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Berlín-Alemania 6:15 AM

John llego imposiblemente lastimado, tenía un par de costillas rotas, moretones por balazos, cortadas, se estaba desangrando por una de las heridas y probablemente tenía un pulmón perforado, pero sonreía como si le hubiera sacado el dedo a Lucifer en persona. Katia le vio arrastrarse por la puerta en compañía de un hombre de color, en sus manos llevaba la dentadura de oro de Killa Harkan, sabía que había cumplido su parte del trato, y ella a cambio haría oficial la restitución de John a la Ruska Roma, probablemente tendría oposición de algunas ramas, pero entre La directora y ella podrían aplacar los futuros inconvenientes, de todas formas, ya tenían todo resuelto.

-Ve a que te revise un doctor Jardani...-La mujer sonrió con cariño e inclino la cabeza en señal de respeto-Me encargare de informarle al Rey que sigues con vida.

El pelinegro asintió y luego se giró al rastreador-Gracias.

Sr.Nadie se encogió de hombros restándole importancia al asunto, sabía que probablemente el marqués iba a enfurecer, pero si tenía el suficiente cuidado podría engañarlo, había descubierto la razón por la que John Wick debía ser capturado con vida, nunca había conocido a un omega puro que no estuviera enlazado y lleno de crías desde muy joven, se decía que era por su olor cautivador, sus feromonas enloquecían a los alfas, pero era casi un pecado lo bien que envejecía el aroma sin marca, Sr. Nadie se preguntó si John Wick tomaba supresores de olor porque era muy consciente del poder que tenía el leve roció de su cuerpo.

-Te agradezco la ayuda que le prestaste a un hermano-Katia se plantó frente al otro con una mirada tranquila-Pero quisiera saber algo...¿Trabajas para el Marqués de Gramont?

El moreno se mantuvo en silencio algunos segundos antes de asentir-Soy un rastreador, me pidieron encontrar al señor Wick.

La mujer sonrió con abierta malicia, parecía encantada ante la respuesta, rebusco en los bolsillos de su pantalón antes de tenderle un teléfono, el aparato estaba desbloqueado y listo para marcar un número.

-Llámalo.

Sr.Nadie abrió los ojos ligeramente en señal de sorpresa-¿Cómo?...-Estaba realmente confundido.

-Como escuchaste Rastreador...Llama al Marqués-Katia puso el teléfono contra el pecho contrario.

El hombre tomo el aparato y dudo algunos segundos antes de sentir el cañón de un arma contra el lado derecho de su cabeza, eso era poder de convencimiento, marco el número del Marqués de Gramont con dedos temblorosos, se suponía que la Ruska Roma protegía a John Wick, llamar al Marqués era un suicidio, a menos que no fueran a enfrentarse a él. Dos timbrazos después la voz del hombre se hacía presente, su tono incluso en llamada denotaba poder y confianza, aunque también algo de molestia.

-Espero que tengas excelentes resultados...

Sr.Nadie se mantuvo en silencio pero con la vista fija en la líder de la Ruska Roma.

Katia se acercó al aparato con cautela, como si en realidad este pudiera hacerle daño-Tengo lo que quiere señor Marqués, a cambio le pido que la Ruska Roma tenga un poco más de poder, quizás los territorios de Camorra...

Hubo unos segundos de silencio al otro lado de la línea, luego el hombre soltó una carcajada sonora-La Ruska Roma obtendrá lo que quiera si consigue traer a John Wick a Paris sin un rasguño.

Una sonrisa maliciosa se abrió paso en el rostro de la mujer-Es un placer hacer negocios con usted Marqués.

Nota de autor: Aquí es donde comienza lo chido. 

El Despertar del OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora