Capítulo 26

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505 - Arctic Monkeys

Stop and wait a sec.
When you look at me like that, my darlin',
what did you expect?
I'd probably still adore you with your
hands around my neck

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Jisoo enterró su nariz en el hueco de su cuello, Rosé apretó sus manos contra su espalda acercandola mucho más en ese abrazo.

Algo dentro de ambas reconocía que ese acto era ilógico teniendo en cuenta que las últimas semanas estaban haciendo todo para fastidiar a la otra. La rubia por rencor, la pelirroja por frustración al no ser comprendida. Pero aún así permanecieron un rato ahí, hasta que las respiraciones interrumpidas por el llanto se menguaron.

La rubia se separó con cuidado, con los ojos cerrados, como si estuviera temerosa de verle la cara.

Es decir, comprendía que su comportamiento pudo haber sido abusivo el último tiempo pero también sabía que tenía todo el derecho de haberse sentido de esa forma. Que Jisoo hubiera tenido que pasar por todas esas cosas siendo tan joven no quería decir que invalidaba lo que hizo porque al final todavía seguía siendo un acto egoísta.

El trasfondo de la situación no eclipsaba los hechos en sí y lo mucho que había sufrido con ese abandono, pero ciertamente abría un panorama entero de comprensión que a Rosé le tocaba la fibra sensible.

Escuchar hablar sobre todo lo que tenía en los hombros desde que tenía uso de razón solo hizo que Rosé resintiera un poco el hecho de que no se lo hubiese contado antes. Ella, como amiga y como novia en su momento, sí hubiese sabido toda la situación desde luego habría entendido el por qué Jisoo necesitaba alejarse.

No lo aplaudiría y es posible que sus dedos se aferrarían en su muñeca un poco más antes de soltarla del todo, pero eventualmente lo haría porque en ese momento se estaba engañando a si misma en forzar la estadía. No tenía dudas de que quería a Jisoo de una forma profunda y que estaba en camino a enamorarse de ella, pero la cantante no tenía que esperar a que su corazón virara a su lado y al mismo tiempo lidiar con la bomba de tiempo que era Jennie.

A simple vista quería engañarse a si misma con usar la estrategia del clavo, pero hace nueve años seguía enamorada de Lisa y sería egoísta y cruel mantener a Jisoo a la expectativa. Cuando Jisoo la había dejado, Rosé no solo odiaba la mierda mediática sino también la alternativa perdida de superar a Lisa con facilidad.

Jisoo le daba una opción sencilla, y era enamorarse de ella para dejar de querer a Lisa.

Mientras ella tenía pensamientos egoístas sobre tener a Lisa todavía en la mente, Jisoo tenía a un puercoespin bailando en sus manos. Todo lo que tocaba Jennie lo dañaba e incluso las púas se giraban para sí misma, y aún así, Jisoo prefería tener las manos ensangrentadas que dejar caer a Jennie para que se ocasionara más daño a sí misma.

Y mientras Jisoo hacía malabares para que Jennie no cayera en el vicio, ella misma estaba desarrollando uno.

Cuando veía a Jisoo, ciertamente no habían rastros del arcoiris andante. Sus recuerdos estaban plagados de positivismo, nunca había escuchado a la cantante decir algo pesimista o derramar una lágrima por algo que le afectara. Incluso cuando las prácticas eran agotadoras, o tenía que tomar vuelos de 12 horas para ir al siguiente concierto.

Jisoo se había mostrado optimista siempre y era algo que contagiaba con facilidad, por eso en los meses que habían estado juntas Rosé se impregnaba de su esencia y poco a poco volteaba las runas de su corazón en su dirección. Y estaba tan feliz de hacerlo porque sentía que era la elección correcta, la persona correcta... Pero algo dentro de ella presentía que no era el momento correcto.

Rubia Sol (TERCER LIBRO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora