El Despertar del Omega

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Elionor rodó los ojos e hizo un puchero-En realidad es decepcionante, siempre me ven como un trofeo, un Omega para lista de la colección-Se levantó del sofá con soltura y camino por el salón con seguridad, sus brazos cruzados fuertemente sobre su pecho-Le asignare una habitación, espero que pueda atender sus necesidades básicas usted solo, las próximas horas será el clímax de mi propio celo y ambos sabemos que no se tiene mucho control.

John alzó una ceja y estiró una mano hacia al frente, su gesto pudo haber sido casi casual si no fuera por su mirada hambrienta-No te considero una meta, ni un logro, si vamos a tener sexo prefería que fuera algo agradable, ambos tenemos necesidades, a eso me refería en realidad.

La rubia tomó la mano pero se mantuvo de pie-¿Consecuencias?

-Ninguna.

El hombre se levantó del sofá e hizo un gesto con la mano libre hacía el único pasillo a la vista, Elionor los condujo por una serie de puertas hasta una habitación, sencilla y minimalista, con una cama doble que los recibió con suavidad. John no había estado con nadie desde Vincent, y en realidad no podría decirse que fue del todo consensuado, solo quería calmar la incomodidad que había crecido en sus entrañas desde hace un rato, los supresores lo mantenían cuerdo, pero aún sentíalos calores naturales de su casta. Elionor se recostó sobre las almohadas y dejó que la bata de baño se deslizara sobre sus hombros, la tela llegó al borde de sus pechos.

-Solo voy a avanzar porque siento curiosidad-Sus manos pequeñas y suaves acariciaron la mejilla contraria-De otra forma seguramente no habría oportunidad.

John se acomodo sobre el cuerpo contrario y dejó un beso en el hombro izquierdo, la piel estaba cálida al tacto, suave.

-Me agrada su convicción de no interferir en la relación de otros.

No había mucho que ambos pudieran hacer contra los instintos, algunos besos aquí, una mano que se deslizaba por allá, Elionor se encontró goteando sobre su propio centro pero fue rápidamente complacida por John, quien demostró ser una compañía dulce, incluso paciente, estaba acostumbrada al sexo un poco rudo, los Alfas solían imponerse, pero fue divertido, ambos obtuvieron su culminación entre suaves gemidos, la rubia se permitió abrazar al otro y dejarlo reposar sobre su pecho desnudo, la respiración cálida le hizo pensar en lo gracioso de la situación, como el destino giraba y se burlaba de ellos, Vincent probablemente le quitaría la cabeza de solo imaginar algo parecido.

El pelinegro se aferró a la cintura contraria y cerró los ojos, se sentía extraño, un poco culpable, no por haberse acostado con otra persona, dada su relación con el Alfa, su malestar estaba en el hecho de que no había alcanzado a sentirse del todo satisfecho, incluso en su anterior celo había obtenido ese descontrolado placer que lo dejaba suplicante, aquí era algo parecido a un placebo, no quería compararlo pero era extraño, su propio cuerpo quería retorcerse y volver a otro lugar, a la propiedad a las afueras de París.

Elionor fue la primera en despartr a la mañana siguiente, aún desnuda se levantó de la cama y se estiró, quería tomar una ducha, el desayuno y luego probablemente atender algunos negocios pendientes, se giró sobre sí misma cuando sintió la mirada del otro.

-Buenos días.

John asintió con suavidad y se sentó sobre la cama-Buenos días.

La rubia negó con  una sonrisa divertida-Es normal señor Wick, cuando estás con un Alfa con cierto grado de compatibilidad, el cuerpo de un Omega empezará un proceso en el que solo puede sentirse satisfecho por completo solo con ese Alfa-La mujer se alzó de hombros -Vincent es un Alfa puro, así que es aún más probable que su cuerpo lo busque con insistencia.

El otro inclinó la cabeza con curiosidad-¿Te pasó eso con él?

Elionor se mordió el labio-Al principio si, luego fue normal, no somos destinados, ni siquiera compatibles, nuestra relación se basaba en algunos acostones, yo incluso quería llegar a ser la señora Gramont, pero no tan seriamente como podría pensarse-Hubo una pausa y luego la rubia se encaminó al baño-Fue divertido, pero no volverá a suceder.

John sonrió-Cierto.

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           .punto elegante

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Su estadía con Elionor se limitó a tres días, era una mujer encantadora y  divertida, del tipo que podía ser una fabulosa amiga, no estaba interesada en acostarse con los Alfas solo por su fortuna, en realidad usaba su belleza de muñeca en pro de sus negocios, John no la juzgo, en comparación era decente, los tiburones de la orden podían ser mucho peores. Fue ella quien movió sus hilos para ponerle en contacto con el Rey Bowery, quien envió una buena cantidad de dinero, suministros en armas y algo que sorprendió a la rubia, un ramo de girasoles como agradecimiento, Elionor las puso directamente en su habitación y sonrió.

-Creo que traes buena suerte…

John negó con diversión-No para mí mismo.

La rubia se alzó de hombros-No seré Marquesa pero quién quiere algo así cuando puedo ser la reina de New York…-Dio un par de saltitos emocionados-Tu amigo Bowery no va a saber que lo golpeó.

El viaje a New York fue un plan perfecto, con maquillaje, pelucas y una Elionor bastante dominante, John pasó desapercibido en el aeropuerto, todos habían estado más enfocados en la Omega rubia, obviamente importante y seguida por un guardaespaldas que apenas sobresalía, solo cuando estuvieron en los terrenos del recién reconstruido continental fue que John sintió las miradas de reconocimiento, en este caso de un muy sorprendido Winston.

-¿Cómo? No pensé posible tu pronta huida…-El hombre le palmeo la espalda con afecto-La Directora estará encantada con la noticia.

El pelinegro negó-Estoy de encubierto, preferiría mantenerme en las sombras, tengo asuntos aquí.

El otro miró a Elionor con cierta curiosidad pero no preguntó más. En la habitación que les fue asignada ya esperaba una ansiosa Akira, la chica sonrió con cierto toque de felicidad antes de señalar una enorme maleta con todo lo necesario para los objetivos del momento, había armamento, trajes tácticos, y las llaves de un par de motociclistas, además de efectivo y teléfonos irrastreables. 

-Estoy un poco agradecida de saber que no seré un blanco…-Elionor miró la cantidad de armas con algo de incomodidad.

La pelinegra alzó una ceja y luego miró a John con una pregunta silenciosa.

El otro negó con suavidad-Llevala con el Rey, va hacer negocios.

La rubia rodó los ojos-Negocios los tuyos, yo voy a buscar marido.

Akira se estremeció en su sitio -Demasiada información.

Nota: Iba a escribir una escenas de sexo entre Elionor y John pero no salió, ya utilicén la imaginación :U