John suspiró desde lo más profundo de su ser en cuanto estuvo solo, su cuerpo temblaba sin aparente control y se sentía tan incómodo, pegajoso en su centro, no recordaba lo duro que era un celo en soledad, estaba acostumbrado a la atención que le daba Helen, pues aquella soledad incómoda le estaba pasando factura, quería a su alfa, quería sus suaves caricias, los besos de mariposa contra su piel, sentir que el acto sexual en si mismo venía cargado de amor, de afecto, de cariño, con todas aquellas cosas en mente se levantó, manos temblorosas que se aferraban a los objetos a su alrededor con fuerza, al menos quería estar solo en un lugar más cómodo.
Los pasillos de aquel piso se encontraban inusualmente solitarios, se pregunto si realmente todas las fuerzas del Marqués se habían movilizado en su búsqueda, su respuesta fue afirmativa cuando vio el despachó del hombre sin vigilancia alguna, se adentró con movimientos torpes, algo en aquella habitación le llamaba como el canto de las sirenas. Había estado solo una vez en aquel lugar, pero recordaba las bibliotecas empotradas llenas de libros, el sofá de cuero marrón frente a un pintura renacentista, la alfombra persa y el escritorio de caoba, sin proponerlo termino sentado en la elegante silla de terciopelo negro, el material se había impregnado levemente del aroma del Marqués, y eso mantenía al pelinegro un poco más conciente.
Fue esa misma lucidez lo que le llevo a pensar si no sería mejor terminar con todo aquello, se había estado auto engañando con probabilidades de escapar, de obtener su libertad y su paz, pero debía ser sincero, el Marqués tenía el poder para encontrarlo, para ejecutarlo a el y a todas las personas que alguna vez le importaron. Miró el arma que Akira le había dejado, tenía suficiente balas para acabar con todo aquello, así que la puso contra su cien e imagino el horror de materia gris y sangre que encontraían si apretaba el gatillo, era quizás un poco vengativo de su parte, pero estaba cansado y en realidad no le temía a la muerte, la esperaba con ansias para volver a ver a Helen.
-Supongo que es el final…-Dio un vistazo a su alrededor con lentitud, posándose por último en un par de documentos sobre el escritorio-¿Que es esto?..
Bajo el arma y la puso a un lado, los papeles que estaba mirando eran sus pruebas de género secundario, movió los documentos dándose cuenta que era mucho más que eso, había fotografías con antiguos grupos de trabajo, informes de Winston con respecto a sus misiones, la cantidad exacta de fichas que había otorgado o que tenía en su poder, y por último el contrato de matrimonio que se estaba manejando con la Ruska Roma. John frunció el ceño antes de revisar el último documento, confirmo que Katia y la Directora le habían vendido al mejor postor, incluso parecía que Winston obtenía algo de todo aquello, pero estaba incompleto, era solo una idea del original, sin embargo eso no lo tranquilizo, había tomado venganza por la que antes era su familia y ahora estaba en cautiverio por ellos, quería justicia, arruinar cada posibilidad de que obtuvieran poder.
Tomo el arma nuevamente pero está vez la apunto hacia las ventanas de tras de él, descargo el cartucho contra los cristales, contra la noche, el ruido atraería a los hombres del Marqués a su ubicación, eso era lo que quería. No tuvo que esperar realmente mucho cuando una Victoria, armada y en un traje táctico se plantó ante el, la chica llevaba una máscara de gas que dejaba ver un ceño fruncido, obviamente se encontraba furica ante el hecho de que hubiera escapado, y se lo dejo saber estampando la tobillera rota contra el escritorio.
-Debio alejarse cuando pudo señor Wick-Su voz sonaba distorcionada gracias a la máscara, aunque no lo suficiente para que se perdiera el tono de falsa decepción-Pense que estábamos avanzando en lo de aceptar el cautiverio.
El pelinegro nego con suavidad-No quiero hablar contigo…
Victoria elevó una ceja y soltó una risa suave, casi irónica-¿Con quién quiere hablar entonces? ¿Con Winston? ¿Con el Rey Bowery? ¿Katia? ¿La reina de Inglaterra?-La chica dió una patada al escritorio-¡¿CON QUIEN DEMONIOS QUIERE HABLAR SEÑOR WICK?!
-Alfa…-El hombre se aferró a la silla con fuerzas-Quiero a mi alfa…
-Esta muerta-La castaña se inclino hacia adelante con los brazos cruzados.
John elevó la vista, ese había sido un golpe bajo, pero no lo suficiente, se irguió sobre sí mismo con toda la dignidad que podía acumular en una situación como aquella y miro a la castaña, sabía que estaba sudando, temblando, que sus foremonas estarían gritando por un alfa, que su entrada resumaba lubricante, lista para ser complacido, que era más un animal que un hombre racional, pero hasta el tenía un poder, y eso era lo que todos a su alrededor habían estado olvidando, que ser un Omega puro tenía ventajas, ser el Omega de Vincent de Gramont sería su nueva arma.
-Quiero que llames a tu hermano…-Hizo una pausa para respirar, realmente le costaba mantenerse cuerdo-Quiero que llames a mi alfa, a Vincent…
La chica nego con suavidad-El no puede ahora, está con…
John la interrumpió con un gruñido bajo y amenazador-No me interesa dónde esté, llámalo, lo quiero aquí…¡AHORA!
Victoria dio un par de pasos hacia atrás antes de tomar la decisión de abandonar la habitación, puso seguro a las puertas y le indico a los otros guardias que vigilarán la zona. Nunca había visto a un Omega resistir con tal fuerza la llamada del celo, podía ver que el pelinegro estaba temblando, que se retorcía sobre su mismo buscando acabar con el calor, pero aún así era impresionante la forma en la que de mantenía cuerdo solo para llamar a su hermano. La chica saco su teléfono del bolsillo más cercano y escribio un mensaje, sabía que Vincent respondería ante ella, la situación lo ameritaba.
"John Wick escapó. Busqueda finalizada. Despacho. Entro en celo. Quiere que te hagas cargo de él. Preparare tu habitación"
Casi al instante recibió una respuesta.
"Voy en camino"

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El Despertar del Omega
FanfictionJohn Wick deberá enfrentar las consecuencias de obtener su venganza, sin embargo, se verá atrapado entre el deseo natural de su casta y la libertad. Historia original para matar el aburrimiento. Todos los derechos de la franquicia a quien correspon...