-Ay Dios, Moa y tú me cansaron, hay que emplear medidas drásticas- Riho, harta de verme llorar, agarró su teléfono y marcó un número y lo puso en altavoz.
-Dime cariño- se escuchó la voz de Yui.
-¿Está la idiota de Moa contigo?- mi amiga se apoyó en la pared.
-Pues sí, ¿Por qué la pregunta?- se escuchaba una voz de fondo además de la de Yui.
-Dime que por favor Suzuka le rompió la nariz amor- Riho parecía emocionada por eso.
-¡¡Riho no!!- intenté quitarle el teléfono pero ella fue más rápida y se escabulló por las escaleras, yo la seguí rápidamente.
-Pues sí- se escuchó su risa -Le pregunté por qué venía así de sucia y con la nariz sangrando, me dijo que había pasado algo- volvió a reír -Me imaginé que habría sido Suzuka-
-No fue mi intención hacerle esa clase de daño- protesté e hice puchero -Me desbordé por tantas emociones y le di un puñetazo-
-Más que un puñetazo- Riho se rió con fuerza -Le dio patadas mientras estaba en el suelo-
-Suzu, recuérdame nunca hacerte enojar- y Yui volvió a reírse.
-Chistosa- suspiré y me crucé de brazos -¿Cómo está Moa?-
-Estoy bien Suzuka- el escuchar otra vez su voz me dieron una vez más ganas de llorar -Ya no sangra, pero todavía duele-
-Oye cariño- Riho volvió a hablar -¿Te molesta si vamos para allá?-
-No molestan- Yui era realmente muy amable -Las esperamos en la entrada del complejo- y cortó la llamada.
Riho lanzó un puñetazo de victoria al aire.
-Será mejor que se reconcilien, aunque tengamos que encerrarlas- me puso el dedo en el pecho.
-No es tan fácil Sayashi- me crucé de brazos.
-Ay por favor- me agarró los hombros y me sacudió -Se aman carajo, se aman, ¿Qué más necesitan? El amor lo cura todo-
La alejé de mí y suspiré.
...
Nos cambiamos de ropa y, menos de lo que esperaba, llegamos al complejo y ahí estaban, Moa tenía un parche en la nariz, que se veía roja.
-Lo siento- dije en cuanto nos acercamos, vi la pulserita brillar una vez más en su muñeca.
-No pasa nada, me lo merecía- aún se veía triste, podía notar en sus ojos que había llorado.
-Tengo algunas películas que podemos mirar- Yui sonrió y nos hizo entrar en el complejo, se veía mucho más grande desde dentro; subimos unas cuantas escaleras hasta llegar al departamento que compartían las chicas -No es muy grande, pero es lo que podemos pagar-
El departamento tenía una pequeña sala, había una mesa, una pequeña cocina y el refrigerador, un televisor grande con su reproductor de DVDs y el equipo de música, había tres puertas, que seguramente serían el baño y las habitaciones.
-Yo digo que es increíble- miré a mi alrededor y me concentré en las fotos que había colgadas en las paredes; en algunas estaban Yui y Moa juntas en diferentes momentos de sus vidas, otras de Yui con su familia al parecer y también de Moa con lo que parecían ser sus padres, aunque estas eran muy pocas.
-¿Podemos hablar Suzuka?- Moa se me acercó y no me miró a la cara.
-Claro- asentí y la seguí hasta la puerta de la izquierda, ella abrió la puerta y me cedió el paso.
Su habitación era larga pero pequeña, tenía la cama debajo de la ventana, estantes llenos de figuras del anime Love Live!, un pequeño escritorio con su laptop y una impresora, los cajones y el armario estaban casi en el fondo de la habitación.-Sobre lo de hace poco...- empezó rascándose la cabeza.
-Perdón- la interrumpí y suspiré -Perdón por haberte gritado y golpeado, es que...- me pasé las manos por la cara -Me dolió ¿Sabes?, lo que me dijiste y la forma en la que rompiste aquella pulserita que con tanto cariño te había hecho- señalé su muñeca y sentí las ganas de llorar volver con mucha fuerza.
-Su...- se quedó donde estaba, se la notaba triste, avergonzada y ¿Frustrada?.
-Te amo- solté, mi vista se nubló y sentí las lágrimas caer por mis mejillas -Para tu maldita mala suerte te amo, este sentimiento empezó a nacer y crecer después de nuestros encuentros, me sentía tan confundida por lo que llegué a sentir por Yoshio que...- tomé aire y cerré los ojos -Que no me di cuenta de que a quien de verdad amo eres tú Kikuchi Moa-
-Suzuka...- ella se me fue acercando.
-Si ya no sientes lo mismo solo dilo- susurré y sentí mi cuerpo temblar.
-También para tu mala suerte también te amo Suzuka- me agarró de los brazos.
Abrí los ojos y levanté la cabeza justo para que sus labios se estamparan contra los míos.
Le correspondí sin dudarlo y sentí las lágrimas volver a caer, pero esta vez de felicidad y amor. Sus manos se fueron a mis mejillas y sentí el roce de los dijes fríos en mi piel.
-¡¡Bien carajo!!- escuché el grito de las chicas y, por instinto, me abracé a Moa para no romper el beso.
Moa sonrió contra mis labios y se separó de mí más feliz de lo que la había visto desde que la conocía.
-¡¡A celebrar!!- Riho descorchó una botella de champán sacada de Dios sabe donde.
-Nosotras somos Cupido, si señor- Yui vino con las copas a la velocidad de la luz.
-¿Acaso ya se lo esperaban?- Moa apoyó su mentón en mi cabeza y me pegó a ella.
-Sino se arreglaban hoy íbamos a usar la botella para partírselas en la cabeza- Riho sirvió el champán en las cuatro copas.
-Gracias Riho- sonreí y pegué la nariz al pecho de Moa, extrañaba su aroma -Gracias Yui, fueron un gran apoyo para mí-
-Moa, ni se te ocurra volver a lastimar a Suzuka de nuevo- la señaló amenazadoramente mientras se acercaba -Porque te cortaré el pene, lo haré freír y me lo voy a comer frente a ti-
-Tampoco para tanto Riho- la miré mal y tomé las dos copas que nos ofrecía -Me sé defender solita-
-Te cuido, aprecia el tenerme en tu vida como tu mejor amiga- me dio un golpe en la frente.
-Tranquila Riho- Moa me soltó e hizo una reverencia -Prometo y juro con mi vida que no le haré más mal a Suzuka, no quiero que vuelva a sufrir por mi culpa-
-Ya, ya, ya- sacudió la mano y miró raro a Moa -Tampoco para tanto, pero si la llegas a lastimar físicamente ahí sí te cortaré el pene, ¿Ok?-
Sin poder evitarlo empecé a reír, sintiendo que todo en mí se relajaba y mi corazón volvía a latir como loco.
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En ti encontré el amor
RomanceSuzuka es una Omega decepcionada de que su novio no logre satisfacer su deseo, por lo que Riho, su mejor amiga, la lleva a un prostíbulo donde son los Alfas quienes se venden por dinero.