El fin de semana llegó sin contratiempos, sin más cosas que mis lloros por Yoshio y mi súbita depresión.
El domingo por la mañana, yo aún dormía bien a gusto, enredada entre las sábanas de la cama y con la almohada cubriendo mi cara de los rayos del sol. No escuché a Riho entrar en la habitación hasta que sentí su cuerpo caer sobre el mío, me quejé y sentí como sus dedos empezaban a picarme las costillas y el abdomen.
-Arriba dormilona, despierta- siguió con su ataque mientras yo me retorcía debajo de ella.
Me quité la almohada de la cara y miré la hora, eran apenas las 7:10am.
-¿Por qué me despiertas tan temprano un domingo?- me la quité de encima como pude.
-Iremos de compras- me quitó las sábanas, corrió las cortinas y la luz me dio de lleno en la cara.
-¿Un domingo?- me senté en la cama y me froté los ojos.
-Claro que si, vamos a comprar en el Sex Shop ropa interior sensual para impresionar a nuestras Alfas- me miró y chasqueó los dedos -Vamos, arriba-
-¿Siquiera habrá algo abierto?- me levanté y estiré mi espalda.
-Claro que sí, el sexo no duerme- me dio una nalgada y me obligó a entrar al baño -Báñate, mientras más rápido vayamos más rápido compraremos-
-Déjame despertar aunque sea- suspiré y me pasé las manos por la cara.
De la nada Riho me dio una cachetada demasiado fuerte, trastabillé y casi caigo contra el lavamanos.
-¡¿Por qué fue eso?!- le pregunté enojada, tocando mi pobre mejilla.
-Querías despertar, ¿No?- se encogió de hombros -Ahí lo tienes, un buen golpe para iniciar la mañana con toda la energía-
-Tienes la mano pesada, dolió ¿Sabes?- le cerré la puerta en la cara y escuché como se reía -¡Te odio!- le grité cuando la escuché irse.
...
Después de ducharme, me puse unos shorts blancos y una camiseta muy usada de las Spice Girls. Bajé a la cocina, agarré la caja de leche y le di un buen trago.
-Asquerosa usa un vaso- Riho me golpeó la nuca con la cuchara que estaba usando.
Tragué ruidosamente y le saqué la lengua.
-¿Qué haremos hoy a parte de gastar dinero en el Sex Shop y El Fruto Prohibido?- me senté frente a ella y sonreí.
-Ya verás- sonrió, puso un plato en el centro de la mesa con una torre de tostadas, la mermelada y la manteca.
-Conociéndote me tendrás caminando por todos lados- agarré una tostada y me la metí en la boca.
-Obvio que si mi chiquistrikis, vamos a tirar la casa por la ventana- asintió y dejó una taza de chocolate caliente frente a mí.
Me reí y negué con la cabeza.
-¿Crees que Saya nos cobre un dineral?- agarré una segunda tostada y le puse una buena cantidad de mermelada.
-Si, demasiada- asintió y se quedó un rato en silencio -¿Crees que quiera matarnos si le digo que queremos tenerlas toda la noche para nosotras?-
-¿Cómo piensas que aguante toda la noche cogiendo con Moa?-
-Lo tengo todo bien planeado- sacó una libreta y se aclaró la garganta -Planeaba usar cocaína para estar bien pila toda la noche pero después lo taché-
-¿Acaso nos quieres drogar?- pregunté exasperada, Riho definitivamente era una enferma mental o algo parecido.
-Pero después pensé en que sería mejor usar éxtasis- me ignoró olímpicamente -¿Qué opinas?-
-No vamos a usar drogas Sayashi- dije mientras le tiraba la tostada a la cara -Si quieres tener más problemas con la ley allá tú-
-¿Por qué eres tan aguafiestas?- se quitó las migas que le habían quedado en la cara y se limpió la mermelada con un trapo mojado.
-Ya de por sí es ilegal solicitar servicios sexuales por considerarse tráfico de personas- suspiré y la miré -Y después está la compra y consumo de drogas-
-Solo estaba dando ideas- arrancó la hoja, la arrugó y la tiró a la basura.
...
Después de viajar un buen rato, llegamos al centro y Riho me llevó al primer Sex Shop que vimos.
-¿Rojo o blanco?- agarró dos conjuntos de lencería muy sexys y pequeños -Elige bien porque esto será tuyo orejotas-
-¿De verdad tengo que elegir?- me puse a mirar a los dos conjuntos -¿No podemos simplemente agarrar, comprar e irnos?-
-No, hay que pensar muy bien como vamos a impresionar a nuestras Alfas- sonrió y sacudió las perchas -Elige-
Suspiré y agarré el blanco.
-Buena elección Nakamoto- asintió y siguió mirando todo lo que había expuesto en los percheros.
-Mira esto- agarré una batita blanca y con transparencias.
-Tuyo- Riho sonrió y se mordió el labio inferior -Si no fueras tan fea y además mi amiga, te cogería bien duro contra el muro con eso puesto-
-Fea eres tú- le mostré el dedo medio y seguí paseando por el negocio.
...
Volvimos casi a la hora de cenar a casa, cargando bolsas hasta con los dientes.
-Mis piecitos me están matando- me quejé y me tiré en el sofá.
-Ahora lo importante- marcó el número de El Fruto Prohibido y esperó un rato -Hola Yuri, belleza de mi corazón, ¿Me pasas a Saya?-
Hubo unos minutos de silencio mientras Riho se paseaba por la sala.
-Saya, amiga preciosa- sonrió y se me tiró encima mientras seguía hablando por teléfono -Necesito a Yui y Moa para esta noche, estoy con Suzuka en casa-
Otra vez silencio.
-¿Podría ser toda la noche?- se mordió el labio inferior y se alejó el teléfono de la oreja, se escuchaban los gritos perfectamente.
-¡¿Cómo piensas que haré eso hormonada del carajo?!- se la escuchaba muy enojada -¿Acaso piensas que ustedes son las únicas que cogen con MIS CHICAS?-
-Tampoco es como que sean exclusivas para nosotras enojona de mierda- Riho se atrevió a hablar.
-Bueno, se las mando apenas terminen con los clientes que tienen ahora, denles una hora- se la escuchó suspirar -Me van a tener que pagar como 25.000 yenes cada una por eso-
-¿Quieres que te vendamos un riñón también?- preguntó sarcástica -Las dos los tenemos super sanos-
-No te bajaré el precio, lo toman o cogen entre ustedes par de hormonadas- Saya sonaba seria.
-Bueno...- mi amiga cedió de mala gana -¿Tenemos que ir a dejarte el dinero allá o te lo mandamos con las chicas mañana por la mañana?-
-Mañana después del desayuno- y cortó la llamada.
-Cagaremos fuego después de esto- Riho suspiró e hizo una pataleta -No puedo creer que sea tan maldita para no bajarnos el precio-
-Así mantiene el negocio- me encogí de hombros y suspiré -Mi billetera va a llorar después de esto-
ESTÁS LEYENDO
En ti encontré el amor
RomanceSuzuka es una Omega decepcionada de que su novio no logre satisfacer su deseo, por lo que Riho, su mejor amiga, la lleva a un prostíbulo donde son los Alfas quienes se venden por dinero.