Capítulo 33

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Love Hurts - Incubus

Love hurts
But sometimes it's a good hurt
And it feels like I'm alive

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La escena fue repetida un total de veinte veces.

Para cuando había terminado todo, Jisoo sentía sus músculos ardiendo del tiempo prolongado en que había estado inclinada sobre Rosé, simulando que le estaba comiendo el coño en frente de las cámaras. De alguna forma había sentido que fue una especie de penitencia, como si alguien en particular disfrutara de su esfuerzo.

A pesar de que sus labios estaban hinchados por el tiempo prolongado en el que estuvieron sobre los de Rosé, lo cierto es que llegado a un punto ya se habían cansado de besarse. Es decir, el acto en sí era excitante y hermoso en muchos sentidos, pero cuando pasabas las últimas tres horas haciendolo, era agotador.

Su mandibula, espalda y cuello dolían y estaba esperando pacientemente a que Martin viniera por ella al estacionamiento del estudio. Hace unos instantes Rosé se despidió también con una expresión cansada del brazo de su manager, quien ya le estaba abriendo la puerta de su propia camioneta.

No se había ido con Talia, un detalle que a Jisoo le extrañó teniendo en cuenta que las cosas parecían estar demasiado turbulentas entre esas dos.

No podía ser tan hipócrita de decir que se sentía mal por ello. Aunque su intención fuera clara y no tenía nada que ver con meterse entre ambas, no podía sentir otra cosa más allá de la indiferencia. No se alegraba ni se entristecía, bastante había tratado de meter en su cabeza en las últimas 24 horas que no valía la pena seguir metiendo las narices en una relación ajena.

Lo de la noche anterior fue de lo más extraño, había cuidado por tanto tiempo los momentos en los que se encontraba a solas con Rosé que jamás se imaginó que terminaría con la boca alrededor de su parte más intima después de un ensayo. Y Talia... Sentía que la directora la había practicamente forzado a mantenerse allí.

Pero no podía decir que le hubiese desagradado, no era por allí que iba el asunto. Solo era extraño el panorama en general y después de tener esa breve conversación con Rosé por la tarde, solo podía llegar a la conclusión de que Talia definitivamente había vivido en la ignorancia.

Sí se sintió un poco mal por ello, porque de alguna forma sentía que se había aprovechado de la situación para volver a sentir a Rosé entre sus brazos. No podía engañarse a si misma y pretender que no lo había disfrutado con cada poro de su cuerpo, pero, ¿a qué costo? ¿Engañar a una pobre mujer que solo quería cumplir una fantasía?

Y Rosé... Eso era otro tema que la mantenía en incógnitas porque definitivamente era ella la que tenía todas las manos para poner una barrera en la situación. ¿Por qué si tenía conocimiento de lo profundo que era para ambas aún así permitió que se acostaran de nuevo? ¿Albergaba la posibilidad de que Rosé siguiera sintiendo cosas por ella después de todo?

La ventana semi abierta envió una ola de emoción por su cuerpo.

Talia y Rosé estaban mal.

Y Rosé parecía tener un interés por ella.

Era el momento perfecto para...

¿Para qué? ¿Intervenir? Separarlas?

Jisoo chasqueó la lengua negando a si misma.

Ella no era ese tipo de persona, ella no entraba a voluntad a relaciones ajenas para poner la semilla de la traición. Sí Rosé intentara tener algo con ella a espaldas de Talia, se llevaría una tormenta de decepción con eso porque estarían haciendo un acto horrible. Por más que Jisoo disfrutaba y anhelaba de cierta forma volver a estar con Rosé, no podría vivir con el cargo de consciencia.

Rubia Sol (TERCER LIBRO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora