Paso, pasa, y pasará

147 14 9
                                    

Según la tradición gitana, el novio no puede voltear a ver a la novia hasta esta llegara al altar.
Está tradición fue la tortura más grande para Bruno, quien solo podía pensar que cada vez faltaba menos.

Escucho las puertas abrirse y Ágata entro, el impulso de voltear se sintió como un rayo que atravesó todo su cuerpo al impedirlo.
Molly veía con ternura como su sobrina, quien había sido como una hija para ella, estaba a nada de llegar al altar, de hacer su propia vida, su propio futuro...

Baltazar llevaba a Ágata al altar con el pecho inflado, orgulloso de llevarla, y a la vez emocional.

Ágata le dió un beso en la mejilla a su tío, el cual fue su padre en su corazón.
Subio el pequeño escalón que había para estar en el altar y miro a su amado.
Este tenía las mejillas infladas aguantando la respiración.
Al percatarse de que su amada ya se encontraba a su lado, dejo salir todo el aire, y su mirada de fascinación apareció.
Ágata era hermosa, su piel parecía de porcelana y sus ojos enormes la hacían ver más hermosa.

Ambos se dirigieron una sonrisa de que estaba llena de emoción.

—Queridos hermanos...

El padre comenzó a hablar, los truenos eran suaves, pero no dejaban de ser truenos.

—Ágata Heredia, ¿juras amar, respetar y honrar a Bruno Madrigal, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte los separe?

Si le hubieran preguntado eso hace unos años seguramente hubiera dicho que no. Ni hablar.
Que lo último que hubiera querido es hacer eso por un hombre... Pero ahora, solo pesaba con todas sus fuerzas cumplir lo que fuera para ver su sonrisa todos los días que pudiera.

—Lo juro

—Y tú, Bruno Madrigal... ¿Aceptas amar, respetar, y honrar a Ágata Heredia, en la salud y en la enfermedad  hasta que la muerte los separe?

Bruno nunca se había imaginado su propia boda, sentía que no merecía el amor de nadie.
Le decepcionaba que su madre y sus hermanas no pudieran estar ahí para él, apoyándolo, deseándole suerte en su vida, estar orgullosas de él.
Pero aunque doliera, sabía que esto era lo mejor que podia hacer, soñaba todas las noches con el momento en el que su madre se diera cuenta de lo que hacía a la familia, y poder presentarle a su esposa.
El futuro lo dirá...

—Lo juro

Las sonrisas de ambos crecieron más.

—Por el poder que me confiere Dios este día, yo los declaro Marido y mujer.

Ágata casi saltando de la emoción, esperando que terminara esas palabras, se abalanzó sobre su ahora esposo a besas sus labios.
Un beso largo y tierno.
Mientras el flash de la cámara no los molestaba.
Al separarse ambos sonrieron mirandose a los ojos.

—Damas y caballeros, les presento al señor y la señora Madrigal— anuncio

Los pocos presentes que habían celebraron.
Josesito acomodaba la cámara para tomarles otra foto.

Era hora de salir de la capilla, se escuchó un trueno y las gotas comenzaron a caer del cielo.

Ágata y Bruno se miraron con complicidad.
Unieron sus frentes y corrieron como niños pequeños que quieren saltar en los charcos.

Molly río al ver cómo sus personalidades de complementaban.

Todos bajo el techo de la iglesia mirando a ambos esposo bailar bajo la lluvia.

—¡Vamos mi amor!— Dijo Baltazar llevando a su esposa bajo el agua y bailando con ella.

Todo era risas,diversión.

°•Vida a doble tiempo•° (Bruno Madrigal X Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora