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A la mañana siguiente todas nos despertamos con una pesadumbre y lentitud asombrosas, yo me quedé en la cama envuelta como un gusano entre las sábanas.

-Arriba Nakamoto- Riho me dio una nalgada y se despeinó.

-¿Qué hora es?- Moa se frotó los ojos y bostezó como un hipopótamo.

-Las 10:05am- Yui tenía un ojo cerrado y rascaba su pecho.

-No me quiero levantar- protesté y me hundí más en las sábanas.

-Vamos- me quitaron las sábanas y me jalaron de los pies.

-¡Quiero volver a dormir!- protesté tratando de agarrarme del colchón.

-No orejotas, todas nos vamos a levantar y hacer algo productivo- Riho me mordió una nalga y logró levantarme del colchón.

-Maldición- protesté y me bajé como pude de ella.

Moa se rió y me abrazó, su aliento en mi cuello me hizo temblar.

-¿Ahorramos agua bonita?- sentí su lengua acariciar mi piel hasta llegar a mi oreja y sin quererlo solté un jadeo.

-Dejen sus cochinadas y vayan a bañarse- Riho hizo una mueca -¿No tuvieron suficiente con lo de anoche?-

Entramos a la ducha y suspiré de gusto al sentir el agua caliente relajar cada músculo de mi cuerpo.

-¿Quieres hablar de lo de anoche?- Moa volvió a pegarse a mí.

-¿Lo hiciste únicamente para no lastimarme?- me di vuelta y la vi a la cara.

Ella no respondió, acarició mis mejillas y me besó con amor, cerré los ojos y le correspondí.

-¿Si fuera mentira habría hecho esto?- dijo contra mis labios.

-Creo que no- me puse roja y su risa llenó el baño, volvió a abrazarme y quedamos debajo del chorro.

-Podemos intentarlo si quieres, empezar a conocernos- sonrió y pude ver sus hoyuelos más de cerca, se veía adorable.

-Me encantaría pero...- suspiré y puse mis manos sobre su pecho -La ruptura con Yoshio aún es reciente Moa y me pesa en todos los sentidos, necesito ordenar mi cabeza y mi corazón primero-

-No te preocupes- volvió a sonreír y besó mi frente, podía adivinar fácilmente que estaba decepcionada y triste.

-Lo siento- subí mis manos a su cuello y le sonreí triste.

-Enserio, no te preocupes- negó con la cabeza y suspiró -Carajo, ahora todo esto será raro-

El resto de la mañana estuvo bien, aunque las cosas con Moa eran algo incómodas.

-¿Vamos al parque?- propuso Riho con una sonrisa -Hay río muy bonito en el que se puede navegar-

-Con Su ya habíamos ido, aunque no nos subimos al ferry- Moa sonrió de forma tensa pero ni Riho ni Yui lo notaron.

-Perfecto pues, iremos a navegar- mi amiga estaba muy contenta -Preparé comida para llevar-

-Que bien- sonreí y miré a Yui -Es realmente hermoso, verás que no se van a arrepentir-

-A decir verdad nunca subí a ninguna embarcación de ningún tipo- ella sonrió y abrazó a Moa por los hombros -Nunca tuvimos tiempo para eso, ¿Verdad hoyuelos hermosos?-

Ella asintió y la miró.

-Pero era porque no te querías subir- la obligó a sentarse en sus piernas -Eres una miedosa-

-No es verdad Moa- hizo puchero y le golpeó el hombro.

...

Al llegar al parque, Moa estaba muy distante conmigo y sentí una opresión en el pecho.

-¿No es hermoso?- Riho se acercó a la barrera y nos quedamos viendo las pequeñas olas que se formaban en el río gracias al viento.

-¿Recuerdas el pez que vimos Moa?- sonreí y la miré de reojo -Estabas muy feliz-

-Si- respondió simplemente y siguió con la vista en el río.

Suspiré y mordí mi labio inferior, sintiendo ganas de llorar; parecía un recuerdo muy lejano, como si de otra vida se tratara cuando ahí mismo nos dimos nuestro primer beso y vimos aquél pez saltar del agua...

-Será mejor que nos pongamos rápido en la fila o nos quitarán los mejores lugares- Riho nos apresuró para que nos metieramos en la pequeña fila que se estaba formando para el próximo recorrido en el ferry.

Cuando llegó nuestro turno, pagamos y nos desplazamos hasta cuatro asientos libres que estaban en la proa.

-Esta es una reserva natural- le decía mi amiga a Yui, que se veía nerviosa, y le puso una mano en la pierna -Aquí hay mucha vida, así que no te sorprendas ni asustes si ves algún pez o delfín de río saltar-

-Trataré- ella asintió y yo sonreí.

-La de veces que viajé en uno de estos- me quedé mirando el agua -Una vez casi caigo de cabeza al río, ¿Te acuerdas Riho?-

-Si- asintió y no pudo contener la risa -Estábamos en un viaje educativo junto a otros cursos de nuestra escuela, Suzuka estaba tan maravillada con las vistas que, al estar asomada, el ferry dio una pequeña sacudida y casi se cae, por suerte el guía la agarró a tiempo, se comió tremenda regañada de la profesora Shinohara- y se volvió a reír.

-Me gritó en frente de todos mientras me agarraba la oreja- reí y me puse a imitarla -¡Jovencita irresponsable, ya de por sí causas problemas y habría sido uno bien gordo si te hubieras caído, ¿Qué les diríamos a tus padres?!- y esta vez estallamos de risa.

-No me acordaba de eso- Riho se secaba las lágrimas producidas por la risa -¿Qué pasó después?, te castigaron ¿No?-

-Por una semana tuve que quedarme después de clases para ayudar al conserje a limpiar los salones- un escalofrío me recorrió entera -Ese viejo sí que daba miedo, ¿Recuerdas lo furioso que se podía por el simple hecho de no limpiarnos los zapatos al terminar el recreo?-

-Mi nalga aún lo recuerda- hizo una mueca de dolor -Creo que esa escoba aún conserva parte de mi carne-

...

Disfrutamos mucho del viaje, Yui estaba tan emocionada que quería subirse sin falta al primer recorrido del ferry la próxima que regresemos al parque.

-¿Estás bien?- me acerqué a Moa -No dijiste nada en todo el viaje-

-Estoy bien- dijo evitando mirarme, estaba muy evasiva.

-Moa- me puse frente a ella y la detuve -¿Se puede saber que te pasa?-

-¿Quieres saber que pasa Suzuka?- su tono era muy duro y, por primera vez, vi a la Alfa que se escondía detrás de aquellos dulces ojos chocolate -Que me encantas, haces de mí una imbécil enamorada, una tonta que está a tus malditos pies- Moa temblaba y yo no me atreví a tocarla -Que me hiciste amarte, pero tu corazón ama a aquél imbécil que en este mismo maldito parque te trató y te llamó puta, eso pasa- se sacó la pulserita y la tiró al piso, haciendo que se rompiera y los dijes volaran en diferentes direcciones -¿Esto es un juguete? Porque ya no lo quiero, no quiero seguir siendo tu juguete sexual-

-Moa...- mis ojos se llenaron de lágrimas y me quedé en aquél mismo lugar mientras ella se iba -¡Moa, vuelve!-

-¿Qué pasó?- Riho se acercó y yo me quedé viendo como ella se iba mientras las lágrimas empezaban a caer por mis mejillas -¿Suzuka...?-

-Soy una imbécil- caí de rodillas, levanté lo que había sido la pulserita y  los dijes, los puse contra mi pecho y empecé a llorar con fuerza.

-¿Qué están mirando?- escuché la voz de Yui mientras yo me derrumbaba -¡Sigan con sus vidas y no graben ni saquen fotos, ¿Disfrutan viendo el sufrimiento ajeno?-

Grité todo lo que me daba la garganta, había perdido a la persona más especial que, junto a mis amigas y mi familia, me había querido de verdad...

En ti encontré el amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora