33

735 139 43
                                    


Casa blanca los recibió a ambos con la hospitalidad que se esperaba de una de las sedes del Continental, Sofia en persona los guió a su habitación, una suite privada con jardines, piscina, salón, cocina y un jacuzzi, la mujer le había sonreído con malicia a John cuando dejó en claro que solo tendrían una cama, luego les informó sobre los horarios de comida, una de las reglas de selección era que los nominados comieran juntos, era la única interacción obligatoria, dónde demostrarían modales, paciencia, ingenio, el Marqués agradeció todo con un ademán de la mano y luego se dejó caer sobre la cama, el vuelo había sido lo suficientemente largo como para destrozar su espalda, quería descansar solo un poco antes de ser relegado al sofá, porque probablemente John no le permitiría dormir juntos, y estaba seguro que esa era la opción más segura, estaba aún procesando lo mucho que le había fascinado su reacción cuando utilizaba su voz para alargarlo, lo había puesto en un límite desconocido.

En ese instante la puerta de la habitación se abrió, Victoria venía acompañada de Caine, el señor Nadie y un par de botones que dejaron una cantidad importante de maletas en la zona del salón, ya que en realidad toda la habitación era de concepto abierto, podían ver lo que hacían los demás sin mucho problema, John se encontró tomando asiento en uno de los pequeños sofás, en realidad también estaba cansando, demasiadas cosas en poco tiempo le estaban pasando factura.

-Me tome la molestia de prepararles una guardarropa adecuado para Marruecos, además de traer la información que querías Vincent.

El rubio adquirió una posición de sentado, aunque su inmaculado cabello había quedado un poco desordenado.

-Veo que lograste encontrar a Nadie ¿Tienes a quien mató al Rey Bowery?

La chica asintió-Como lo afirmó John, los métodos de tortura y el estiló de la operación concuerdan con Klaus, no he podido seguir su rastro desde la interrupción que cometió mientras íbamos a la ceremonias de bodas, pero supongo que el señor Nadie puede.

El moreno asintió y sacó un sobre de su saco, se acercó al otro y se lo entregó en completo silencio. Adentro estaban una serie de fotos y documentos sobre el seguimiento de ubicación de Klaus, el Marqués alzó una ceja al darse cuenta que el objetivo se encontraba en la misma ciudad, sabía que de alguna forma Katia estaría entre los nominados, solo por ser la actual representante de Camorra, al igual que estarían presentes Cosa Nostra, 'Ndrangheta, la Bratva, las Triadas, la Yakuza, la Directora por la Ruska Roma, el Cartel de Sinaloa, y otros adjudicadores, pero no pensó que la mujer tendría a su esbirro cerca, aún más sabiendo que quería ponerlo en una jaula para John y verlo hacer un desastre de carne y huesos, solo por el gusto de complacerlo, suponía que hasta cierto punto ella seguía siendo la misma tonta de siempre.

-Pagaré por esta información y por encontrar vivo a Klaus-El rubio miró al señor Nadie con una sonrisa maliciosa-Victoris irá con usted y se asegurará que el objetivo llegué a salvó, cuando obtenga lo que quiero usted obtendrá la paga.

El hombre se adelantó un paso con una mueca inconforme, sin embargo la chica lo detuvo con el filo de una navaja en su yugular, la advertencia era clara, el otro alzó las manos en una señal de paz, asintió con una mueca y salió de la habitación seguido por su nueva compañera, esperaba en lo profundo que supiera ser tan sigilosa como ameritaba el objetivo. Por su parte Caine le tendió una caja de chicles a John y luego abandonó la habitación, su trabajo mientras Victoria estaba lejos sería cuidar al Marqués, la selección de Repente era una competencia dura según los rumores, probablemente se intentaría asesinar unos a otros, aunque la tendría fácil, muchos de los nominados lo pensarían un poco antes de mandar un asesino al lecho de John Wick, mucho más luego de que el hombre cometiera un exterminio justificado que lo pondría en el puesto de los asesinos más letales de la orden, nada sorprendente si su apodo era Baba Yaga.

Por su parte el pelinegro comenzó a desempacar sus cosas, no tenía nada mejor que hacer, le apetecía recorrer Marruecos pero sabía que en realidad tendría que permanecer cerca de Vincent el mayor tiempo posible, debían mantener la farsa de una pareja de recién casados, con los besos, las tímidas muestras de cariño, todas esas cosas que antes había hecho de manera fingida, solo que ahora se sentía un poco nervioso, de alguna forma ese contacto en su nueva situación no era exactamente desagradable, al contrario, había un pequeño humor ansioso, su vista se alzó hacia la cama, el rubio estaba estirado en una posición relajada, profundamente dormido, los documentos esparcidos a su alrededor.

-Creo que voy a tomar una ducha…-El hombre siguió su camino hasta el baño con decisión.

Después de una larga ducha, lavarse el cabello y una una afeitada decente, salió del baño, el Marqués seguía en la cama, en una posición diferente pero igual de dormido, aunque parecía levemente incómodo con sus ropas, John se acercó con suavidad hasta tomar asiento a su lado, pensó que quizás no debería hacerlo pero en realidad si era descubierto no creía que fuera a molestarse, primero le quitó los zapatos y los calcetines, siempre atento por si el otro se despertaba, prosiguió a desabrocharle el saco, deslizar la corbata fuera de su cuello y abrir la camisa, hasta medio pecho, para ese punto se sentía un poco más confiado, el rubio ni siquiera se había movido, justo cuando acabo de desabrochar el cinturón de los pantalones sintió que algo había cambiado, al alzar la vista se encontró con la mirada serio del otro, no había confusión, ni enfado, era una mirada neutra.

-Te veías incómodo…-El pelinegro apartó las manos con cierto nerviosismo.

El Marqués siguió en silencio, incluso cuando se levantó de la cama y desapareció en el baño, el alfa enseguida tomó una toalla y se la metió a la boca, su propósito era acallar el profundo gruñido posesivo que acaba de formarse en su garganta, le temblaban las manos y estaba seguro de que tenía una erección, John era la criatura más peligrosa que había sobre la faz de la tierra, no solo podía romper cuellos con la facilidad con la que se rompía un lápiz, era extremadamente sensual y ni siquiera lo notaba, se atrevían a quitarle la ropa a un alfa, aún peor, recién salido de la ducha y su propia aroma en su momento más fuerte, Vincent estuvo a punto de perder el control, de utilizar la voz para dominarlo, con esos pensamientos se metió a la ducha, necesitaba un baño helado, tenía que bajar el calor o de verdad iba a comportarse como un animal.

Nota: A veces re leo la historia para no olvidar partes de la trama, pero lo gracioso es que me enoje porque llegué al último capítulo y no había más, y luego recordé que yo soy quien actualiza :V

El Despertar del OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora