Capítulo 41

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Washing Heart Machine - Mitski

I thought maybe we would kiss tonight
Baby will you kiss me already and
Toss your dirty shoes in my washing
machine heart?

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Talia y Rosé han terminado hace unas semanas.

Talia y Rosé.

Han terminado.

Jisoo se quedó en un estado continuo de carga, como si la información estuviera procesandose en una memoria ram de 2GB. Era como si las palabras no hubiesen cogido el sentido con las acciones del día pasado y más allá de que seguía en completo shock con ello... Estaba confundida.

—¿Jisoo? —Lisa intentó llamar su atención en la llamada, pero Jisoo seguía procesando.

—Jisoo. —Intentó Jennie.

La pelirroja parpadeó varias veces antes de volver a mirar a la pareja.

—¿Terminaron? —Preguntó solo para corroborar que no había escuchado mal. 

—Sí. —Dijeron al unísono.

Algo dentro de su pecho comenzó a bombear con fuerza, vagamente sabía que era su corazón reaccionando ante la euforia y la adrenalina que su cerebro había comenzado a segregar. Conforme pasaban los segundos su respiración se volvió irregular y las manos comenzaron a sudarle.

—Jisoo. —Llamó de nuevo Lisa.

La nombrada la miró con los ojos expandidos.

—Ve por ella.

Jisoo entreabrió los labios como un pez.

¿Ir por ella? ¿Cómo podría...

—¡Ahora, Jisoo! —Le gritó Jennie.

Jisoo se levantó de un golpe, tanto que se golpeó la rodilla con el borde de la cama y soltó una maldición en el camino mientras comenzaba a correr al exterior. Solo cuando había llegado al pie del ascensor, se dio cuenta que seguía descalza y en pijama por lo que volvió a correr al interior de su casa para por lo menos ponerse unos zapatos.

La ropa era opcional, incluso pasar por un sitio para comprar flores y cruzar los dedos en que Rosé estuviera igual de dispuesta que ella en hacer algo al respecto con lo que sentían. Quizás estaba actuando por impulso y como una completa maniática enamorada, pero el incentivo había hecho de las suyas y quería llorar de la felicidad por más que esa noticia no significara que tuviese un futuro con Roseanne.

Pero había una posibilidad mínima... Solo con eso Jisoo había desechado con rapidez la idea de montarse en ese avión.

Después de volver de forma atropellada al departamento y mirar como ni siquiera había colgado esa llamada con Jennie y Lisa, respiró profundo, se puso un vaquero y unos tennis por si le daba por correr hasta West Village si no conseguía un taxi pronto y salió en vuelo nuevamente fuera del departamento.

Estuvo a punto de irse, una hora más y estaría haciendo el check-in de su nueva vida sin haberse dado el chance de expresar sus sentimientos en voz alta. Se preguntaba qué había pasado con Talia y el estado de ánimo de Rosé para entonces, pero no podía decir que se sintiera mal al respecto.

Solo por un instante estuvo a punto de detenerse... Y lo hizo, en medio de la calle, con la mano estirada para tratar de coger un taxi. Lo hizo porque sobrepensó las cosas una vez más, porque, ¿iba a llegar de la mismísima nada a expresar lo que sentía y mendigar una oportunidad a alguien que acababa de salir de una relación? ¿Cómo haría sentir a Talia y cómo se dejaría a sí misma cuando la sangre todavía no se había enfriado y ya estaba intentando lamerla y consumirla?

Rubia Sol (TERCER LIBRO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora