Trabajo y Trabajo

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No sabía por dónde comenzar.
En estos momentos me vendría más que bien la ayuda de mi tío y primo.
Que me ayudaran con la mano de obra me vendría de una ayuda tremenda.
...
El recuerdo de ellos dos junto a mí me trajo un sentimiento agridulce.
Los extrañaba tanto, pero a la vez no podía dejar de pensar que era mejor así.
Para ellos y para la familia.

Ahora ya no podíamos darnos el lujo de gastar en mucha comida, teníamos muchos gastos adicionales que cubrir.

Me acomode la falda y comencé a ver qué podía hacer.
Arregle una vigas verticales que  estaban muy dañadas, un poco de clavos y fuerza ayudaban.
Claramente una persona tiene sus limitaciones, después de eso me dedique a barrer con una escoba de paja mientras recorría mejor la casa.

Era pequeña pero acogedora, con solo dos habitaciones arriba.
La sala era cocina y comedor también.
Me sentía bastante cómoda, era más de lo que había tenido en mi vida.
Pensaba en cómo mis hermanos disfrutarían de tener un hogar decente, en lugar de una tienda hecha a base de nailon y telas.

Mientras barría pensaba ,y pensaba sin darme cuenta en qué exactamente.
Recorría las habitaciones y pensaba en que podía ser cada cosa.

<<Este podría ser mi cuarto y este el de Bruno, claro; si algún día se quedará>>

seguí recorriendo la casa.

<<Seguro que en algún momento podremos crecer de verdad, arreglar bien está casa y>>

Me interrumpí a mi misma cuando al darme cuenta de que ya no encontraba mis planes originales en ningún lugar de mi mente.
Todo se había vuelto un nosotros, algo que nunca imaginé que pudiera pasar estaba pasando en ese momento.

Cuando tienes que sobrevivir aprendes a estar sola, yo lo estuve mucho tiempo, pero ,otra parte de ese tiempo tuve a gente que me quería.
Aprendes a no confiar en muchas personas y aunque suene horrible y lo se, aprendes a manipular a las personas.
La pregunta de porqué Bruno no pensaba que lo manipulaba, me hacía sentir frío en mi nuca, desde que comenzamos este "negocio" no mostró ningúna sospecha o creencia de que yo lo estuviera manipulando.

Si la gente aceptaba ayudarme, lo hacía con lógica.
Evitaban darme cosas de su propiedad por ejemplo...
Pero... Él no dudo ni un segundo en decirme que me ayudaría con todos sus ahorros para comprar está casa, para que yo pudiera tener un techo fijo y pudiéramos tener una base al fin...
Me hacía sentir tan... ¿Especial?
No lo sé, me sentía ansiosa cuando pensaba en cómo él aceptaba ayudarme con lo que fuera.

Bruno fue la primera persona que no conocía a la que estaba dispuesta a ayudar y no manipular.
Es más, todo lo contrario, con solo ver sus ojos, esos que por lo que presentí sin habérselo preguntado habían visto en su imaginación su propia muerte, tanto así que ahora era como un recuerdo, sentía el impulso de protegerlo.
Y me odiaba a mi misma por eso.

No confiar en la gente...

El se había convertido en mi mejor amigo, tanto así que podía decir que me encantaría pasar todo el día riendo solo con él...
Pero una parte de mi cabeza que siempre estaba presente, no dejaba de insistir con los mismo pensamientos.

<<¿Y si es el quien te está usando?>>
<<Talvez solo quiere a una linda chica para pasar el rato>>
<<Te va a abandonar en cualquier momento>>

Cómo siempre, sofocaba las voces con recuerdos de ambos pasando juntos que las contradecían.

Suspiré para mí misma.
La puerta sonó.

La abrí de inmediato

—Te recuerdo que no tienes que tocar—Le dije burlona

Está casa era de ambos en cierta manera, nuestro cuartel si podía decirse de manera divertida.

°•Vida a doble tiempo•° (Bruno Madrigal X Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora