Capítulo 34

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Este capítulo va dedicado a LuceroMogollon gracias por apoyarme y estar pendiente de mi historia, aprecio mucho eso. Te quiero. ️❤️

Carllie Ovens: 

Bajo del auto trayendo a la perrita y ya que estamos dentro de la casa de Liam, la suelto, que juegue y vaya a dónde quiera.

—Tyler, James y Sebastián, bajen todo de los autos y coloquen lo en la sala.— Ordena Liam.

En mi auto están mis regalos de graduación y en el de Liam, todo lo de Princesa.

—Si señor, como diga.— Responden.

Comienzan a bajar las cosas.

Camino viendo a Princesa correr por todo el césped y sonrío.

—Entremos.— Me toma de la mano y caminamos juntos.

La perra al ver que entramos corre detrás de nosotros.

—¡Carllie!— Sonrío. —Ya te preparé el pastel que querías.

Deosss, eso suena divino.

—Después de la cena no dudaré en comer un poco.— Sonríe y suelto la mano de Liam para acercarme a ella.

—Señor.— Lo saluda sonriendo. —Oohh ¿Y esa perrita?— Se agacha y comienza a llamarla. —Es hermosísima ¿De quién de los dos es?

—Se la regalé a Carllie por su graduación.

—Si, cierto... ¡Felicidades querida, que cumplas todo lo que te propongas!— Se levanta y me abraza.

Habla con una alegría como si se hubiera graduado alguien de su familia.

—Gracias, gracias.— Sonrío.

—Eso si, la perrita también es mía.— Reclama Liam sentándose en el sofá.

Si, será nuestra...

—Sii, ya sabemos cielo.— Sonríe y saca su teléfono.

—También le iba a regalar un hijo.— Al decir eso volteo.

Sonrío sin mostrar los dientes y luego escondo mis labios para no reír.

—¿Cómo?— Habla Inés asombrada.

—Si.— Saca el sobre e Inés se acerca para tomarlo.

—Tuvieron dudas entonces, nada me hará más feliz que cuidar a ese pequeñín... Cuidar al hijo o hija de mi jefe, el jefe que es como mi hijo haciéndome casi abuela.— Reímos. —Pero no estás embarazada, que mal.

¿Mal? Para mí está todo bien y marcha excelente... Todo ven eso normal pero yo no estoy preparada para ser madre, es muy pero muy temprano.

—Yo estoy bien así por ahora, Liam era el que estaba feliz y haciéndose ilusiones.— Digo y Liam me ve mal.

Ya le dije que pienso de eso y no pienso cambiar de opinión, tampoco quiero hacerlo sentir mal.

—Si, porque yo si quiero todo contigo...

Habla sin ganas.

—Yo también, en ningún momento he dicho lo contrario, pero entiéndeme tengo 22 años apenas.— Lo interrumpo.

—Bueno, permiso... Prepararé la cena.— Aclara Inés retirándose.

El silencio llega y ninguno es capaz de hablar. Este tema es un poco complicado, el quiere algo y yo quiero otra cosa muy distinta.

Tenías que ser túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora