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John sujeto la mano del Marqués casi por inercia mientras se reproducía el vídeo, era una grabación sobre el asesinato del Rey Bowery y Elionor, al principio solo los había mostrado inconscientes, atados con nudos específicos a un par de sillas de metal, había voces en el vídeo, pero no eran comprensibles, solo algunas palabras en ruso que no daban contexto de la conversación, luego empezaba la tortura, golpes, paradas, cortes, los habían hecho gritar a ambos, pero lo más horrible fue el momento en que Elionor se libero del nudo y hecho a correr contra su captor con toda sus fuerzas, ella había intentado derribarlo, lastimarlo, pero el era un asesino experimentado, la redujo en el suelo con movimientos ágiles y luego le saco un par de dientes con un puñetazo, las escenas posteriores habían sido la tortura, el corte en sus clientes y la extracción de sus órganos, para ese punto ambos habían quedado en estado de shock, aunque John se dió cuenta que el Rey jamás había dejado de intentar acercarse a la rubia, incluso en sus últimos momentos, cuando la grabación se detuvo se duo cuenta que había estado llorando silenciosamente, lágrimas rodando por sus mejillas.

-Es mi culpa.

El Marqués apretó el agarre sobre su mano y negó-No lo es, la persona que hizo esto va a pagar las consecuencias en cuanto descubra quien es, lo juró.

El pelinegro se estremeció en un repentino sentimiento de irá, su rostro se giró hacía el otro con seriedad-Klaus…La mano derecha de Katia.

-¿Estás seguro?

Asintió-Crecimos juntos en la Ruska Roma, conozco sus métodos, era a quien contrataban cuando querían que el objetivo sufriera…-Frunció el ceño con molestia-El único problema es rastrearlo, es excelente desapareciendo del mapa.

El Marqués sonrió-Tengo a la persona correcta, el señor Nadie podría aceptar el trabajo.

-Pero yo quiero matarlo-John se giró con rapidez y se inclino hacia el otro-No voy a ceder ese derecho a nadie, nunca he disfrutado de la tortura, prefería ser un asesinó rápido, pero voy a romper la cordura de Klaus.

-Como quieras…-El rubio alzó una mano y le tocó la mejilla con suavidad, su intención era apartar las lágrimas que había derramado antes.

El gesto había hecho que John se tensara un poco, lo suficiente para que el Marqués apartará la mano y girar la vista hacia otro lado, habían estado teniendo contacto físico nervioso, o así lo llamaría el pelinegro, roses, caricias, eran como adolescentes tímidos, podría haberse reído si no fuera por lo ligeramente incómodo que lo ponía, no era exactamente culpa del otro, las razones venían del mismo John, nunca había sido tolerante para con contacto físico hasta que llegó Helen, había sido extremadamente cariñosa, táctil, cada oportunidad era perfecta para revolverle el cabello, tocarle la barba, abrazarlo por detrás, fue una etapa de aceptación rápida, por eso cuando llegó su primer celo se vio invadido por la necesidad de que toda esa atención fuera devuelta, sin embargo con el rubio era diferente, si notaba cualquier señal de incomodidad se retiraba, era bueno saber que seguía las reglas básicas, pero los frustraba de cierto modo, y lo confundía, quería obtener más, pero se suponía que en realidad su convivencia era solo un negocio con beneficios, John no podía permitirse salir de esa definición, o al menos no primero.

El teléfono del Marqués sonó, el tono específico de Victoria, sl atender la llamada la voz de la chica salió de la bocina, estaba en alta voz.

-Hey, reservé un vuelo para ambos en primera clase para esta noche, ya han establecido la fecha de pruebas para el próximo regente, deberías estar en Marruecos, porque ya han convocado a todos a Casa Blanca, han decidido hacerlo en el territorio del difunto.

El rubio frunció el ceño con algo cercano a la incomodidad-Zona caliente, conseguirme una habitación adecuada o perderé la cabeza demasiado rápido, también busca al señor Nadie, necesito contratar sus servicios.

El Despertar del OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora