Los asesinos más peligrosos viven junto con los pobladores. Todos ellos tienen algo en común, y eso es la enfermedad que llevan en los ojos, lo que los hace más fáciles de identificar: la heterocromía.
Sus víctimas son asesinadas a sangre fría y no...
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Soy un error de la naturaleza, una bestia loca.
Andrei Chikatilo
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Muerdo mis uñas a la espera de qué alguno diga alguna palabra. Jen sostenía mi teléfono, en dónde veía las fotografías que había tomado; mientras Yannick observaba desde detrás suyo.
Brais y yo, casi que habíamos corrido a casa en cuanto salimos de aquel lugar. Nos ganaban las ganas de contar todo lo que había sucedido. Por suerte, Brais no se había molestado por lo que había hecho, y eso, me dejó más tranquila.
—Entonces, ¿un agente conocido tuyo es el traidor? —preguntó Jen, con las cejas levantadas.
—Y al parecer es el hijo de Jasón Thames —respondo pasando una mano por mi cabello —No se parece nada en las fotos que tienen en las carpetas de la agencia…
—Ya es un adulto, Nisha —Brais me toma del hombro —Las fotografías que viste en la agencia eran de un adolescente.
Si, pero tuve que haberme percatado por lo menos.
Niego con la cabeza ante ese pensamiento. Los agentes especializados ni siquiera tenían idea, ni una prueba, ni nada que lo hiciera sospechoso. ¿Cómo yo lo sabría solo por verle el rostro? Quizás hasta las fotografías habían sido manipuladas.
Ya no sabía que era real o no.
—Tendré que encontrar la manera de hacerles saber a la agencia de esto —dije, algo pensativa —. No sé quién está a cargo de los mensajes que me envían, no puedo confiar esta información por un teléfono.
Si de casualidad el infiltrado se encontraba interviniendo la comunicación podría meternos más en problemas. Intentar comunicarle esto a los agentes sería un error. No sabía por qué hasta ahora el infiltrado no hacía algo en contra de lo que sucedió hasta hace pocos días. Pero no iba a permitir que se diera cuenta que ahora sabía su identidad. Al menos, yo ya estaba un paso delante de Arthur o más bien, de Arieh Thames y no dejaré que me gane.
Y aún con ese pensamiento. Me tomo un momento para pensar con claridad el siguiente paso. Realmente la única razón por la que había venido a este lado del pueblo era para intentar detener a Jasón Thames y cerrar el caso en dónde estaba involucrada. Pero ahora, él estaba muerto. Las grabaciones ya habían sido eliminadas, las pruebas ya no existían y ahora…
No había otra razón para quedarnos.
Vine aquí con un objetivo y lo logré, incluso al fin pude cerrar el único modo para que “ellos” cruzarán al otro lado. Ya no existía otra razón para seguir en este lugar.
