El Despertar del Omega

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-No quiero volver a verte en tanta confianza con mi Omega...-Vincent miro a su hermana con seriedad.

Victoria se quedó en silencio algunos segundos y estallo en una carcajada sonora-¿Tu de verdad crees que podría meterme con John Wick?

El Marqués se recostó en su silla con las manos juntas, parecía increíblemente molesto-No lo sé, estabas hablándole como si fueran conocidos de toda la vida.

La chica volvió a reír-¡Estas celoso! Eres adorable Vincent pero te equivocas, necesito ganarme la confianza de tu Omega si quiero mantenerlo bajo control, porque tú le pusiste esposas, un rastreador y lo mantienes encartado en una habitación-Había cierto tono de inconformidad al final de sus palabras.

El otro rodó los ojos con molestia-Espero que sea únicamente eso...

-Por supuesto que lo es, sabes muy bien porque no puedo tener una familia aun siendo una alfa pura-La castaña puso ambas palmas sobre la mesa con fuerza, en su rostro se denotaba la irá-Si hubiera una mínima posibilidad de que pudiera tener hijos con Babayaga, créeme que lo intentaría, pero es una posibilidad tan real como que el sol se vuelva verde o tu dejes de ser un idiota.

La conversación finalizó en ese punto, Victoria están al borde de las lágrimas, pero no sé rebajaría a qué la viera llorar, así que abandonó el despacho de su hermano en cuanto terminó aquella frase. Era un insulto pensar que ella podría meterse el pelinegro, era una falta de respeto rondar un Omega que había sido marcado como propiedad de un Alfa, y aunque ella estaba en contra fervientemente contra el cautiverio, sabía que John Wick se había convertido en la muñeca intocable de su hermano, además que ella nunca lo traicionaron de esa manera.

Sin poder evitarlo se llevó una mano al vientre, junto a la cicatriz que había dejado la operación que le habían hecho en cuanto se desarrolló, su padre había tratado de ocultar por todos los medios que su pequeña ya había entrado en su madurez como Alfa, sin embargo, su madre era implacable, en cuanto vio la amenaza la eliminó. A la edad de 12 años le habían practicado una histerectomia, habían retirado todos sus órganos reproductores, dejándola vacía y sin la posibilidad de tener sus propios cachorros, aunque por palabras de su madre, no era necesario, como la segunda no tenía por qué reproducirse, mucho menos generar posibles obstáculos para Vincent. Llevaba ese dolor todos los días al no poder percibir de manera nítida las esencias de los demás, el hecho de que su marca no estaría del todo completa porque no produciría las hormonas suficientes, que en realidad no podría complacer a ningún Omega porque no tenía una esencia fuerte, era una Alfa pura pero destrozada, y solo le quedaba ser la hoja más afilada de la casa Gramont.

-Ese es el tipo de pelea familiar que me evito al no tener hermanos-Caine saco un cigarrillo y le ofreció uno-Son mágicos, de los que te hacen caminar chistoso después.

Victoria soltó una risa triste-Gracias, pero no, tengo que ir a negociar con la familia del señor Wick los detalles de la boda, como sus "representantes" tiene voz y voto en ciertas cosas.

El hombre elevó una ceja-¿Están conscientes de que es una locura, cierto?...

La castaña se alzó de hombros-Voy abrir la jaula, dile a los guardias que John Wick va a estar en el jardín, no quiero a ningún alfa en el perímetro.

En su habitación John se había cambiado, le habían dado mucha ropa deportiva, la mayoría de colores oscuros, solo quizás los pijamas y los suéteres eran distintos. No había sido un buen primer encuentro con Vincent de Gramont, era el tipo de alfa al que John podía asesinar con mucho gusto, sin embargo tenía curiosidad por muchas cosas, aunque fuera un Omega puro, John no estaba muy seguro de poder darle cachorros, ya no era joven, sus periodos más fértiles habían quedado atrás, ciertamente seguía teniendo un olor cautivador, y periodos de celo como cualquier Omega, pero darle un cachorro sano sería otra cuestión, en toda esa posibilidad también entraba el hecho de que se dejara marcar y aceptará un nudo, el mero hecho de pensar en tener sexo con el Marqués era repugnante, tendrían que forzarlo para lograr algo así, por sus propios medios nunca se abriría de piernas para ese idiota.

Si cachorros se acercó moviendo la cola, aquel ser había sido una pequeña luz en el mar de oscuridad en el que se había sumido, el pelinegro se sentó en el suelo y extendió varias por el corto pelaje, no había tenido un momento así en demasiado tiempo. Estaba pasando sus manos por las orejas del animal cuando la puerta de la habitación se abrió, Victoria había vuelto, aunque su expresión era algo triste, llevaba en sus manos una correa para perros y un juguete, dejo todo sobre la cama con suavidad.

-Alguien va a llevarlo al jardín señor Wick, para que pueda pasear al cachorro y tome algo de aire fresco-La chica soltó un suspiró cansado-Yo misma lo buscaré en cuanto acabé con mis responsabilidades.

John asintió-Gracias.

La chica abandonó la habitación, pero dejo la puerta abierta, afuera un hombre de traje color azul pálido esperaba en silencio, el pelinegro le puso la correa al cachorro y siguió al otro, por primera vez fue consiente que no se encontraba en la casa principal, en este lugar había más habitaciones, un salón amplio y una cocina, era una casa de invitados en toda regla, muy cerca a la casa principal pero no lo suficientemente para ser parte de ella. El jardín era una zona amplia cubierta con pasto hasta donde la vida alcanzaba, había una variedad de plantas a cada lado del camino de piedra, la mayoría con flores y hojas exóticas, también había una fuente con un querubín que expulsaba agua por la flecha del arco, el cachorro se acercó curioso y al seguirlo John se dió cuenta que la fuente estaba plagada de peces de colores.

-Es un bonito lugar-Le dijo al animal trae con una sonrisa, soltó la correa de su cuello y le permitió correr libremente.

Por su parte, tomó asiento en un banco de piedra para disfrutar del sol. Ya había recorrido cada centímetro de la habitación, la barra de metal dónde había sido esposado con anterioridad no le servía de arma, estaba soldada al piso con increíble cuidado, sin embargo, había descubierto que podía golpear la tobillera contra ella hasta destruirla, era doloroso, y ya tenía algunos moretones en la zona interna, sin embargó estaba dispuesto a escapar. No le tenía miedo a la muerte, desde muy joven sabía que era una posibilidad, solo no quería tener su celo dentro de las garras del Marqués, si tendría que experimentar el calor nuevamente, quería que al menos fuera bajo sus propios términos.