Rubia Sol (TERCER LIBRO)

Capítulo 13

Still Feel Like Your Man - John Mayer

I still keep your shampoo in my shower
In case you wanna wash your hair.
And I know that you probably
found yourself some more, somewhere.
But, I do not really care.

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Todavía era demasiado para que Jisoo lo asimilara.

Sabía que Gaeul, su manager, decía algo en su oído. Los dedos de la joven se presionaban sobre su antebrazo con suavidad mientras la empujaba en dirección contraria de donde parecía que había visto un fantasma, pero sus ojos se quedaron embrujados en la espalda delgada y descubierta de Roseanne Park alejandose.

Estaba tan hermosa como la recordaba y muchisimo más porque parecía irreal, incluso con sus ojos expandidos de horror cuando se habían visto a la cara y el leve rubor en sus mejillas, Rosé poseía un encanto que Jisoo no pudo encontrar nunca en nadie. No sabía a ciencia cierta de qué se trataba, pero existía un afán dentro de si en comparar a cualquiera que se acercara con la que había sido su ex.

El torniquete en su pecho era tan fuerte que debía recordarse respirar si no quería morir en ese instante inconscientemente. Incluso cuando ya no había rastros de Roseanne, Jisoo seguía mirando hacia atrás, siendo jalada hasta la entrada del edificio.

¿Cómo era posible que se la encontrara de esa forma?

Era la pregunta que se formulaba con constancia en su cabeza conforme avanzaba. La adrenalina del momento se había ido y el desasosiego por haber visto frente a frente a la única persona que confirmó que podía enamorarse había atacado.

Estuvo tan segura de que no volvería a coincidir en la vida con Roseanne Park que jamás se imaginó encontrarla en Seúl, en un evento de Chanel y para el colmo... Un evento de su hermana menor. Por supuesto que había oído ese nombre en ocasiones, más que todo los últimos meses en el que se hizo viral su participación en un film exitoso, pero Jisoo esquivaba las noticias como si se tratara de una plaga.

Nueve años después de haber colgado esa llamada se seguía recriminando el por qué hizo las cosas de esa forma y lo cierto es que su afán por evitar a toda costa ese nombre en específico era porque la inundaba una profunda vergüenza recordar ese suceso. Era la peor tontería que había hecho en la vida, y cuando se arrepintió de dejar las cosas de esa forma ya era demasiado tarde para remediar lo sucedido.

Ya se habían mudado a Corea, ya estaba segura de que Jennie no se perdería de nuevo, ya podría retomar las cosas en donde las había dejado y darse la oportunidad de ser feliz junto a alguien.

3 años tarde.

Jisoo cerró los ojos cuando su trasero se sentó en la silla que Gaeul señaló como suya.

¿Qué rayos había pasado? ¿Le había hablado a su ex como si nada? ¿Como si fueran viejas amigas que tenían mucho sin encontrarse teniendo en cuenta que la última vez que hablaron la había mandado a ella y a su carrera a la mierda?

Había elegido a su carrera y a su familia por encima de Roseanne.

Y le habló como si nada.

Jisoo tapó su rostro entre sus manos, la ansiedad escalando en su espina dorsal como una maldita cucaracha. Su agente colocó su mano en su espalda.

—Jisoonnie, ¿estás bien? —Preguntó en voz baja para ella.

La pelinegra solo pudo negar con la cabeza, incapaz de que las palabras salieran de su boca.