Tu futuro y el nuestro

197 13 12
                                    

Bruno había llegado ya a la copa del árbol, me ofreció su mano para ayudarme a subir, y con mucha comodidad, la acepte.
Era un árbol con una copa plana, su hojas apenas su se separaban de su tronco.

Ahí arriba me sentía libre solo con sentir la brisa en mi rostro, y al respirar profundo sentir la frescura del aire, me hacían sentir agradecida por estar viva de alguna manera.

Me concentre en los ruidos de alrededor, los grillos podían ser molestos, pero cuando te sientes así, los escuchas como si fueran música, relajante y llena de paz.

Solo miraba al cielo mientras me sentía así, hasta que me percate de que Bruno no había apartado su mirada de mi, me miraba con una sonrisa.
Baje la mirada y lo ví con curiosidad.

—¿Qué?— reí tímida

Era la primera vez en mi vida que era tímida con alguien, me sentía indefensa, intentando que una sonrisa no saliera cada vez que lo miraba...

Él, como si acabará de notar que lo miraba a los ojos, desvío la mirada.

—Nada—rio nervioso

Le sonreí, los pensamientos que se me hacían tan tontos no dejaban de aparecer en mi mente.
No lo podía evitar.
La voz en mi cabeza no dejaba de repetir que esperaba ser yo la causante de su sonrisa, aunque fuera por burla, solo quería verlo sonreír...
Él me había contando su vida, se sentía tan abandonado que la empatía en mi, la cual creo que estaba enterrada, despertó en un impulso de querer protegerlo.

Su vista se poso en el cielo nocturno, el cual estaba iluminado de manera gloriosa con estrellas, las más brillantes que había visto, Y es que con él, todo parecía mejor.
Sentía que podía escuchar a las estrellas y verlas bailar, en la ciudad apenas si les dirigía la vista.

—Bueno... Hiciste que no me arrepintiera— lo felicité

—¿En serio?

Lo mire con una sonrisa, la cual mi rostro quería ocultar.

—Si— dirigí mi vista a las estrellas— Admito que pasar el tiempo contigo si valía la pena, me haces sentir mejor.— me di cuenta de lo que dije y me ruborice, intentando que no me viera, carraspeo llevándome el puño al labio, mientras miraba en la dirección contraria.

—...

No podía verlo así que solo pude imaginar su expresión.
Podía estar confundió, asqueado, o hasta no haber entendido, pero ahí estaba yo, actuando como tonta.

—Yo también disfruto estar contigo— su voz se escuchaba suave y baja, ¿estaba siendo tímido acaso?

A pesar de que podía ser malo con indirectas como cualquier hombre, parecía haberlo entendido, y hasta haber comprendido lo que quise decirle en realidad:
"Disfruto estar contigo" esas eran las palabras que mi boca no tenía la voluntad de procesar.

De inmediato voltee mi rostro para verlo.
Él no desvío la mirada, sus ojos se clavaron en mis pupilas, y no me dejaba escapar de su hechizo.

—¿Disfrutas pasar tiempo con una gitana?— le dije intentando cortar la tensión que había entre nosotros, una tensión que se sentía solo si la pensabas.

—¿Disfrutas estar con un monstruo?— dijo bajando la mirada con una sonrisa

Lo observé con otro semblante.

—¿Te dijeron eso?

—No tengo que ser vidente para saber lo que piensan de mi

Por alguna razón me molestaba que normalizara eso en su mente. Sentía impotencia al verlo sufrir en silencio.

°•Vida a doble tiempo•° (Bruno Madrigal X Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora