𝓊𝓈, 𝓉𝒽𝑒 𝓇𝒶𝒾𝓃 𝒶𝓃𝒹 𝒶 𝒸𝑜𝒻𝒻𝑒𝑒《𝓐𝓵𝓮𝔁 𝓣𝓾𝓻𝓷𝓮𝓻》

51. Abre.

El esperado quinto álbum de los Arctic Monkeys, se ha estrenado hoy 9 de septiembre de 2013. Vendiendo ejemplares en todos lados.

☆Contiene relatos sexuales☆

Realmente me alegro por los chicos, ya que este año fue excepcionalmente raro. Tienen planeado darse un descanso durante un tiempo y luego quizás retomar.

—¡Hey, más tragos! ¡Hoy bebemos hasta el amanecer! —reían los chicos al unísono. 

Katie, Kelly, Lizz y yo solo observábamos esperando el momento en el que alguno haga alguna cosa para dejar registrado y burlarnos.

—Tengo muchísimo sueño... —se quejó Kelly— Estuve muy ocupada...

Carraspeó Lizz. —Incluido Nick...

Las tres reímos nuevamente. —Hay que admitir que ahora estaremos mas ocupadas con los chicos... Mucho tiempo libre y pocas cosas que hacer. —reí.

De pronto, perdimos el hilo y los chicos estaban levantando a Alex sobre los hombros... peor si estaban ebrios. —Creo que es hora de ir a casa. —tomó Katie como iniciativa para acercarse a Jamie.

Los cuatro cayeron agotados en el sofá. —Cinne... Te amo...

Todos molestaron al mismo tiempo como unas malditas ambulancias.
—Ya... Todavía no me desvisto... —sonreí.

Terminé llevándolo a casa, antes de que hiciera cualquier cosa de la que terminaría arrepintiéndose... Por eso, y porque estaban cerrando el bar.

(...)
2:15

Ibamos llegando a mi departamento, porque ni loca iba a ir a su casa a una hora. —Cinne... Te necesito... —dijo mientras acercaba su mano hacia mi pierna.

Tomé su mano, entrelazandola con la mía. —Alex... No aún.

Sonrió. —¿Aún? ¿O sea que habrá acción? Cinne... Por favor...

La poca resistencia que tengo, hacía que me pusiera nerviosa con todo.
—Deja, Alex... Déjame manejar... 

Optó por darme la mano y dormirse todo chueco en el asiento. Se veía demasiado alto ahora que lo veía así... Es como si creciera.

Al fin llegamos, pero ahora tenía el problema de como bajar a Alex, porque si lo despierto es como un niño, no va a querer. —Alex... Despierta. —tomé su otra mano mientras sostenía la otra.

—¿Ya llegamos? —se acomodó en el asiento y me miró— No me quiero bajar... Los asientos son cómodos...

Estaba lo suficientemente ebrio para decir aquello. —Te prometo que mi cama es aún más cómoda. 

Cooperó y se bajó por si solo del auto, aunque haciendo berrinche. Se afirmó en mí y casi pierdo el equilibrio en todos los tacones.
—Perdón... Creo que soy mas grande que tú.  —sonrió.

Ambos caminamos como pudimos hacía adentro, donde estaban los elevadores, ni muerta hubiese subido a Alex por las escaleras.

Sostuve a Alex en mi hombro mientras abría la puerta como podía, porque apenas veía la cerradura y la llave. —Entra tú primero... De aquí puedes solo... Creo.

Entramos y al cerrar la puerta sentí sus manos tibias en mi cintura.
—Cariño... Acompáñame...

Me giré y ambos cruzamos miradas deseosas. Lo besé y comenzó a tocar mi cuerpo desesperado. —Alex... —sonreí— Espera, espera. Escuché algo... —paró y me acomodó contra la pared con una mano.

—Lo único que se escucha son mis ganas por ti... —besaba mi cuello, dejando leves succiones— ¿Es Nick?¿No se supone que había ido donde Kelly?

—Vienen a lo mismo que nosotros... No, espera, viene solo. —lo tomé de la mano y corrimos sigilosamente hacia la habitación. 

Nos encerramos y sí era Nick, quien fue a su habitación y luego se volvió a ir. —Continuemos, esta vez sí... —comenzó a desvestir cada prenda, desde los tirantes del vestido ligeramente ajustado para la celebración.  —¿He mencionado lo mucho que amo tu cuerpo? —dijo apreciando todo.

Realmente estos pequeños comentarios eran los que hacen que ame mas a Alex, es simplemente hermoso. —Te amo. —lo tomé de la camisa y lo besé desesperada, pero menos de lo que estaba él.

—¿Será ronda completa o solo ganas?—sonrió atrevido.

—Completa... Que valga la pena, ¿no? —me cargó sosteniendo mis piernas de una manera pasivo-agresiva que tanto amaba.

Nuestras respiraciones se volvían una cada que nos besabamos con aquel placer que radiaba el uno para el otro.—¿Puedes abrir tus piernas?

—Perdona, no entendí. ¿P-puedes repetirlo?—sonreí traviesa. 

—Abre.

Mis piernas se vuelven a su mando cada que el me trae así. —A-alex... Te amo...

Maravillosamente abrió su pantalón, dejando ver aquel gran bulto como atributo entre sus piernas, al cual quedé viendo con toda la sinvergüenzura. —¿Qué? ¿Nunca habías visto este? —golpeó levemente mi pierna— Quítalo.

—¿Qué cosa? —formulé como pude de los nervios.

Me senté mientras tenía a Alex y Alexito entre mis piernas. —Bájalo, Cinne... —hasta que recapacité y entendí que era su ropa interior.

Lo hice y dejó a la vista todo, colocandome cada vez mas roja por el simple hecho. —Dios... ¿Ha estado dentro de mi? Wow...

Abrió mis piernas luego de haberse colocado el preservativo, dejándome al descubierto. Me aferré a sus hombros todo el momento. —Estás tensa... relájate más... —susurró en mi oído.

—No puedo contigo cerca... Me pones mal...

Sonrió con ganas de manera sospechosa. —Entonces tendré que masajear... tu elige.

—Hazlo...

Me recosté y él masajeaba la zona con sus dedos buscando dar en el clitoris. —Espera, ahí no... A-ahí... —dije en un orgasmo.

—No te aguantes, Cinne... Solos somos nosotros dos aquí... Tres, si cuentas a Alexito... —susurró Alex, lo que hacía que muriera de placer al escuchar semejante tono de voz.

De pronto el placer me inundó y lo unico que pude hacer era gemir el nombre de Alex. —D-dios... A-alex...

Me besó con todo y lengua, como lo amo... —Por eso estabas tan tensa... Te amo, Cinne... Ahora lo siguiente... Probemos cuanto llena... —acercó su miembro y de pronto la habitación se sintió inundada de nuestros orgasmos y respiraciones agitadas.

—Te a-amo, Turner... ¡A-alex!—dije entre cerrando los ojos de gusto.

(...)

Ambos caímos agotados por aquel acto, entre las sábanas a las cuatro de la mañana.

—Tengamos un hijo. —soltó Alex de la nada misma.

Me sorprendí y lo miré confusa por la idea. —¿En serio?

—Si tú quieres... —me acomodé bien en la cama, al igual que Alex que se sentó— ¿Lo has pensado? Un hijo... hija...

Suspiré, porque mentira no es que imaginaba a un niño con sus ojos, nariz y cara con mi color de cabello... O hija con mi cabello, mis ojos, su color de pelo. —Bueno... mentiría si dijera que no he pensado en como se vería...

Sonrió.  —No sé... no he querido tener hijos aún, pienso que debemos disfrutar un poco, pero si tu desearas tener, podría cambiar de opinión. 

No podría expresar con palabras lo que Al me transmite cuando está así... Es reconfortante saber que también cuenta con tu opinión, bueno, esto nos incumbe a ambos así que es necesario. —Podríamos pensarlo... Pero nos falta por disfrutar como pareja...

Él sonrió y dejó un beso sobre mi mejilla. —Te amo.

Ambos nos acomodamos y acabamos durmiendo abrazados.

Alex's pov:
08:45 a.m

Por el momento estaba observando como dormía Cinne acurrucada entre mis brazos. Acomodando su cabello, besándola o esperando a que dé señales de despertar.