Nunca podrás estar tranquilo, no en un mundo peligroso.
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Capitulo 22
Por un segundo, permanecí deslumbrada y a la vez perturbada por lo que mis ojos veían.
No pare de mover mis ojos por todas las direcciones posibles, a la derecha, a la izquierda, arriba, abajo. Notaba cada cosa, cada detalle, cada objeto, cada esquina, absolutamente todo.
La habitación era ancha, justo para que todo entrará. Era lo suficientemente grande para que todo cupiera a la perfección. Estaba acomodado de tal manera, para que sea sencillo tomarla, para que fuera fácil usarse.
No podía contarlas, al menos por ahora.
Al entrar se podía notar dos cosas, las más importantes, de hecho:
A mi izquierda estaban armas colgadas, todas acomodadas derechas. Eran distintas, de distintos colores y tamaños. Habían muchas cosas que se podían utilizar para atacar a otro como: cuchillas, espadas, granadas, fierros puntiagudos y todo tipo de instrumentos para hacer toda clase de atrocidades.
En cambio, a mi derecha estaba la razón por la que desde antes estaba muriendo de nervios.
Las pantallas donde salía lo que la cámara grababa en vivo.
Eran varias pantallas, algunas más pequeñas que otras que mostraban diferentes angulos de la casa. No sólo de la casa, si no que también estaba la que grababa directo al callejón sin salida en el que había encontrado por mi primera vez a Brais.
También había una que apuntaba a los alrededores de la casa, de hecho, desde una de las pantallas podía ver a los oficiales hablando con los vecinos. Eran tantas pantallas que me pareció que la persona que vivía en este lugar pudo haber estado espiando a sus vecinos, por que habían cámaras que estaban con zoom y apuntaban a las casas de los alrededores.
¿Serían verdad mis suposiciones?
No podía saberlo.
Con esa duda en mi cabeza me senté en la silla negra que estaba frente a las pantallas. Eran de esas sillas con ruedas debajo, muy cómodas.
Sin embargo, a pesar de que intentaba no incomodarme por lo que veía, me era imposible. Al estar en esta casa, al lado de todas esas armas y de todas estas pantallas me sentí insegura.
Si.
Me sentía de tal manera a pesar de que yo debería estar un poco acostumbrada a las armas y a las cámaras de seguridad.
Era una casa extraña que me perturbaba.
Sin embargo, había venido aquí por una razón y arrepentirme no estaba en mis planes.
Pero al momento de poner una de mis manos sobre el mouse negro, mis ojos como sabiendo, se movieron a mi derecha, donde al lado de las pantallas había una puerta que pasaba desapercibida al estar del mismo color que el papel tapiz que era color negro.
Podía verse una pequeña apertura que daba a demostrar que había una puerta.
Me levanté del asiento.
Con todo el nerviosismo posible y con el culo en la mano, me levanté. A pesar de todo lo que sentía, me acerqué a la puerta pequeña, por que no era tan alta como esperaba. Busque con cuidado la forma para abrirla, por que por extraño que pareciera no tenía una cerradura.
Debe haber un botón o algo que deba mover
Era clara esa respuesta.
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Brais: Un pueblo con seres oscuros y sangrientos
Gizem / GerilimLos asesinos más peligrosos viven junto con los pobladores. Todos ellos tienen algo en común, y eso es la enfermedad que llevan en los ojos, lo que los hace más fáciles de identificar: la heterocromía. Sus víctimas son asesinadas a sangre fría y no...