mente comienza a hacerme preguntas y si no respondió a la primera es por algo.

Suspiro y camino al escritorio de Liam.

—Se dice buenos días.— Alzo una ceja y veo a Emely.

"¿Para qué si dormimos juntos?" Abrí la boca para soltarlo pero recuerdo que es algo que está empezando y clandestino.

—Y si no me da la gana de decirlo ¿Qué?— Volteo y veo a Liam. —Estos documentos es para que los firmes y necesito decirte algo aparte.

Le diré que tengo una cita con la psicóloga ¿Qué creían? ¿Qué le iba a reclamar? Noo, aunque por un lado me incomode no pienso hacerlo.

—¿Tan importante es? Estoy cómoda y me da fastidio levantarme porque necesitas hablar algo a solas con él.

Trago porque la paciencia se me está acabando y si no quiere que esto se salga de control y le pegue una cachetada, que se calle porque no me la aguantaré.

—A mi no me interesa si estás o no estás cómoda, necesito privacidad y esa privacidad no te incumbe a ti.— Suspiro aprieto la mandíbula y veo a Liam.

—Yaa ¿Hasta cuándo? ¿Discutirán toda la vida?— Emely iba a hablar y Liam sigue hablando. —Emely por favor, un momento, afuera.

Emely lo ve horrible y suspira, se levanta y camina para salir.

—Bien ¿Qué pasa?— Pregunta mirándome.

—Vine a traer eso y a decirte que tengo una cita dentro de un hora, no puedo llegar tarde, el trabajo que tengo lo haré cuando llegue.— Alza una ceja y se acerca a mí.

Tenías que ser túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora