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John suspiró con suavidad, sus manos moviéndose por el agua de la bañera, las burbujas formaban figuras abstractas agradables. Lo primero que hizo luego de amenazar a Katia fue subir a su habitación, quería tomar una ducha, y sacarse el juguete del tracero, era tan vergonzoso, en el proceso de desnudarse se dió cuenta que en realidad prefería relajarse en la bañera, la tensión lo tenía incómodo, ansioso, y aquel espacio grande de azulejos se veía tentador, veinte minutos después estaba sumergido en un cúmulo de burbujas con olor lavanda, el agua se mantenía cálida, lo que había provocado relajación total en sus músculos.

Un par de golpes le advirtieron de la presencia del Marqués, el hombre entro con lentitud y se sentó en el borde de la bañera, parecía enojado, alterado, su olor tenía ciertos puntos picantes que flotaban en el aire. No dijo nada durante bastante tiempo, solo se permitió jugar con algo de espuma al alcancé, moviendo los dedos y aplastó burbujas con relativa calma.

-¿Estás bien?-El pelinegro se encontraba un poco confundido.

-Eres mi esposo, mi Omega, y se atrevieron a ponerte en una situación incómoda.

John se alzó de hombros restandole importancia, había desviado la vista ante aquellas palabras-Mientras seas cándidato de la regencia tendrás que soportar que usen todo a su alcancé para causar problemas.

Vincent estiró una mano y le tomo de la barbilla en un agarre firme, aunque no el suficiente para hacerle daño-No, nada justifica sus acciones, nadie puede tocar lo que es mío.

El pelinegro frunció el ceño y se apartó del tacto contrarió-No soy un objeto, ni una mascota, que hagan lo que quieran, luego puedo poner balas en sus cabezas.

-Eres mi Omega, y no voy a permitir que se vuelva a repetir una situación similar, no me importa a quién llenes de balas, yo mismo te daré las armas si es necesario.

-¿Que es lo que realmente te molesta?-John estiró una mano y la puso en la rodilla contraria, un gesto suave para llamar su atención-Tu en realidad sabes que soy muy capaz de defenderme solo.

Vincent suspiró, apartó la vista, una de sus manos viajo hasta el lavado, hacia el juguete olvidado, lo miro con el ceño fruncido, lo dejo vagar por la palma de su mano algunos segundos antes de devolverlo a su sitio, parecía solo un poco inconforme con su existencia.

-¿Tu me odias?

John parpadeó un par de veces confundido, la pregunta le había tomado por sorpresa, aunque pudo par una respuesta inmediatamenta-No.

El alfa se removió sobre si mismo con cierto nerviosismo, era una señal en el aire-¿Tu quieres pasar tu celo a solas?

Por algunos segundos estuvo tentado a darle una respuesta afirmativa, estaba un poco enojado por todas las vueltas, las afirmación tontas, sin embargo se lo pensó, había aceptando que el Marqués le agradaba, al punto que había hecho un nido para el, incluso quería que ganará la regencia, aun cuando sabía que eso le otorgaria una cantidad inmensa de poder. John bajo la mirada, su celo era un tema complicado, había estado convencido hasta hace poco de no pasarlo con ningún otro alfa que no fuera Helen, pero eso había cambiado cuando aceptó la marca del Marqués, era como gritarle al mundo que tenía cierto aprecio por Vincent.

Las marcas eran señales, podían significar amor incondicional, aceptación, respeto, cariño, los omegas se dejaban marcar cuando tenían estos sentimientos por sus alfas, pero también era dominación, control, poder, la ley del más fuerte. Cuando Vincent le propuso la marca era con la intención de dejar claro que estaba dominando a Baba Yaga, pero las cosas estaban cambiando, los momentos íntimos ya no eran incómodos, dormían juntos y para efectos de la orden se comportaban como una pareja de recién casados, lo que en realidad no era completamente un engaño. El pelinegro se detuvo a pensar en cada beso, cada rose, la manera en que había empezado a cuidar de su alfa, Vincent se estaba convirtiendo en la isla salvadora dentro del inmenso mar, John no podía negarle nada, aunque fuera difícil abmirirlo, había sido doblegado.

El Despertar del OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora