Capitulo 37

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Cuánto más perfecto luzca uno por fuera,
más demonios tiene adentro.

Sigmund Freud.

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37

° ° °

Durante los últimos días las muertes han estado aumentando un cinco por ciento más de lo usual.

Se recomienda permanecer en casa durante la noche, salir siempre acompañados y no recurrir a lugares solitarios aún que sea de día.

Buenas noches.

° ° °

—Necesito a dos agentes en el centro de la plaza —se escuchó desde la radio que estaba colgada en el jeans de el agente Nicolás —Hay más de dos de ellos que están haciendo un alboroto.

Gracias a los dioses

La mirada que me lanzó fue de una fija como si pensara que era demasiada la casualidad.

—Ire junto a los nuevos —di un paso atrás con una sonrisa impecable en mi cara, me miró de mala nada —Avisa que ya van en camino.

Y antes de que me detuviera camine lo más rápido que pude en la dirección opuesta de dónde el estaba.

—De la que me salvé —murmure secando el sudor de la frente

Nicolás no paraba de acorralarme desde hace dos días para indagar sobre los nuevos, de una u otra manera quería hablar con ellos y que los llevará a la habitación en dónde el y los demás agentes estaban haciendo las investigaciones. Pero con lo que Charlie me había dicho ya no podía confiar en absolutamente nadie, cada que alguien se me acercaba solo podía pensar que era el infiltrado y que arruinaría todo si comenzaba a estar detrás de mí para saber que era lo que estaba haciendo.

Me negaba a caer tan sencillo

Lo que era sospechoso para Nicolás, por supuesto. Cada que se acercaba y me preguntaba sobre algo que tenía que ver con los chicos algo sucedía y yo tomaba eso como una señal de dios para salir corriendo lo más rápido que pudiera, además de que le sacará la vuelta cada que me lo encontraba era algo que se añadía a lo extraño de el asunto.

Abri la puerta de la sala de entrenamiento donde los chicos estaban sentados al rededor de una pequeña mesa que les había mandando a traer cada que teníamos hambre. Sus entrenamientos habían avanzado y con ello, el cansancio que decían que tenían cada que terminaban. Además de que después de unos días les había entregado el uniforme que se requería, necesitaba que pasaran desapercibidos y si venían con ropa de civil...

No quería que algo malo sucediera

—¡Que bueno que apareces! —Yannick fue el primero en recibirme, tenía manchado la mejilla de algún tipo de salsa —Tu comida se esta enfriando, no sabíamos en que momento llegarías pero queríamos tenerla ya lista, de hecho te iba a llamar pero ya no hace falta, supongo que te mandé el mensaje por telepatia por qué ya estás aquí.

Sonreí de labios cerrados apuntando su rostro. Se limpio con una risita apenada.

—Lamento interrumpir su comida —Yannick venía detrás de mí con cautela —Pero nos necesitan en acción, iremos a la plaza a detener a ellos.

Ambos chicos se levantaron rápidamente, dejaron las cosas como estaban mientras me seguían entre los pasillos. Ya les había enseñado que en este tipo de casos era actuar rápido.

Brais: Un pueblo con seres oscuros y sangrientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora