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—Chinguen su madre. —Bufó Aldo. —Es que wey, todos pasaron menos yo.

—Ya, para la otra no te desesperes. —Le dijo Rocío. —Al menos no estás solo, vas a estar con Molly.

Al parecer el reto que habíamos hecho no solo era para definir un líder en la casa, sino para el presupuesto que teníamos para la comida.

La cosa no había sido que Aldo perdiera en algo de eso, sino que se engancho tanto en que no había ganado que le mentó su madre a todos y lo castigaron por eso. Y bueno, Molly había perdido en la prueba del presupuesto, así que ambos estarían fuera de la fiesta.

—¡A huevo, mien, tenemos fiesta! —Exclamó Mariana haciendo un baile todo pedorro. —Navi, si tienes oportunidad me preparas algo de tomar, para ver si te voto o no el sábado.

—Ah, que mamón.

—¿Eso te vas a poner? —Me preguntó Ari.

—Si, ¿Qué tiene? —Pregunté mirando mi ropa.

—Es una fiesta, con temática... Ven, yo te visto.

—Pero no tengo nada coqueto.

—Yo te presto, ven.

Hice una mueca de espanto hacia Mariana y Roier, quienes se rieron.

—¡Dejala como payasita!

—¡No digas mamadas!

—¡Que grosera eh!

La temática era rock, así que todos estaban vestidos como tal. Menos yo, yo usaba un pantalón cargo negro, una sudadera negra y unos tenis negros.

Bien darks.

Pero con ropa interior rosa porque me gusta el rosa.

—A ver, espero que te quede, porque en cierto punto soy más ancha que tú, y tú eres más alta que yo. —Dijo pensativa sacando ropa de su armario.

Me pasó un pantalón de cuero, y una chaqueta de cuero, como blusa me dio una con estampado de Spreen.

—¿Soy la única mensa que no trajo ropa para todas las ocasiones?

—Yo creo que si. —Sonrió. —Vistete y luego sal, ya va a empezar.

Ari en verdad se estaba ganando mi corazón, era tan linda conmigo. Nunca me había sentido tan querida por alguien.

Me vestí rápidamente y traté de mover mi cabello para hacerlo ver un poco más desordenado.

—Che, ¿Y vos por qué tenés esa ramera con mi cara? —Preguntó Spreen apenas me vió.

—Me la dio Ari. —Murmuré nerviosa.

—Te queda bien. —Asintió y yo le di una pequeña sonrisa. —Vamos, los pibes nos esperan.

Entramos a la habitación en donde sería todo, y los demás nos miraron.

—Ah caray, ¿Por qué Navi tiene una playera con la cara de Spreen?

—Y lo más importante, ¿Por qué vienen juntos? —Cuestionó Carre levantando exageradamente su ceja.

—Pues estábamos allá afuera. —Murmuré como si nada, yendo a sentarme junto a Rivers.

—¿Y qué se supone que vamos a hacer? —Preguntó Alana mirando todo sin saber que onda.

Habitantes, la fiesta de hoy es un estilo karaoke, así que todos ustedes tendrán la oportunidad de cantar sus canciones favoritas de Rock. Si ustedes lo desean, pueden tocar los instrumentos que hay abajo de la televisión.

—Increíble, Elisa es la jefa. —Dijo Mariana. —No mien, ya me quiero ir.

—¿Quién empieza? —Preguntó Roier sentándose junto a mi.

—¿Puede ser cualquier estilo de Rock? Tipo, ¿Goth Rock como Evanescence? —Pregunté curiosa.

—Solo mientras sea Rock, Navi.

—Oh, okay. —Murmuré. —Pues yo quiero una de Tokio Hotel, la de Moonson.... ¡No, no! Mejor la de Call me what you like, de Lovejoy.

—¿Es la banda de Wilbur? —Preguntó Roier y yo asentí levantándome. —No mames esa canción está buena.

—¡Eso, Navi!

—Si me revientas los tímpanos te demando. —Me dijo Mariana y yo le menté la madre. —Ah, grosera.

°°°

—Ya me aburrí. —Murmuré recargando mi cabeza en el hombro de Alana.

Ya nadie estaba cantando, así que solo se reproducían canciones en la televisión.

—Navi, ¿Sabes tocar algún instrumento? —Me preguntó Rivers.

—Pues... no tan bien. Pero si me sé una que otra canción en guitarra eléctrica o en batería, pero no hay batería.

—¿Cuál te sabes? —Preguntó acercarse al piano.

—¿En general o de rock?

—De lo que sea.

—Es que no sé si conoces las canciones. —Reí. —Hay una que es de Yungblud, se llama Parents, oh, la de Youngblood de... ay se me fue el nombre.

—Ah, ¿Ésta? —Rivers comenzó a tocarla con la guitarra eléctrica y yo asentí.

—Justo esa.

—A ver, vamos a intentar hacer una banda. —Me dijo y yo sentí tomando una guitarra.

Ambas comenzamos a tocar, pero a veces nos confundíamos y nos reíamos. Pero hasta eso la administración de la casa nos puso las notas en la televisión, así que nosotras comenzábamos a seguir eso para hacer la canción.

—¡Eso mamonas! —Exclamó Ari dándonos más ánimos para finalizar la canción.

Incluso los chicos se pusieron a cantar como podían la canción.

—¡Eso! —Exclamó Rivers cuando acabamos, las dos chocamos las manos y nos reímos.

—¡Navi, wey, ya pusieron barra de bebidas! —Exclamó Mariana emocionado. —¡Hazme un pitufo al menos, y te juro que te amaré toda la vida!

Caminé hacia la barra y tomé lo necesario para hacerle su pitufo, Roier y él estaban muy atentos a lo que hacía.

—¿Y hace cuánto sabes hacer bebidas? —Preguntó Roier.

—Ah, pues tomé un curso hace un mes, y una de mis amigas de la universidad abrió un bar, y me contrató para preparar las bebidas, no sabía de muchas pero ahí fui aprendiendo.

—¿Qué más sabes hacer? —Preguntó curioso.

—Pongo extensiones de pestañas, soy bartender, toco un poquito la batería y la guitarra eléctrica pero solo en algunas canciones, pongo uñas acrílicas, y ya. —Dije encogiéndome de hombros. —Son más cosas que no sé. Por ejemplo, no sé cocinar, pero quiero aprender, tampoco sé hacer el quehacer, me sale mejor ser floja la verdad. ¿Me pasas las gomitas, por fis?

Roier me pasó las gomitas y yo se las puse a los pitufos, pasándoselos a ambos.

—No mames, sin pedos el mejor pitufo que he probado. —Dijo Mariana.

—¿Qué le echaste? Sabe muy bien. —Murmuró Roier.

—Miados de burro.

—¡Navi!

—No chille.

Cinnamon Girl   |   Roier Donde viven las historias. Descúbrelo ahora