Capítulo 1

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First Love - Adele

Forgive me first love, but I'm tired
I need to get away to feel again
Try to understand why

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8 años antes, New York City

Había un sonido particular y mezclado entre varios elementos. El motor de las máquinas de carga, los taladros sobre las constantes construcciones, el sonido de los cláxones en medio del tráfico, las vías del metro siendo traspasadas cada cinco minutos.

Era único, y Rosé solo podía atribuirlo a la felicidad, incluso... A casa.

Siempre que iba a New York City solía enamorarse de cada lugar. Lo conocía tan bien como las runas sobre las palmas de sus manos gracias a incontables visitas que había realizado con Taeyeon. Su madre se encargó de llevarla a todos los sitios emblemáticos que podrían pasarse por su cabeza y era por ello que la rubia sabía los spots perfectos para perderse un poco en el hermoso cataclismo.

Era una lástima que después de un año y casi dos meses de haberse mudado a Soho, uno de los barrios más finos y a su vez en una de las ciudades en donde esperaba envecejer... No pudiese disfrutarlo del todo.

El estrés había hecho un desbalance en sus emociones. Con la llegada de exámenes finales y la acumulación de trabajos por entregar, Roseanne apenas tenía tiempo para darse un respiro. La carrera de negocios internacionales había sido un sueño interno que Daniel Park, su padre, le había adoctrinado desde que era muy joven. Una fantasía que hasta el momento no se había tomado el tiempo de pensar dos veces antes de lanzarse del todo a mar abierto.

Algunos crecían con la idea de que el resto de su vida estaba resuelto por los planes que sus propios padres creaban para ellos, y que era lo correcto que fuese de esa forma abandonando del todo sus intereses personales por cumplir expectativas y hacerlos felices. Por un tiempo había tomado el deseo de Daniel de que estudiara negocios y se estuvo engañando hasta el punto en que había comenzado a aborrecer las materias.

No era que los profesores le trataran mal o tuviese problemas con cálculo o materias que incluyeran números. Pero, no se hayaba en las finanzas y definitivamente tampoco en las personas eruditas que lo estudiaban con ella. Herederos trogloditas que parecía tuviesen un puño en la garganta cada vez que hablaban, personas que habían estado siempre a su alrededor y eran igual de interesantes que el apareamiento de dos perezosos.

Era una persona conocida, y en consecuencia habría gente que querría involucrarse con ella. Lo cierto es que para todos era una sorpresa que la hija de Taeyeon Park, la famosa actriz de Hollywood hubiese elegido una carrera tan básica como lo era negocios. Su madre era un alma artística que exudaba creatividad en cada paso que daba, un regalo que incluso se lo había otorgado a su única hija biológica como un obsequio de vida.

Y estaba allí, estudiando algo que definitivamente no disfrutaba. Pero, Roseanne no era una persona que deja las cosas a media, prefería meterse un tiro antes que renunciar del todo simplemente porque no le encontraba la vuelta. Sin embargo, sí, ella también estaba sorprendida de haber terminado allí.

Con la creencia de que tenía que tener dinero para ser exitosa, lo lógico era encontrar una vocación que duplicara su patrimonio en poco tiempo y continuara generando. Pero, ¿generando más? ¿Cuánto dinero era suficiente para su ambición y cuando podría estar satisfecha del todo de lo que tenía? ¿Cuál era el límite para disfrutar de lo que empezaría a construir?

Era una pregunta que tenía constantemente. El rico trabajaba para hacerse más rico, pero Rosé no se imaginaba a si misma todos los días sentada detrás de un escritorio a revisar contratos, formularios y nuevas tendencias en negocios. No se imaginaba sumando ingresos y egresos con contabilidad ni en reuniones que acarriaran horas constantes en una sala de conferencias para multiplicar mucho más lo que tenía en el bolsillo.

Rubia Sol (TERCER LIBRO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora