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Me había guardado la foto, mi favorita a partir de ahora, y me la pasé mirándola como una estúpida; tal vez sí me gustaba realmente Moa, pero ¿Cuándo se lo revelaría?, ¿Y si me decía que no?, ¿Y si ya no quería verme más después de revelárselo?.

-Moa- suspiré y la simple mención de su nombre me hizo sonreír -Creo que me gustas pero, ¿Si te lo digo tú me aceptarías?-

Me quedé pensando en eso un buen rato, la verdad estaba nerviosa, porque nunca había sentido esto por alguna mujer en mi vida y no sabía como expresarlo con palabras o acciones.

-¿Qué hago?- me tapé los ojos con las manos y mordí mi labio inferior.

-Como el sol cuando amanece yo soy libre- escuché a Riho pasar y me levanté de un salto.

-Riho- la alcancé y sonreí inocentemente -Mi buena amiga Riho-

-¿Qué quieres?- se quedó mirando mi cara -No voy a comprarte nada ni llevarte a ningún lado hoy-

-¿Acaso no puedo decirte lo buena amiga que eres?- pretendí estar ofendida -¿Por qué piensas esas cosas de mí?-

-Escupe- se cruzó de brazos, me había calado y maldecía mi suerte por eso.

-CreoquemegustaMoa- dije rapidísimo.

-¿Qué cosa?- levantó una ceja confundida.

-Creo que realmente me gusta Moa- suspiré y sentí mis mejillas calentarse.

-Aleluya- levantó los brazos exageradamente e hizo la señal de la cruz -Gracias Dios por empezar a encaminar correctamente a esta idiota-

-Tarada esto es serio- la empujé e inflé las mejillas.

-¿Y qué quieres que haga?- se encogió de hombros.

-Ayúdame- junté las manos y la miré implorante.

-¿Acaso no sabes ligar Nakamoto?- se echó a reír y yo tuve que darle con un golpe seco en la frente -¡Ay, dolió!-

-Ayúdame- volví a decir.

-Bueno, te voy a dar consejos nada más, ya verás tú como le vas a hacer- suspiró y posó sus manos en sus caderas.

-Eres la mejor- le besé la mejilla y di un saltito de alegría.

-Primero- Riho me alejó de ella -No vuelvas a hacer eso, ¿Ok?- se limpió la mejilla con la mano y después me la pasó por la cara -No quiero tus babas infestadas de Alfa-

-Riho- le di otro beso a la fuerza -Hace rato que no tengo sexo, no seas exagerada-

-Asquerosa- suspiró y me abrazó por los hombros -Hoy tendremos fiesta, Momoko pagará todo en el boliche-

-¿Es la chica rara de la sección deportiva del periódico?- pregunté curiosa.

-Ajá y nos va a dejar llevar invitados- sonrió y me guiñó el ojo -Por lo que nuestras Alfas irán con nosotras-

-¿Siquiera le dijiste a Yui~chan?- me crucé de brazos.

-Si, me dijo que con Moa estarían listas para esta noche- me puso un dedo en el pecho -Ahí vas a empezar a coquetear con tu chica, bailarle, hablarle sexy y cuando menos se lo espere ¡Bam!- aplaudió tan fuerte que pegué un salto -La cogida de tu vida y le dices "Me gustas Moa, dame más de tu amor, oh si"-

-Yo no sueno así descerebrada de pacotilla- la empujé y le puse mala cara.

-Claro que sí orejotas, ¿O acaso no te escuchaste con claridad?- me picó las costillas y se rió de mí.

...

Cuando menos me lo espere, estaba en el auto con Riho esperando a las chicas fuera del complejo.

-¿Puedo no entrar al boliche?- me acomodé la mini falda por tercera vez, no era de usar esa clase de ropa.

-Vas a entrar, te vas a divertir y le vas a decir, punto Nakamoto- mi amiga realmente me quería hacer pasar vergüenza.

Las vimos salir y... Dios mío, nunca había visto a Moa en shorts y en camisa.

-Hola bonita- metió la mano en la ventana y me acarició la barbilla, la pulserita que le había regalado brillaba gracias a la luz de la calle.

-Todavía la llevas puesta- le tomé la mano y le besé los dedos.

-Claro que sí bonita, un muy bonito regalo- me guiñó el ojo y sentí como me apretaba la mano -De todos los clientes que tuve, tú eres la más especial y con la tengo más contacto fuera del trabajo- me soltó y se subió al auto.

Siquiera hicimos nada y ya sentí que me estaba mojando, esta iba a ser una noche muy larga y movida.

-¿Esta chica hace buenas fiestas cariño?- Yui estiró las manos y le acarició el pecho a Riho.

-De las mejores, irán a la mejor fiesta de sus vidas- mi amiga sonrió y yo, nerviosa a más no poder, bajé la ventanilla y me dediqué a mirar el paisaje y disfrutar del viento que me daba en la cara.

-Espero que Suzuka sepa bailar- sentía la mirada de Moa sobre mí.

-Cuando toma, la orejotas se pone de una forma bastante curiosa- Riho me palmeó la pierna.

-Espero verla- la mano de Moa se escabulló hasta mi nuca y sentí como me acariciaba hasta el inicio de mi columna.

Dios santito de mi vida, ¿A donde fui a parar y con quien me vine a juntar? Que pueda aguantar toda la noche por favor...

En ti encontré el amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora