°•Vida a doble tiempo•° (Bruno Madrigal X Oc)

Extra. 2

Dedicado especialmente a:
Lucyquiensabe

Estaba aburrida de verlo ahí, quieto, sin hacer nada más que pretender leer su libro.
Me acerque en silencio y me coloque tras de él. Intentaba descifrar a quién o qué veía en realidad.
Comenzó a marearme el pasar de las personas.
Sacudí mi cabeza y me apoye en el hombro de mi hermano.
Coloque mi mano protegiendo mis ojos del sol.

Sentía su mirada confundida sobre mi.

—¿A quien miramos?— pregunté al fin sin dejar de buscar.

—¿Qué? A nadie— apresuro a responder—Solo veo mi libro.

—No, no es cierto— dije sin dejar de buscar con la mirada.

Laurens suspiro.
Eso me confirmaba mis sospechas.

—¿Y me dirás a quien? Ya me estoy mareando— Lo mire.

—Te dije que a nadie—Respondió con pesadez.

Con un suspiro de fastidio dió media vuelta y comenzó a caminar con dirección a la plaza.
Yo camine un paso y me coloque dónde él estaba antes. Enfoque mi vista al frente y entonces lo descubrí.
No sabía a quién en específico, pero sabía en dónde estaba.

Era el grupo de amigos de Camilo. Conocía a todos ahí, hablábamos muchos.

La idea de mi hermano socializando era nula hasta que nos mudamos a Encanto, dónde finalmente pudo hacer amigos. Pero me preguntaba ¿Porqué era que ahora observaba a ese grupo en lugar de ir a hablarles?

Observé hacia la dirección en la que mi hermano se había ido.
Pegue un respingo al darme cuenta. Dándole un último vistazo al grupo, salí corriendo tras mi hermano.

Me coloque frente a él evitándole el paso. No podía esconder mi sonrisa gigante.

No dije nada, solo lo observé levantando mis cejas cada vez más.

—¿Qué?— pregunto finalmente.

—¿Quién es la afortunada?— pregunté con picardía— o afortunado—agregue.

Él río entre un bufido.

—¿Disculpa?

—No te hagas— Respondí—¿Quien de todos ellos es?

—Nadie— dijo pasando por al lado de mi.

Lo seguí por detrás.

—Claro que sí — Dije— ¿Es Samy?

—No— respondió seco.

—¿Miguel?

—No

—¿Carol?

—No

—¿Leo?

—No—Dijo con más pesadez.

—¿Lucy?

Lo ví detenerse por unos milisegundos.
No dijo palabra.
Mi sonrisa de extendió.

Me coloque a su lado.

—¿Es Lucy? ¿Encerio?—Reprimía las ganas de gritar de la emoción.

—No—Exclamo nuevamente.

—Sí, sí es ella—Rei—Dejame ayudarte.

—Ni loco

—¡Ajá! Entonces los admites

Él gruño y se marchó nuevamente.
Frote mis manos con complicidad.
Conocía a Lucy, ella era una de las chicas con las que mejor me llevaba del grupo de Camilo. Era obvio que me emocionaba la idea de verla junto a mi hermano.
Siempre pensé que podría formar una pareja algún día.
¿Debería hacerme unas mini alitas de angel?