Rubia Sol (TERCER LIBRO)

Capítulo 42

Streets - Doja Cat

I can't sleep no more
In my head, we belong
And I can't be without you
Why can't I find no one like you?

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Los ojos de Jisoo se dilataron al momento en que escuchó esa proclamación tan bárbara y directa. Tuvo que recordarse respirar, una acción temeraria teniendo en cuenta que Rosé respiraba contra su boca y rozaba sus labios en el proceso. Sus ojos estaban clavados en los suyos, casi como si esperara algún tipo de protesta de su parte.

Había venido con pura intención de pedir una oportunidad, pero dadas las circunstancias y lo excelente que había ido todo, no se podía negar a si misma una celebración tan especial. Rosé estaba con unos shorts de algodón cortos y una blusa de dormir a juego que se pegaba a su cuerpo delgado. Sin maquillaje, con ese semblante soñoliento que a Jisoo le provocaban cosquillas en el vientre bajo porque era una imagen que quería mirar cada mañana a partir de ahora.

Así que no tuvo que pensarsela demasiado, y más con esa veracidad en la que Rosé quería poseerla.

—Ese tipo de ocupación podemos tenerla. —Respondió Jisoo a lo anterior, con una sonrisa rozando la picardía, la cual hizo que la rubia le alzara una ceja.

Rosé se relamió los labios, levantando una pierna para cruzarla entre las de Jisoo y quedar sentada en su muslo vestido. Su rodilla se presionó contra la entrepierna de la pelirroja, robando un suave jadeo. Era un magnetismo palpable, no podían quitarse la mirada de la otra y cuando sus labios entraron en contacto de nuevo, fue un cataclismo en los dos cuerpos débiles.

La pelirroja abrió bien la boca para que la lengua traviesa de la rubia entrara en la cavidad y buscara la suya, cuando le encontró bailaron entre sí, enroscandose y frotandose de forma húmeda. Jisoo no pudo evitar gemir en el beso ardiente, y más porque en el proceso Rosé presionaba su rodilla contra su sexo cubierto por el pantalón.

Rosé presionó más hacia abajo en el triángulo caliente, deseando descubrirlo pronto y probarlo de la misma forma que estaba comiendole la boca. Jisoo, ni lenta ni perezosa llevó sus manos a su trasero, ayudando a que presionara más, haciendo que jadeara nuevamente contra su boca y gruñera al sentir los dientes de Rosé cerrandose en su labio inferior.

La excitación había subido de 10 a 1000 en cuestión de segundos, incrementada ante la fricción de sus senos moviendose entre si. El cambio de temperatura era notorio, Jisoo comenzó a sentir el calor escapandose de sus poros y el líquido acumulandose entre sus piernas. La rubia estuvo besándola de forma interminable, consumiendola. La mordía, chupaba y la volvía a besar, era como si no pudiese tener suficiente de ella.

En una pausa para recobrar el aliento, Rosé apoyó su frente de la suya con la respiración agitada.

—¿Eres mi novia? —Preguntó Rosé en su boca. Jisoo ensanchó los ojos.

—¿Estás pidiendomelo?

—Sí.

Podría ser un poco apresurado teniendo en cuenta que estaba soltera desde hace solo tres semanas, pero Rosé tenía una amplia necesidad de ponerle ese título nuevamente. Jisoo lo merecía y ella también se merecía tenerlo, estaba segura de lo que quería.

Jisoo no pudo contener la sonrisa ante ello.

—Sí, lo soy. —Exhaló con alivio, tomando las mejillas de la rubia entre sus dedos para acercarse y rozar sus narices.— Pero, ¿estás bien con esto? No quiero que te sientas presionada en ponernos un título porque he venido hoy a... Ya sabes, declararme.