Vean la luz

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No podía creer que no hubieran llegado sus hermanas ni cuñados aún.
Bruno estaba tenso y no sabía el motivo, mirando hacia la entrada de casita.
Mirabel y Camilo, de tan solo 1 año de edad, dormían mientras Bruno esperaba a alguien que los cuidara.

Las puertas de Casita se abrieron dejando ver a Félix.
Bruno no podía sentirse más aliviado sin algún motivo.

Se apresuró a dejar los bebés en brazos de Félix y sabio corriendo las escaleras.

—A su tío no le gusta salir mucho...—Felix explicaba a los bebés.

No paro de correr ya que necesitaba el impulsó para subir sus escaleras.
Llegó a la cima y cruzo ese puente a toda velocidad, el cual se tambaleaba y no dejaba de moverse.

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..
...

—Lo estás haciendo bien Ági— Molly secaba la frente de su sobrina.

Ágata dejo salir otro gemido de dolor, intentando que no se volvieran gritos.

La comadrona había llegado, ella era grande y corpulenta, tenía su cabello atado tras su cabeza y un rostro cuales proporciones se asemejaban a un pitbull.

El doctor era bajo, tenía unos lentes redondos, y un bigote bien peinado.

—¿Lo ves?— pregunto Ági agitada.

Llevaba casi 8 horas de labor, ya era de noche, y aún no podía pujar.

—Muy bien, comencémos— dijo la comadrona.

—Espere— insistió — tenemos que esperar a mi esposo, seguramente llegará pronto— Decir una frase tan larga le quitó mucho aire en ese momento.

<<No puedo hacerlo así, no puedo hacerlo sola>> pensaba

—Es él o tu bebé— dijo sin más — si seguimos esperando y tú sigues reprimiendo las ganas de pujar con las contracciones estarás demasiado cansada para dar a luz— apresar de haber sido dura, la comadrona tenía razón.

Las contracciones ya eran incesantes, Aquel dolor no paraba ni por un segundo.
Ágata, quien estaba llena de angustia en ese momento solo asintió levemente.
Si Bruno iba a llegar tenía que hacerlo ahora.

Seguía con dolores, estos no paraban, pero las contracciones venían con mucho más dolor.

Ella saco el aire en un suspiro, y pidió la mano de alguien cuando sintió la contracción.
Cada una venía con muchas ganas de pujar, está sin embargo no las obedecía.

—En la siguiente comienza a pujar—Dijo el doctor.

Baltazar subió las escaleras para avisarle a Molly que todavía no había señales de Bruno.

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Bruno corría y corría, y no sabía el porqué. Se sentía inquieto, y necesitaba llegar a su hogar.
Era muy noche ya.
A pesar de que el doctor de ordenará a Ágata que pujara, ella seguía con la excusa de que no sentía la necesidad.
Mentiras.

Bruno logro ver las luces de su hogar entre los árboles y llegó, tomo aire apoyándose en un árbol unos segundos, y continuo su carrera.

Entro a la casa. Al no ver nadie abajo decidió subir.
Entro a la habitación y vio a su Ágata recostada y a toda la familia junto con la comadrona y el médico.

Lo dedujo de inmediato.

—¿Usted es el padre?— pregunto la comadrona

—S-si— respondió apresurado intentando acercarse a Ági.

La corpulenta mujer lo detuvo.

—Ni creas que vas a acercarte así, lávate las manos y el rostro— ordeno la comadrona.

°•Vida a doble tiempo•° (Bruno Madrigal X Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora