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Después de toda la tormenta que gobernó mi vida, a Moa no la quería soltar nunca más. Sonreía más, todo me parecía más bonito, hasta los chistes resultaban más graciosos ese día.

Nos la pasamos viendo películas hasta que llegó la hora de cenar.

-¿Quieren pedir algo?- Yui se levantó del sofá y fue hasta el refrigerador -No hay gran cosa aquí-

-¿Pueden ser hamburguesas?- a Moa le brillaron los ojos y se relamió.

-¿Hamburguesas?- Yui nos miró a Riho y a mí.

-Por mí está más que bien- me pegué más a Moa y le pasé los brazos por la cintura.

-Voy a comprar algunas cervezas de paso- Riho se levantó y nos miró -¿Quieren algo ustedes?-

-¿Podrías comprar condones? Ya no me quedan más- Moa sonrió y le pasó el dinero -Que sean los del paquete verde-

-Pervertida asquerosa- tomó el dinero y se lo guardó en el bolsillo -¿Cuántos vas a querer?-

-Con seis me las arreglo- le guiñó el ojo y después me susurró al oído -¿Te parece bien tener sexo de reconciliación y gentil esta noche?-

-Moa- susurré sorprendida.

-¿Qué?- sonrió de esa forma coqueta que me enamoró en un principio -Necesito sentirte, desde que llegaste a mi vida no quiero tener sexo con nadie más- me acarició la pierna -Te amo de verdad y no que nadie me atrape en su carne tal y como lo haces tú-

Me puse roja y de la nada sentí mucho calor, ella se rió y besó mi cabeza con amor.

...

La cena estuvo llena de chistes y risas, ver a Moa tan feliz me hacía sentir mariposas en el estómago.

-¿Alguien quiere una cerveza más?- Yui abrió el refrigerador -Quedan como dos sixpack-

-Yo me tomaré una más- acaricié la nuca de Moa y asentí.

-¿Pueden dejar sus arrumacos?- Riho nos miró con fingido asco -No presuman de su renovado amor o lo que sea que tengan ahora-

-Amo a Suzuka, de verdad Riho- Moa me acarició la espalda -Y la extrañé muchísimo- hizo un adorable puchero.

-¿Quieres intentarlo?- pregunté de sopetón -Y esta vez de verdad-

-¿Estás segura?- veía en sus ojos que estaba confundida -¿Y qué pasó con Yoshio?-

-A él no lo amo, te amo a ti- sonreí y besé su mejilla -Lo único que puedo sentir por él es odio y asco-

-¿Entonces si algún día vuelve a aparecer lo puedo golpear?- sus ojos brillaron ante esa posibilidad.

-Ya veremos- reí y le di un piquito.

-Dejen de comer enfrente de los pobres- Riho nos tiró una miga de pan.

-¿Y yo que soy Sayashi?- Yui puso sus manos en las caderas -¿Tu amante o algo?-

-No, no, no bebé- mi amiga palideció y empezó a negar con la cabeza -Es que, presumen de su resurgido amor y andan a los besos y arrumacos, por eso lo dije-

-Domada- dije mientras tosía falsamente.

-Ya verás en la cama, voy a usar mi nuevo látigo contra ese delicioso culito tuyo Sayashi- Yui tenía un brillo maligno en los ojos.

-¿Puedes incluir una mordaza Mizuno?- podía ver que Moa se estaba divirtiendo con la escena -No queremos escuchar lo que pasa en su habitación esta noche-

Me reí más fuerte al ver la cara de pánico de Riho, y después decía muy segura que no era una domada.

...

Nos fuimos a la cama después de tomar unas cervezas más, estaba muy apegada a Moa, feliz y tranquila.

-Te puedo prestar ropa si quieres- Moa acarició mis brazos.

-No me molesta dormir con esto puesto- sonreí y besé su barbilla -Aunque si quieres puedo dormir desnuda- le guiñé el ojo.

-Interesante bonita- sonrió y me puso sobre ella.

-¿Segura que quieres esto?- puse mis manos sobre su pecho y la miré a los ojos.

-Claro que sí, ¿Por qué no lo querría?- acarició mi espalda y sonrió, sus hoyuelos me hipnotizaban.

-No lo sé, tal vez creas que es apresurado- me encogí de hombros.

-Lo quiero ¿Ok?, realmente lo quiero- besó mi nariz y sonrió una vez más -Quiero esto, te quiero a ti-

Sentí ganas de llorar, mordí mi labio inferior y oculté la cara en su cuello.

-¿Qué pasa?- se acomodó mejor en la cama y me abrazó.

-Te amo- y sin quererlo me puse a llorar -Siento mucho lo que hice, de verdad, sé que habrá sido difícil para ti todo esto, pero quiero que sepas que enserio te amo y que lo que siento por ti es bien real-

-Lo sé bonita, lo sé porque yo también me siento así- me alejó de ella y besó mis mejillas, mis ojos, mi frente y después mis labios -Ahora disfrutemos de esta nueva oportunidad ¿Si?-

Asentí y la abracé fuertemente, ahora no quería soltarla ni que se volviera a alejar de mi vida.

En ti encontré el amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora