Rubia Sol (TERCER LIBRO)

Capítulo 15

You Get Me So High - The Neighbourhood

But I just had to let you know
I never meant to hurt you though

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Ciertamente la presencia de Jennie había calado los huesos en todos los presentes y hasta la misma Rosé estaba un poco intimidada ante ese semblante tan oscuro. La conversación no fue sencilla de ninguna forma, tan pronto como había llegado la morena había comenzado a despotricar en contra de ella y de Lisa.

Rosé entendía el por qué estaba enojada y una parte de ella se alegraba de que Jennie dijera algunas cosas que nunca pudo decir en voz alta también, pero llegado a un punto ya era demasiado. Lisa estaba encogida en su sitio, desangrandose y recibiendo cada bala como una campeona y para la rubia fue suficiente.

Pidió su turno para hablar y a pesar de que Jennie solo la miraba como un parásito, lo permitió a regañadientes.

—Tenía dieciocho años cuando te conoció, y tenía cuatro años pensando que yo era la persona con la que debía estar. Cuando nunca estuvimos destinadas a estar juntas. Ese beso... Fue el resultado de emociones confundidas. Por favor, se que... Es jodido, ¿sí? Se que es complicado para ti poder dejarlo pasar, pero te prometo que Lisa no es ni la cuarta parte de la chiquilla confundida de antes. Y lo sabes... —La miró a los ojos, los oscuros de Jennie comenzando a emocionarse al respecto.— Lo sabes porque la has conocido. Quedate con esta versión, no te aferres sobre los errores de alguien que ya no existe. Tienes todo el derecho de estar enojada por la mentira, pero pregúntate si vale la pena seguir hundiendo el cuchillo en el pasado. No tengo intenciones de estar en medio de nuevo y desde luego Lisa muchísimo menos.

Jennie murmuró una maldición antes de encararla.

—Lo dices porque a ti no te fueron desleal.

La rubia alzó las comisuras con tristeza ante el recuerdo.

—Créeme, Jennie. Comprendo por completo tu posición, más de lo que me gustaría.

A ella también le habían sido desleal, pero no se pondría a enumerar las veces en que le habían fallado. Podía sentir la mirada de agradecimiento de Lisa a su costado izquierdo, y miró la manera en que los hombros de Jennie se suavizaron un poco después de que había empezado hablar.

Rosé la miró por última vez antes de levantarse del asiento junto a Talia, no tenía nada más que hacer allí. Su intención de ir esa noche era para suavizar el golpe hacia Lisa y lo había hecho, un minuto más resistiendo la mirada penetrante de Jisoo y Jiyoung y se volvería completamente loca.

—Solo he venido a decirte eso. No a alterarte demás ni a mentirte, me interesa que tengas la mayor claridad en el asunto. —Suspiró.— Perdona, sana, supera y sobre todo escucha. A Lisa le va a tomar tiempo ganarse tu confianza de nuevo, pero no le tires la puerta en la cara. No se lo merece, ella también ha sufrido con todo esto y... Creo que es suficiente dolor para todos. —Miró a la tailandesa con una sonrisa débil antes de devolverla a Jennie.— No espero que después de todo esto seamos mejores amigas, pero realmente espero que haya servido de algo.

Talia entrelazó sus dedos con los de ella y dejó un suave apretón. Jennie la había mirado desde su sitio, todavía con el ceño fruncido y Roseanne entendió que le tomaría tiempo dejar las cosas de un lado. Se despidió en silencio de Hyuna y Lisa antes de jalar a su novia a la salida.

Había sido un día pesado, lleno de emociones y tanto dolor. Sí hubiera pensado que ese viaje a Seúl sería tan problemático, definitivamente lo habría pensado dos veces antes de aceptar. Le había costado demasiado caro a su mente y necesitaba con urgencia volver a NYC, a su departamento y con su perro que se quedó en casa de Dahyun y Momo. Extrañaba la normalidad de su vida y con suerte llegaría teniendo un guión nuevo en manos para desconectarse de esa realidad tan conflictiva.