Epílogo

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Los eventos de esta parte ocurrieron después de que Dylan se enterara de la firma de Windsor-Etérea y antes de la boda de Eiden Windsor.

Dylan

La muestra del nerviosismo es considerada una debilidad en la academia militar. De las peores que puedes expresar ya que le demuestras al enemigo que tiene el control. Un movimiento en falso y toda una operación puede derrumbarse. Pasé por diversas situaciones en mi antiguo trabajo en la Inteligencia de Seguridad Nacional. Demasiadas veces en las cuales he tenido que relacionarme con personas cuyo carácter es explosiva, amenazante.

Cada vez lo lidié de la mejor manera, tan tranquilo y sereno. Pero eso no se compara a la intranquilidad que me rodeaba ahora mismo esperar a Lia en casa de mi padre. Era mejor hablar de esto en un lugar aparte, donde nadie nos interrumpiera ni escuchara.

El timbre sonó y la empleada doméstica fue a abrir la entrada para dejar pasar a Lia. Lucía tan hermosa como siempre, con esa energía audaz que se negaba a seguir las ordenes de su mamá en alejarse de mí. Llevaba puesto uno de esos vestidos negros que tanto me fascinan ver en ella.

—¿Y papá? —Preguntó mientras me saludó con un beso.

—En el hospital con Audrey, solo para una revisión, ya faltan pocos días para que de a luz.

Su expresión tranquila cambió por uno triste. Justo ayer Eiden le había dado la noticia sobre Etérea y el embarazo de Elena. Ella le gritó demasiadas cosas crueles, culpándolo por las terribles consecuencias que eso nos traerían a todos. Agradecí que al menos ya estaba tranquila ahora, tomó asiento en el sofá mientras yo permanecí de pie.

—Eiden dijo que le dirá después del parto, no quiere perjudicar al bebé.

—Va a perjudicar más que solo eso —respondí.

No podía evitar sentirme tan enfadado con él, engañó a mi hermana pero sobre todo puso en peligro la seguridad de Lia. Prefirió salvar su empresa y ahora lo veía como un cobarde. Por más que le daba vueltas a la situación, existían mejores alternativas a la que él decidió. He pensado demasiado, idee un plan para sacar a Lia de Etérea, si el resto de los Windsor quieren permanecer ahí no podré hacer mucho. Solo quiero que ella esté a salvo.

—¿Por qué me llamaste? —Preguntó—. ¿Querías hablar de algo?

—Existe una forma —hablé—. Puedo sacarte de ahí, le puedo hablar a Audrey sobre Etérea. Solo —me interrumpió.

—No, Dylan — negó con la cabeza—. No abandonaré a mi hermano, está acorralado y me necesitará.

—Él firmó por ustedes sin su consentimiento —no podía creer las palabras que salían de sus labios—. Engañó a mi hermana y planea casarse con otra mujer a escondidas suyas. Es bastante hombre para enfrentar las consecuencias.

—¡También es mi hermano! Así como apoyas a Audrey, yo apoyaré a Eiden.

Un sabor amargo vino a mi boca, me sentía atado de manos, no podía hablar enserio. La amo, pero no puedo estar de su lado sabiendo el dolor que le provocarían a Audrey. Sabía que esto podría incluso perjudicar a Ian y Stela, pero Teresa ya sentenció a su hija mayor porque no está de acuerdo con lo que ocurrirá.

—¿Entonces esa es tu decisión?

—Sí y espero me apoyes con esto —se cruzó de brazos—. Las parejas se apoyan mutuamente.

¿Cómo podría? Si estar juntos implicaría relacionar a Eiden con Audrey, tarde o temprano haríamos que se vuelvan a ver, podría estallar el caos si ella no lo quiere ver y él insista en hacerlo. Los Windsor ahora son parte de Etérea y todo relacionado a ellos puede correr un riesgo.

Alba: Una Luz de Amor (Libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora