31

840 146 27
                                        

Vincente fue a la habitación y se quedó helado durante un par de segundos, necesitaba procesar lo que acaba de ocurrir, ni un millón de años hubiera creído posible una convivencia dónde John Wick le dejara tocarlo voluntariamente, incluso en su celo había sido todo bajo su absoluto control, tenía en cuenta que la situación no era común, estaba obviamente siendo hostigado por la sensación de culpa, probablemente sería rígido en el funeral, pero por dentro tendría estaría destrozado, recordó en ese momento como su ojos marrones se habían enfocado brevemente en su boca, un estremecimiento le recorrió la espalda al pensar en un beso real, el de la boda no contaba, era en todos los sentidos una formalidad, pero pensar en besar realmente al Omega lo ponía en un punto diferente. Su relación era un altibajo de situaciones, el breve periodo tranquilo antes de la ceremonia no le había dicho mucho, John Wick podía ser civilizado, tranquilo, sensual quizás, no había olvidado la menta en que había comido de su pastel con una sonrisa suave, pero al mismo tiempo era letal, tan peligroso como un arma cargada, y por algún motivó fuera de toda lógica le encantaba, no era un misterio que aquello había comenzado como un interés, su utilidad final para casarse era convertirse en el nuevo Regente, pero había cosas que podía anhelar, después de todo era humano.

Comenzó a cambiarse por el pijama cuando sintió que sus idas y venidas por la habitación habían sido suficientes, sobre pensar el asunto no iba a cambiar las cosas, estaba por ponerse la camisa cuando escucho los pasos del pelinegro entrando, John iba con el cabello mojado, goteando alrededor de sus hombros, solo llevaba una bata de baño cerrada y estaba descalzo, parecía un poco confundido, como si en realidad no esperaba que estuviera en aquel lugar.

-Los lamento, pensé que era mi habitación…

El rubio apartó la vista con algo de vergüenza antes de agregar-Lo es.

Hubo un corto periodo de silencio hasta que John se acercó a la cama y tomó una de las matas disponibles, su intención obviamente era dormir en algún otro lugar, el Marqués lo detuvo y negó con una sonrisa incómoda.

-Solo estaba bromeando, tu habitación está al otro lado del pasillo, me asegure de traer ropa de tu talla pero si necesitas algo más solo tienes que decirme.

El otro asintió con suavidad-Gracias.

Vincent se apartó con lentitud pensando que John se alejaría, pero este se quedó en su sitio con la vista fija en algún  punto muy cerca de su cabeza, el silencio lo estaba poniendo un poco nervioso, y casi pudo oírse gimotear cuando la mano del otro se alzó en el aire y toco un trozo de piel en su cuello.

-Ya no tienes las marcas de la corbata.

-Fui cuidadoso, no podían ser visibles en nuestra boda.

John acarició la piel con suavidad-Me gustaban las marcas, eran un recuerdo del control que puede ejercerser sobre ti-Duo un paso adelante con convicción-Quizas por eso escape antes de que pudieras marcarme, no quería darte esa oportunidad.

El rubio se tensó-Hicimos un trato, de todas formas los trabajos que realizaste en tu corta libertad fueron de muchísima más ayuda de lo que puedes estimar.

-¿Los marcaste en tu lista pública para que fueran tus méritos ante los jueces?-El pelinegro frunció el ceño con algo muy cercano a la molestia.

-Mataste a personas importantes y al principio parecía que sin razón aparente, pero mandé a Caine por información, fue cuando supe lo de las reglas sacras que hice un plan para cubrirte-Levantó una mano y tomó la del Omega entre las suyas, entrelazando los dedos y acariciando la palma-Fingí haberte mandado por sus cabezas, y cuando algunos pusieron precio por ti, los enfrenta directamente, al final del día eres mi esposo y mi Omega, se supone que eres intocable.

El Despertar del OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora